No sin mi piña

Como todos sabéis, durante los últimos días hemos estado en Alicante divulgando ciencia en el Street Alicante Science en la zona Volvo del puerto de Alicante. Han sido días de trabajo y de ilusión de los que me llevo una gran cantidad de recuerdos y de amigos de los de verdad. Y desde aquí voy a relatar todo lo que no hemos contado y sobretodo como he vivido este evento durante estos días.

Llegó la hora. León a jueves 10 de mayo a las 3:30 de la mañana. Habíamos trabajado mucho. Pero aún faltaba lo mejor. Maleta hecha. Tengo que reconocer que estaba nervioso, bastante nervioso. No conocía personalmente a nadie y ni tan siquiera sabía cómo saldrían las cosas. Apenas conseguí pegar ojo en el tren. La primera parada fue Madrid y de allí a Alicante. En el tren conocí al primer Hdcero: Víctor Tagua. Primer café, risas y mucha ilusión.

Llegamos a Alicante a las 12:30 de la mañana. 9 horas de viaje y creo que no había dormido nada. Allí nos vino a buscar Marisa Alonso. Otro cafetito (y ya van 2) y a buscar nuestro hotel. Después de refrescarnos un poco (como norteño, el calor de Alicante me afectaba bastante) nos fuimos a dar una vuelta y a buscar algo para comer. Allí encontramos a más compañeros, comimos y tomamos algo (tercer café), pero había llegado la hora de empezar a trabajar.

Por fín llegamos a la zona del evento y me di cuenta de que quedaba mucho por hacer. Comenzamos a ver lo que teníamos y con lo que contábamos, y nos pusimos a montar todo: el stand, mesas, papeleras. Estuvimos echando una mano a los voluntarios (que han hecho un trabajo fantástico) mientras que otros compañeros llegaban, intercambiamos saludos, charlas y coca cola. Todo preparado para el día del estreno. Primera cena HdCera con mucho que hablar, animado con buena comida y alguna que otra colegiala.

Amanecimos el día 11 y lo hicimos bastante prontito. A las 8:30 todos estábamos desayunando y poco antes de las 9 ya estábamos colocados en nuestro stand para comenzar con el trabajo. A las 10 empezamos a recibir a nuestros primeros visitantes, casi todo niños. Y a partir de ahí, mucho trabajo. Yo dedique a echar una mano a Marisa con sus extracciones de ADN. Trabajamos mucho pero todo el mundo fue muy educado y agradecido, no se cuantos eppendorf pudimos dar, pero puedo asegurar que fueron muchos.

Por la tarde, comenzó el Speakers corner y bajó el número de participantes. Yo no pude ir y me dio mucha pena porque me apetecía. Pero hacía falta gente que se quedase de guardia y junto a Miguel, Jorge y sus chicos nos quedamos de guardia. Más ADN, pepinillos explosivos (me pasé un poco con el título pero el show es el show) y los chicos de Jorge sorprendiendo a los que se acercaban con sus cohetes. Más entrada la tarde volvieron los demás muy contentos del Speakers y seguimos con los experimentos: Nitrógeno líquido y alguna que otra sandía explosiva que si explotó aunque solo cuando nadie la estaba mirando. Después de todo el día, cenita y sesión de astronomía de la mano del amigo Nahúm. Al terminar nos volvimos al hotel, aún nos faltaba un día y queríamos un fín de fiesta espectacular.

Día 12 de mayo, último día del StAS. Mismo horario que el día anterior y a las 9 de la mañana ya estábamos preparándonos para otro día de trabajo. La mañana comenzó algo más tranquila aunque pronto tuvimos bastante asistencia. Estuvimos trabajando sin parar e hicimos muchas actividades que pienso que gustaron mucho a la gente. Siempre es muy bonito ver a la gente agradecida, especialmente a los niños. Creo que esa es la parte importante de la divulgación, explicar ciencia a la gente y que ellos se marchen con una sonrisa o agradeciendote lo que has hecho.

Comenzó la tarde y empezaron los momentos de más estresantes del evento. Primero realizamos las actividades que teníamos planificadas, para después dedicarnos a preparar las actividades para el Hombre de Negro. A mi me tocó tener que ir junto al Hombre de Negro mientras veía el StAS para después realizar la actividad “fin de fiesta” de nuestro stand, donde tratamos de explotar 5 sandías con una botella de nitrógeno líquido en su interior. Se congregó mucha gente y pese a que no explotaron todas, es de agradecer el gran trabajo que hicieron HdCeros y voluntarios para el tiempo que tuvimos.

Faltaba el show del Hombre de Negro y la verdad que pienso que los experimentos fueron muy bien, y eso fue gracias al empeño y el trabajo que pusimos muchos de los HdCeros y de los voluntarios del StAS. Sin su trabajo y empeño creo que nada hubiese sido lo mismo. De allí nos fuimos a cenar y finalmente escuchamos el último concierto que hubo en el StAS a cargo de los chicos de El Pacto, lo escuchamos pero no lo vimos porque nos tocó recoger nuestro stand. Eran las 00:30 del Domingo y habíamos terminado el trabajo, bien nos merecíamos un descanso.

Y ahí comenzaron muchos momentos inolvidables, abrazos, discursos, hagstags y mucha mucha piña. Creo que hemos formado un grupo joven, a los que nos gusta hablar de ciencia. Nunca un nombre pudo ser mejor para un grupo. Finalmente llegó el domingo y se nos empezó a marchar la gente, llegó el momento de los abrazos y las despedidas. Yo llegué a León a las 23:30 de la noche,sin voz, con muchas horas de sueño que recuperar pero con una mochila llena de recuerdos y amigos, pero sobretodo con una sonrisa de oreja a oreja. No se le puede pedir nada más a un evento, lo he disfrutado mucho.

Y desde aquí, tengo que agradecer a todos los que han hecho posible esto. A la organización del StAS, a toda la gente de seguridad del evento, a los voluntarios (mención especial para vosotros chicos, habéis trabajado un montón y nada hubiera sido lo mismo sin vosotros), a todo el equipo que han trabajado para hacer el documental, pero sobretodo se lo tengo que agradecer a mis HdCeros y espero no dejarme a nadie.

Empiezo por Adrián y sus eppendorfs explosivos, a Anibal y su amigo que se lo pasaron en grande, a Dr. Litos por todo lo que me ha ayudado estos días, a Gerardo y su mundo en miniatura, a Jorge y sus chicos que para mí son parte del equipo, para Levi por su simpatía en todo momento, a Marisa con la que he aprendido un montonazo de cosas, a Mario Herrero por intentar explicar física a este tonto que escribe, a Mario Vera por haber fotografiado todo este fín de semana, a Miguel porque me parece la persona que más ha disfrutado hablando de ciencia estos días, a Nahúm simplemente por ser una persona digna de agradecer, a Víctor Hevia porque aunque estuvo poquitito me ha parecido un tio genial, a Víctor Tagua porque es con el que más tiempo he pasado en este StAS, a Rubén porque sin él nada de esto hubiera tenido sentido y a Santi al que me dejo para el final no porque no haya sido el más importante (que le decimos esas cosas y se pone cariñoso ) sino porque para mí ha estado ahí cuando me ha hecho falta.

Un abrazo a todos.

Alejandro Causapié

Hablando de Ciencia