Babilonia, escritura, matemáticas y calendario

Los griegos consideraban a las culturas egipcia (3050 al 31 a.C.) y babilónica (aprox. 1792 al 539 a.C.) como sus predecesoras, nosotros consideramos a los romanos y a los griegos nuestros predecesores, no estaría mal aprender algo sobre ellos, ¿verdad? Para no andar por los caminos que recorre Iker Jiménez, vamos a centrarnos un poquito en la cultura babilónica, no tan guay como la egipcia pero no está nada mal.

Nos olvidamos de rituales, dioses, leyendas y demás. Primero vamos a hablar de los puntos en común entre las cultura mesopotámica (ordenados por cronología de más antiguo a más nuevo: sumerios, acadios, asirios y babilónicos) y la egipcia:

• Tecnología agrícola y ganadera que permitió el comercio de los mismos y mantener una organización social estable.
• Desarrollo de la escritura que permitió la acumulación de conocimientos y datos.
• Su cultura y conocimientos se mantuvieron y fueron asimilados por los pueblos que los conquistaban.
• Ambas se desarrollaron en lo que conocemos como media luna fértil.

Como ya he indicado, la cultura babilónica se desarrolló en la zona mesopotámica y debido a sus características, es común llamarla cultura mesopotámica ya que esta fue la última existente antes de la invasión de los persas y absorbió rasgos y conocimientos de sus predecesoras y enemigas o rivales:

• Sumeria: aunque hubo asentamientos neolíticos en mesopotámia desde, al menos, el 6700 a.C., podemos decir que el inicio de esta cultura parte del periodo Uruk (4000 al 3200 a.C.) ya que en este periodo se desarrolló la escritura (3300 a.C.).
• Acadios:  este imperio estuvo sumergido en el periodo sumerio y duró desde el 2350 al 2220 a.C., cuando los sumerios volvieron a tomar el poder.
• Asirios: los podemos datar entre el 1813 a.C (que ningún historiador me mate) y el 609 a.C, en el que medos y babilonios tomaron la capital Harrán.

Babilonia con los Jardines Colgantes. Artísta del siglo XVI Martin Heemskerck.

El Imperio Babilónico también intentó dominar a otros pueblos, entre ellos figura el más que conocido Egipto. Las tribus del Nilo son contemporáneas a las mesopotámicas, aunque algunos historiadores apuntan a que nació algunos siglos más tarde. 

Bien, hasta aquí un breve resumen cronológico. Ahora vamos a hablar un poco de su escritura. Tanto en las orillas del Nilo como entre el Tigris y el Eúfrates, se desarrollaron en paralelo dos formas de escritura. Como ya he mencionado antes, aproximadamente la escritura comenzó en el 3300 a.C. Aunque se suela dar la explicación de que la escritura se desarrolló para llevar una contabilidad más eficiente impulsada por el comercio, no es una explicación suficiente. Los factores más relevantes para el nacimiento de la escritura fueron los siguientes:

• Comercio y administración.
• Necesidad de representar objetos de la vida cotidiana.
• Datación de acontecimientos.
• Legislación y religión, recordemos que son teocracias así que la religión dicta las leyes.
• Poder. Quien posee la memoria escrita es reconocido por la sociedad.

En ambas culturas se desarrolló una escritura pictográfica. En Egipto se desarrolló la escritura jeroglífica y esta se mantuvo durante gran parte del imperio, sobretodo como representación artística y de alto nivel cultural. Ambas culturas dejaron atrás la la escritura pictográfica para desarrollar una escritura que permitiese la representación de ideas más abstractas que el «pájaro, pájaro, cocodrilo, hombre de lado, etc.»

El desarrollo de las dos escrituras también estuvieron influenciadas por los materiales utilizados para plasmar en ellas los símbolos.

En Mesopotamia se utilizaron tablillas de barro y se desarrolló una escritura cuneiforme. Los egipcios, en cambio, utilizaron los papiros (plantas acuáticas que crecen en las orillas del río Nilo) y desarrollaron una escritura más simplificada que la jeroglífica. Los egipcios, primero desarrollaron la escritura hierática y una vez que entraron en contacto con los griegos, desarrollaron la escritura demótica. La escritura demótica es más simple que la jeroglífica.

Como he mencionado antes, no fueron los babilonios, sino sus predecesores los sumerios los que desarrollaron la escritura y, además, un sistema de numeración. Este sistema de numeración fue absorbido por los babilonios. El sistema numérico combinaba dos bases, la base decimal para medir pequeñas cantidades, y la sexadecimal (la que utilizamos para medir el tiempo y los ángulos) que se utilizaba para los números más grandes.

Entre el 3.000 y el 2.000 a.C. se empezó a usar un sistema posicional, es decir, un sistema en el que cada posición modifica el valor del número existente en esa posición (322 = 3*100 + 2*10 + 2*1). De esta forma, el sistema babilónico era de yuxtaposición hasta el 60, a partir del 60 era un sistema posicional. El principal problema de este tipo de numeración es que no existe ningún signo o pictograma que signifique cero. Recordemos que el cero se introdujo unos milenios más tarde de la mano de los árabes. Los mesopotámicos, egipcios y demás culturas que desarrollaron las matemáticas, se las tuvieron que apañar con este problema. Los mesopotámicos usaron espacios en blanco, por ejemplo, si querían expresar el 101, tenían que poner 1 1. Como os podéis imaginar, esto ocasionaría mal entendidos. Aún así, los problemas matemáticos que consiguieron resolver con su sistema fueron los siguientes:

• Sumas y restas.
• Multiplicaciones y divisiones. Utilizaron tablas para las divisiones.
• Potencias y raíces. También utilizaron tablas para las raíces. 

Estas herramientas las utilizaron para:

• Contabilidad de bienes (materias primas y contabilidad).
• Problemas de geometría para el cálculo de superficies y volúmenes. Sobretodo la utilizaron para la agricultura y la construcción.

Desgraciadamente, los babilonios no llevaron más allá las matemáticas y sólo las utilizaron para intereses prácticos. En cambio, profundizaron en la numerología (Tom Cruise ya se anduvo por allí predicando) y la astronomía/astrología. Referente a la astronomía, hicieron un profundo trabajo para posicionar los astros. Parece ser que la Torre de Babel era un observatorio astronómico y templo. 

Ahora un poco de tiempo, como cualquier cultura centrada en la agricultura y la ganadería, es imprescindible saber cuándo vendrán las crecidas de los ríos, cuándo cosechar, cuándo plantar, etc. Como eran una cultura desarrollada con orden social y una administración más compleja, era necesario tener una precisión más alta del tiempo, los días son demasiado largos. Antes de nada, pongamos un calendario, ¿solar o lunar?:

• Utilizando un calendario solar, disponemos de 365 días al año, días y noches que se hacen más o menos largos, eso es un problema. Pero es muy bueno para saber cuándo viene la crecida del río.
• Utilizando un calendario lunar, disponemos de 360 días al año, repartidos en 12 meses de 29.5 días solares. 

Los mesopotámicos unieron ambos métodos, iniciaban el año lunar con la primera luna nueva que seguía al equinoccio de primavera (año solar). De esta forma podían tener referencias más exactas sobre los eventos importantes del año. 

Para cuestiones más administrativas como, por ejemplo, medir y acotar el tiempo en el que un individuo expone su defensa o sus argumentos en los foros o en los juicios, se precisaba instrumentos de medida más sofisticados. Entre los instrumentos más usados se encontraban los relojes de arena y las clepsidras (cuencos que se llenaban de agua y se iban vaciando poco a poco por un agujero que tenían en un lateral). 

Voy a hacer un último apunte, esta vez sobre las matemáticas egipcias. Los egipcios utilizaban un sistema decimal basado en la yuxtaposición, es decir, por reiteración de cifras. Esos sí, sus matemáticas no llegaron a alcanzar el nivel de desarrollo de los babilónicos. 

Recordemos, en la media luna fértil se desarrolló la escritura, las matemáticas y una cultura compleja y atractiva que se mantuvo viva a pesar de que los respectivos imperios fueron conquistados en varias ocasiones por otros pueblos que se terminaron adaptando y adoptando dichas tradiciones y conocimientos.  

 Víctor Pascual del Olmo

Referencias:

Historia de la Ciencia. Autores: Javier Ordóñez, Víctor Navarro, José Manuel, Sánchez Ron. ISBM: 978-84-670-2969-7 

Víctor Pascual