Reseñas HdC: Nikola Tesla. El genio al que robaron la luz

Nikola Tesla. El genio al que robaron la luz

Margaret Cheney

Nº de páginas: 424

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: TURNER

Lengua: ESPAÑOL

ISBN: 9788475068787

Precio: 28€
SINOPSIS

Nikola Tesla fue el descubridor del campo magnético rotatorio, la base de la corriente alterna que hoy ilumina el mundo; pero también el padre de tecnologías visionarias en su época como la robótica, la informática o las armas teledirigidas. Tesla disfrutó del mecenazgo de grandes prohombres que crearon sus imperios gracias en parte a los descubrimientos de Tesla para luego estafarle y dejarle solo y arruinado.

RESEÑA

“El futuro pondrá las cosas en claro y a cada uno en su sitio según sus méritos. El presente les pertenece. El futuro, que es en realidad para lo que yo trabajo, será mío”. Son palabras del propio Tesla se han convertido en una realidad: sus experimentos sentaron las bases no solo de la corriente alterna (a la que se opuso Edison en la llamada Guerra de Corrientes), sino de la radio, los vehículos automatizados, y mucho más. El desarrollo de la electricidad fue, tras el tornillo de Arquímedes, el avance más significativo en la historia de la tecnología. Pero su vida estuvo marcada por más batallas que la de la corriente alterna: el plagio de sus patentes pioneras y la búsqueda de financiación para estudios científicos que más parecían ficción que ciencia.

“Son tantas las ideas que se le pasan por la cabeza, que solo consigue atrapar algunas al vuelo y, de esas, solo tiene tiempo y energías para culminar con éxito unas pocas. Muchas veces, lo mismo se le ha ocurrido a otro inventor y resulta que este se adelanta a la hora de plasmarlo (…)”

Nikola Tesla

En este libro, que se basa en testimonios contemporáneos o en lo que el propio Tesla escribió o dijo de su trabajo, queda de manifiesto su carácter peculiar y estrafalario (¿parecido al de Alan Turing? Igual fue solo mi impresión) que a veces suponía un impedimento a la hora de hacerse comprender. Las dificultades que se encontró quedan reflejadas en las consideraciones que Tesla escribió a un amigo:

“El género humano, escribió, no había evolucionado lo suficiente para prestar atención a “la intuición profunda que guía al descubridor en su trabajo”. Quizá sea mejor, “a la vista de cómo está el mundo que, en vez de auspiciar y fomentar el desarrollo de un concepto revolucionario, tal idea, cuando echa a andar, solo encuentre obstáculos e impedimentos, por falta de medios, por intereses encontrados, por pedantería, estupidez o ignorancia: que reciba ataques y todo sean pegas; que haya de soportar duras y amargas pruebas, que pelee por abrirse paso en el mercado; porque solo así saldrá a la luz. Igual que en el pasado cuando se ridiculizaba, condenaba, combatía o eliminaba cualquier idea grandiosa que, al cabo del tiempo y finalizada la polémica, volvía a resurgir con más fuerza, con más brío.”

Sin embargo, sus exposiciones de los inventos tenían mucha fama y se le invitaba desde muchos países para oírle hablar:

“Como aún no se había acuñado el lenguaje científico pertinente, Tesla describía los efectos visuales como un poeta inspirado por el intrigante retozo entre la llama y la luz. (…) No obstante, ningún científico hubiera podido censurar sus disertaciones como carentes de sustancia técnica.

A pesar de los fuegos artificiales, de la filosofía y de la poesía con que las acompañaba, todas sus aserciones científicas contaban con el respaldo de experimentos que él mismo había realizado no menos de veinte veces.”

Desde sus sueños futuristas, a los ideales que le impulsaban en la lucha diaria contra la mala suerte y los acreedores, a las distintas épocas en la vida de Tesla, y su amor a las palomas, el libro permite hacernos una idea de cuánto han contribuido las aportaciones del inventor a las aplicaciones que usamos ahora.

“Reconocía el mérito de los pintores, pero, desde mi punto de vista, sus obras no eran sino sombras y esbozos. El inventor, sin embargo, ofrece al mundo cosas realmente tangibles, que palpitan y funcionan.”

“No se detenía en los avances que había conseguido -recordaba el mayor Edwin A. Armstrong, (…)- sino que transmitía la inquietud de una imaginación desbordante, que se negaba a doblegarse ante lo que los otros consideraban dificultades insuperables; una imaginación cuyas pretensiones, en no pocos casos, hemos de situar aún en el terreno de la especulación.

 Ununcuadio

ununcuadio

Escogí al elemento 114 para ser blogger porque tengo energías radiactivas 🙂 Actualmente soy redactora científica, antes química y doctora en Ciencia de Materiales (aplicada a la nanomedicina). También soy una superviviente supercrítica. Colaboro en Naukas y organizo el evento BCNspiracy