Jon Postel, pionero de Internet
Jonathan Bruce Postel, nacido el 6 de agosto de 1943 en Altadena, California, y fallecido el 16 de octubre de 1998, fue uno de los pioneros de lo que hoy conocemos como Internet, y gracias a su enorme contribución a la creación de ese ente tecnológico, hoy podemos gozar del mismo cotidianamente. Podemos considerar, sin duda, que el desarrollo de Internet que ha conducido a su situación y modus operandi actual sería bien diferente sin su decidida participación.
Postel estudió en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), donde obtuvo su doctorado en ciencias de la computación en 1974 en el mítico grupo dirigido for el profesor Leonard Kleinrock. Estos estudios condujeron a su temprana participación en el proyecto ARPANet, la red de conmutación de paquetes de la que se desarrolló la moderna Internet, y en donde es una figura clave del mundo de esa Internet primigenia, y donde junto a otros pioneros, como Vinton Cerf, Steve Crocker y algunos otros, desempeñó un papel crucial en el nacimiento y conformación de La Red.
En sus primeros años de funcionamiento, Jon fue el encargado de que cada elemento que se incorporaba a la naciente red tuviese un identificador único. Primero de una manera estrictamente personal, y que después pasó a realizar mediante la creación de una organización denominada IANA (Internet Asigned Numbers Authority), cuyo funcionamiento se puede retrotraer hasta los propios inicios de la propia ARPANet en el año 1969, cuando él mismo, en su famoso cuaderno, empezó a llevar un listado completamente manual de los números de protocolos de red que se iban asignando. La IANA recogió el testigo de este cuaderno, y fue la primera encargada del funcionamiento correcto de Internet, asignando y gestionando números y nombres únicos del sistema de nombres de dominios (DNS) de Internet.
Con sólo 25 años, Postel trabajó con el Network Management Center (Centro de Gestión de Red), que realizaba análisis y pruebas de funcionamiento en los primeros nodos de ARPANet. Su diseño estaba basado en la idea de que habría múltiples redes independientes, de diseño casi arbitrario, empezando por la propia ARPANet como la red pionera de conmutación de paquetes.
Poco a poco, Postel fue adquiriendo otras responsabilidades diversas, entre ellas su participación en el desarrollo de numerosos protocolos de Internet, como el sistema de nombres de dominios, la transferencia de ficheros (ftp), la conexión a un ordenador remoto (telnet) y el propio protocolo básico de Internet (IP). Además, durante el último cuarto de siglo, fue el director de la Request for Comments (RFC) (petición de comentarios), que era la última etapa de comprobación antes de la publicación de las normas por la IETF (Internet Engineering Task Force), una organización de voluntarios que resolvía los numerosos problemas que iban surgiendo en el avance de Internet.
A pesar de su indudable importancia, Jon Postel nunca fue muy conocido por el gran público, y eso a pesar de que con su peculiar aspecto, espesa barba gris, larga melena y sus inseparables sandalias, era el arquetipo más reconocible de los pioneros de Internet, que recordaban los orígenes del grupo de estudiantes californianos de los años 60, caracterizados por las marchas contra la guerra de Vietnam y sus proclamas hippies de paz y amor. Más allá de estas apariencias, sin embargo, su visión, determinación y coraje fueron absolutamente cruciales en la creación y conformación de la Internet que tenemos hoy día. Por otra parte, siempre fue muy modesto y celoso de su privacidad. De hecho, la primera biografía publicada en su propia página web sólo contenía ocho frases, y apenas mencionaba la importancia de sus muchas funciones y contribuciones. Su influencia técnica se puede ver en el corazón de muchos de los protocolos que hacen todo el trabajo de Internet: TCP/IP, que determina la forma en que se mueven los datos a través de una red; SMTP, que nos permite enviar mensajes de correo electrónico y fundamentalmente el DNS, el servicio de nombres de dominio, en donde fue la figura clave. Todos ellos, en los que aparece parte de su impronta, son los que dan sentido a Internet tal y como es en la actualidad. Postel, en distintas medidas, contribuyó a estas y a muchas otras tecnologías. El propio Vint Cerf, galardonado con el Premio Turing por sus contribuciones al diseño del protocolo TCP/IP dijo de él: «Era nuestra roca, la sólida base sobre la que se construyó toda nuestra búsqueda en la red y el correo electrónico».
Las normas y prácticas de la infraestructura de esa primitiva Internet figuran en la serie de informes RFC ya mencionados, que elaboró durante las casi tres décadas en que Postel fue su editor, y que contienen los borradores de proyectos a través de los cuales se establecieron los consensos que posteriormente darían lugar a las reglas de funcionamiento que han configurado esta red.
Para muchos, la mayor contribución de Jon fue su papel en la creación de la IANA. Esta tarea, para la que se ofreció inicialmente como voluntario para gestionar personalmente, y que en un primer momento realizó de forma completamente manual, proporciona la estabilidad de sistemas de gestión de protocolo de numeración y de Internet necesarios para que crezca de manera ordenada. Jon fue el encargado de llevar a cabo esta función desde su inicio y la ejerció de manera firme hasta el mismo momento de su muerte, de tal forma que para muchos, él era la IANA. De nuevo en palabras de Vint Cerf, mantuvo «un registro de todos los protocolos, los identificadores, las redes y las direcciones y, finalmente, los nombres de todas las cosas existentes en el universo interconectado«.
También fue uno de los fundadores de Internet Society, y el miembro número 1 de la misma, donde ocupó el cargo de administrador desde 1996 a 1998. Una de sus más famosas declaraciones fue «Sé conservador en lo que das y liberal en lo que recibes«. Por supuesto, la frase se refería en el contexto del desarrollo de los protocolos pero, sin duda, también sirve como un recordatorio de que en un mundo de múltiples partes interesadas, la negociación puede recorrer un largo camino para llegar a un consenso o, en su defecto, al menos en la tolerancia de las opciones que podrían no ser deseadas por algunos.
A pesar de que los mecanismos institucionales para la gobernanza de Internet habían evolucionado desde sus primeros pasos, no obstante, durante los años 90, Postel aún era el único gestor de los DNS y delegaba la gestión de los dominios de nivel superior (Top Level Domains, TLD) mediante acuerdos informales con personas de su confianza, además de dirigir también la IANA, que gestionaba la base de datos de dominios TLD y asignaba los bloques de direcciones IP a los registros regionales de Internet.
Algunas de las instituciones relacionadas con Internet, y en particular la IANA, funcionaban en virtud de un contrato con el Gobierno norteamericano, que financiaba toda la investigación relacionada desde finales de la década de 1980, cuando dicha financiación se trasladó desde el Departamento de Defensa a la National Science Foundation (NSF) mediante dos contratos con el Information Science Institute (ISI) de la University of Southern California (USC) y con Network Solutions Inc. (NSI), en los que se definían las diversas responsabilidades de las partes implicadas y se creaba la Internet Assigned Numbers Authority (IANA), dirigida por Jon Postel, como ya hemos indicado, y que en realidad era casi una organización de un solo hombre.
En ese tiempo, los gobiernos nacionales y las organizaciones intergubernamentales no participaban en la gobernanza de Internet. Incluso la delegación de los dominios de nivel superior con código de país (country code Top Level Domains) tuvo lugar sin la participación de los gobiernos o de los parlamentos de los países correspondientes. Así, mientras que innovaciones tecnológicas anteriores, como el telégrafo en el siglo XIX o las emisiones radiofónicas a principios del siglo XX habían provocado inmediatamente una regulación gubernamental en forma de leyes nacionales de telecomunicación y radiodifusión, y posteriormente negociaciones de convenios y tratados internacionales, cuando Internet hizo su aparición no se produjeron actividades de tipo similar. La regulación necesaria de una Internet sin fronteras era de naturaleza principalmente técnica y fue llevada a cabo por los propios técnicos o por proveedores y usuarios de Internet.
La filosofía predominante de los pioneros en aquellos primeros tiempos era que la participación de los gobiernos era innecesaria. Más aún, muchos expertos de Internet explicaban que el extraordinario éxito de la Red se debía a la ausencia de regulación gubernamental, y rechazaban explícitamente cualquier papel de los gobiernos en este nuevo mundo emergente. Recordemos la declaración de independencia del ciberespacio de John Perry Barlow, o las declaraciones de Tim Berners Lee en 1998: «Existe la idea de que la sociedad puede funcionar sin la implicación de un gobierno jerárquico y burocrático en cada paso, simplemente si somos capaces de dar con el conjunto adecuado de reglas para una interacción de igual a igual. Del mismo modo que el diseño de Internet y de la Web es una búsqueda de un conjunto de normas que permitan a los ordenadores trabajar juntos y en armonía, nuestra indagación espiritual y social es en favor de un conjunto de normas que permitan a las personas trabajar juntas y en armonía».
En este tiempo, la labor de Postel desde el Internet Science Institute (ISI) de la University of Southern California (USC) era gestionar partes fundamentales de los recursos críticos de Internet, en particular los dominios de nivel superior (Top Level Domains, TLD) y los bloques de direcciones IP a través de IANA, mientras que NSI gestionaba el registro y los servicios de registro para los dominios de nivel superior ‘.com’, ‘.net’, ‘.org’ y ‘.edu’, así como el Servidor Raíz A. No obstante, cada vez era mayor la insistencia de los diversos gobiernos en participar de la gestión de algunos de estos recursos críticos bajo los auspicios de la Internet Society. Por ello, Postel presentó varios planes para modificar los mecanismos para la gobernanza de Internet, rechazados por el Gobierno estadounidense debido a que en todos ellos su influencia quedaba muy diluida. Finalmente, en julio de 1997, y tras fuertes negociaciones, donde Postel se mantuvo firme, el Gobierno estadounidense revisó su actitud y aceptó que su participación debía ser la menor posible. A Postel ya le quedaba muy poco tiempo de vida, pero había ganado la batalla. La propuesta, que se planteó inicialmente en el Marco mundial para el comercio electrónico (Global Framework for eCommerce), consistía en un documento de orientación firmado por el presidente norteamericano Bill Clinton. Poco después, y de acuerdo a dicha propuesta, se creaba la Corporación de Internet para Nombres y Números Asignados (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, más conocida por sus siglas ICANN) en septiembre de 1998, pocos días antes de la muerte de Postel, su máximo impulsor, siempre reacio a la intromisión gubernamental, y que fue su legado póstumo a los internautas.
Jonathan Postel falleció el 16 de octubre de 1998 en Santa Mónica, California, con sólo 55 años tras haberse sometido a una intervención cardiovascular. Sus dolientes lanzaron un escuadrón de aviones de papel volando en honor al hombre al que veían como un genio de la técnica y un hombre que, en silencio, hizo todo lo que era necesario en apoyo de Internet para contribuir a su avance, y para darle la presencia con la que hoy la conocemos.
En conmemoración de toda su actividad, Jon Postel fue galardonado con la medalla de plata de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) por el papel central que desempeñó en la creación de Internet. También cada año, la Internet Society recuerda a Jon mediante la entrega del premio «Jonathan B. Postel» a quien haya realizado contribuciones sobresalientes en el servicio a la comunidad de Internet. Cabe indicar que el primer receptor fue el propio Jon, ya fallecido, a título póstumo, siendo el ponente Vin Cerf que lo redactó en forma de memorandum RFC con el número 2648 de la serie, y bajo el título «I REMEMBER IANA».
Fernando Cuartero
Algunas referencias sobre Jon Postel.
Ha dejado un legado monumental a todos los Internautas. Realizando un servicio eficaz durante décadas, actuando cuando otros parecían paralizados, y siempre encontrando el camino correcto en un campo minado por un conjunto de obstáculos, a veces técnicos y a veces políticos.
Vint Cerf
Aquellos de nosotros que se incorporaron a Internet después de su inicio heredamos no sólo una idea y una tecnología maravillosas, sino también un modelo de sociedad, un conjunto de valores y formas de trabajo que suenan extrañas en otros lugares. Jon Postel se situó en el centro de esta tarea, y no sólo en su obra, ese servicio se prestó a la sociedad, sino también por la forma de hacerlo, por ese concepto de que algunas cosas son propiedad de todos, y de hacer una tarea simplemente porque es lo que hay que hacer, con tolerancia hacia opiniones diferentes, y así sucesivamente que hoy se conoce como la cultura de Internet. Su muerte nos deja con una gran responsabilidad de continuar esa tradición.
Tim Berners-Lee
Aunque su vida fue breve, Jon Postel hizo una contribución esencial para el progreso humano.
Bill Clinton
Realmente era la persona más poderosa de la red, por supuesto. Y obtuvo ese poder legítimamente, como la única persona que podía ganarse el respeto y la lealtad de toda la comunidad.
David Farber
Si la red tiene un dios, probablemente es Jon Postel.
The Economist
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