¿Metrolo…qué?
Y yo que creía superada la etapa en que tenía que explicar a mis amigos y familiares en qué consistía esa extraña profesión que había elegido: la investigación. Y ya no digamos cuando te pedían que les contaras “exactamente” en qué trabajabas. Aún recuerdo mis explicaciones divulgativas sobre mi campo de investigación en nanotecnología. No se me olvida, de hecho, como una compañera de laboratorio en mi etapa pucelana decía a sus colegas que trabajaba en Zara para no complicarse la vida con explicaciones. Risas aparte, voy yo y ahora cambio de trabajo. Y vuelta a las explicaciones. Si me apuras incluso son más rocambolescas que antes. Y lo digo no tanto por lo que yo digo sino por lo que me entienden. Algunos piensan que me he puesto a dar el tiempo en la tele. Otros que me dedico a ajustar balanzas. En fin, señores y señoras (amigos/as todos/as), que ahora soy metrólogo. Si, ¿metrolo…qué?
Y es que, desde hace un par de semanas, trabajo en una spin-off de la Universidad de Sevilla y el Centro Andaluz de Metrología, llamada Simetrycal, y en la que nos dedicamos a prestar servicios integrales de gestión en el campo de la metrología y calibración tanto a empresas privadas como a organismos públicos. Así que si tienes en equipo de medida en tu laboratorio que calibrar y no sabes a quien mandárselo, ¡acuérdate de mí!
Historias del metro
Lo primero que suelo hacer para explicar mi nuevo trabajo es recurrir a la etimología. Metrología contiene la palabra metro. ¿Ahora alguien tiene ya idea de lo que hago? Pues la metrología tiene que ver con las mediciones. Es la ciencia y el “arte” de medir “bien”. Pero, ¡ojo!, medir “bien” no es sólo medir con cuidado, o utilizando los procedimientos e instrumentos adecuados. Así, la metrología, como ciencia de las mediciones y sus aplicaciones que es, incluye todos los aspectos teóricos y prácticos de las mediciones, cualesquiera que sean su incertidumbre de medida y su campo de aplicación.
Como me gano la vida con esto, tengo que recordarte que las mediciones exactas son importantes en los procesos industriales, la medicina, la aviación y las ciencias. Pero también se requieren en todas las partes de la vida diaria. Sea en el mercado donde se compran las frutas midiendo en kilogramos, en la estación de servicio donde se paga la gasolina por litro o conduciendo el coche y midiendo la velocidad en kilómetros por hora.
Seguro que estás acostumbrado a medir las distancias en metros y kilómetros, como yo. Lo hacemos con naturalidad y da la impresión de que estas unidades de medida existen desde siempre. ¿Pero fue realmente siempre así? La verdad es que la necesidad de medir tiene su origen hace mucho tiempo, cuando se intercambiaban alimentos y objetos (¿te suena eso del trueque?). Así, para ponerle precio a lo que se ofrecía, surgieron unidades para la longitud o el peso. Al principio las mediciones se hacían con unidades que se referían a partes del cuerpo, como son el pie o el codo. Pero, claro, ¡no todos los pies o codos son iguales! Así que se inventaron unidades e instrumentos de medida que fueran compartidos por todos. Con el tiempo, incluso, surgió la necesidad de encontrar un sistema de medidas completo y común a los distintos países.
Breve historia de la metrología
Así es como se llega al año 1875, en que se firmó un tratado diplomático entre 17 países. ¡Este tratado fijaba el Sistema Métrico Decimal de unidades!. No sé si sabes que hay siete unidades básicas, y que todas ellas se basan en fenómenos físicos fundamentales. Solamente el kilogramo tiene como referencia un prototipo que se encuentra en Francia. Todas las demás unidades se derivan de estas unidades básicas (denominándose, por ello, unidades derivadas).
En la actualidad, en cada país hay un laboratorio nacional donde se realizan o reproducen los patrones de medida para las unidades: el metro, el segundo o el kilogramo, entre otras. Estas unidades forman parte del Sistema Internacional de Unidades (SI). En España, la infraestructura metrológica tiene en su cúspide al Centro Español de Metrología (CEM) y sus laboratorios asociados en el Laboratorio de Metrología de Radiaciones Ionizantes (LMRI) del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), en el Instituto de Óptica Daza de Valdés (IO) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en el Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia (LCOE), en el Real Observatorio de la Armada en San Fernando (ROA) y en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Sin embargo, se mide “bien” en todo el país. En la industria, el comercio, la ciencia, la educación o los servicios. Y ello también constituye parte importante de la infraestructura metrológica española.
Metrología en el deporte y… ¡en el espacio!.
El tiempo exacto es la base de muchos eventos olímpicos. A veces solo es una centésima de segundo lo que separa a los ganadores de los perdedores. En la final de los 100 m en Londres 2012 la diferencia de tiempo entre los cinco finalistas más rápidos fue de sólo dos décimas de segundo.
El 23 de septiembre de 1999 pasó un accidente con la nave espacial “Mars Climate Orbiter”. No sé si te acordarás. Cuando los controladores de la nave encendieron los propulsores para impulsarlo hacia su órbita descendió en la atmósfera del planeta rojo y explotó en pedazos. La causa fue que uno de los laboratorios responsables hizo sus cálculos en Newton (unidad del Sistema Internacional) mientras que otro laboratorio utilizó la libra fuerza (unidad del sistema inglés). Por eso los controladores habían dado a la nave un empuje cuatro veces más fuerte del que debió haber sido.
Y es que, aunque te parezca raro, en los laboratorios de metrología hay gente que se encarga de asegurar que un metro siempre sea un metro, que un termómetro indique la temperatura real cuando tienes fiebre, o que cuando pones 10 litros de gasolina en el coche, efectivamente sean 10 litros. Eso es lo que hace un metrólogo.
Emilio Castro
Nota: Esta entrada participa en la LIII Edición del Carnaval de Física, organizado por el blog Vega 0.0 de Fran Sevilla (@fjsevilla).
Para saber más y divertirse con la metrología:
Metrología para niños y jóvenes del Laboratorio Costarricense de Metrología.
Metrología para niños de MetAs & Metrólogos Asociados.
Metrología: Conceptos y experimentos en edad escolar del Laboratorio Tecnológico del Uruguay.
Javier
Publicado el 01:33h, 25 junioSiempre me ha entusiasmado la historia del nudo cómo medida de la velocidad de un barco. Además de ser una milla náutica con un patrón también basado en la naturaleza.
Bitacoras.com
Publicado el 21:05h, 25 junioInformación Bitacoras.com
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