Reseñas HdC: El diseño inteligente ¡vaya timo!
El diseño Inteligente ¡vaya timo!
Ismael Pérez Fernández
Nº de páginas: 142
Editorial: Laetoli
ISBN: 9788492422616
Precio: 20 €
SINOPSIS (extraida del libro)
«Algunos argumentan —afirma el autor— que se han encontrado pruebas científicas de que el universo ha sido diseñado o creado por Dios, y esto ya son palabras mayores. Saber cómo es, cómo ha sido y como será el universo me parece una de las cuestiones más profundas que nos podemos plantear, y por tanto debemos buscar las respuestas a dichas preguntas de la forma más seria y rigurosa posible. ¿Realmente hay razones científicas para pensar que el universo ha sido diseñado? De esto es de lo que quiero hablarte: de lo que sabemos acerca del universo (y cuando digo sabemos me refiero a lo que nos dice el conocimiento científico sobre el universo). Y lo que sabemos es que no hay una sola prueba de que el universo haya sido creado o diseñado por alguna clase de Dios. De esto es de lo que voy a tratar de convencerte: sí, has leído bien, convencerte, y para ello usaré argumentos y pruebas».
RESEÑA
Hay preguntas que, aunque tengan un enunciado breve, requieren de conocimientos muy complejos. Por ello, cuando nos preguntamos si el universo ha sido creado por algún tipo de deidad nos encontramos desnudos de ignorancia, pues hace muy poco que la humanidad está comenzando a comprender la naturaleza del espacio exterior; una tarea inacabada, pero que puede darnos muchas pistas para responder a dicha pregunta. Ahí es donde comienza la difícil tarea a la que se encomienda Ismael Pérez Fernández en este libro, en explicarnos cómo es el universo y por qué no podemos concluir que ha sido inventado por ningún tipo de ser sobrenatural.
La tarea no es fácil, ni mucho menos. Que los lectores sepamos muy poco sobre física no es culpa suya, así que tendrá que ir acercándonos a los dos tamaños que importan aquí: el de las partículas subatómicas, y el de las macroestructuras galácticas. Es curioso que ninguna de esas cosas podamos medirlas cómodamente en metros o centímetros, como hacemos con todo lo que nos rodea – tampoco las escalas del tiempo lo serán -. Para colmo, estamos hablando de conceptos anti intuitivos en muchos casos, de hipótesis que aún quedan por demostrar y de física que se está construyendo hoy día.
Pero no nos engañemos: El hecho de que aún no conozcamos algunas de las cuestiones fundamentales del universo (como la cantidad de materia oscura que existe) no es un argumento a favor del diseño inteligente. Antes al contrario, no hay indicio a favor del mismo en ninguno de los continuos avances de la cosmología.
Así, la tarea de este libro se centra en explicarnos de forma amena y divulgativa cuestiones como el big bang, el principio antrópico o la teoría de los multiversos. Hay que tener en cuenta que es más complejo explicar estas nociones que dar una respuesta a la pregunta de si hemos sido diseñados. En este embite Ismael nos muestra su destreza en su labor divulgativa (que ya conocíamos con sus blogs homínidos, el superpoder de la filosofía y su espacio en Naukas), aun a sabiendas de que algunos conceptos no van a quedar claros para aquellas personas que menos saben de física… ¡qué remedio! Sin embargo está muy bien como base para iniciarnos en cualquiera de esas tareas (por ejemplo, a mí me gustó su parte sobre la teoría de multiversos, que es la que menos conozco).
Además de los aspectos físicos, el libro abarca de forma somera algunas cuestiones necesarias, como el hecho de la evolución, lo que nos queda por descubrir en cosmología, y la irrelevancia de las explicaciones que no explican nada, como la del dios diseñador.
Bitacoras.com
Publicado el 21:32h, 25 octubreInformación Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: El diseño Inteligente ¡vaya timo! Ismael Pérez Fernández Nº de páginas: 142 Editorial: Laetoli ISBN: 9788492422616 Precio: 20 € SINOPSIS (extraida del libro) “Algunos argumentan —afirma el autor— que se han encontrado prueb..…
Yo mismo
Publicado el 20:08h, 17 septiembreEl problema que veo en el evolucionismo es la explicación del porque, no del como. Y me explico.
La teoría de Darwin es valida para explicar que aquellos individuos que poseen características superiores, respecto a sus iguales, tienen mas posibilidades de supervivencia y, por ende, su descendencia la tendrá.
Esta teoría podría explicar que las primeras criaturas pluricelulares que poseyeran ojos (aunque se tratase de una versión muy primitiva respecto a la actual), tendrían ventaja respecto a otras criaturas que no los poseyesen, y por tanto, su nivel de supervivencia seria mas alto respecto a los demás, y que sus descendientes, con las mismas propiedades, también lo tuvieran.
Sin embargo, retrocediendo al origen de la vida, a la famosa sopa de la vida, a la formación de los primeros organismos pluricelulares, esta teoría se convierte en insuficiente para explicar porque, en algún momento dado, un organismo pluricelular, carente de cualquier sentido, desarrolla un órgano captor de estímulos externos (luz, olores, etc.), sin “saber” siquiera que existen esos estímulos externos (y entrecomillo sin saber, porque eso denotaría inteligencia a nivel celular).
La respuesta que algunos me darían seria, la mutación. No necesariamente un organismo crearía un ojo perfecto en su “primer intento” (como ejemplo la vista), sino que crearía algún tipo de órgano “captor”, no especializado en ningún sentido en concreto , intentando buscar estímulos externos que pudiera usar a su favor, para garantizar su supervivencia, y que, con el paso del tiempo, mejoraría a su favor.
Y es ahí donde la teoría de Darwin se desploma, porque la misma dice que los individuos no se mejoran a si mismo o a su descendencia para pos de su supervivencia, sino que las características mejoradas que aparecen en esos individuos, ya sean por la mutación, ya sean por la casualidad, son las que les darán ventaja, pero no llegaría a explicar el origen de los sentidos (el mismo Darwin reconoce su desconocimiento en este sentido).
Pero mi reflexión va mas allá, no solo la aplico a la aparición de los órganos que nos hacen ven, oír, oler….
Pensemos en los primeros organismo unicelulares. Como, por el motivo que sea, optan por unificarse, organizarse, y “repartirse” las tareas que actualmente conforman las estructuras tan complejas que nos componen.
Si, la ciencia puede explicar como funcionan, pero no “porque funcionan así”. Y es ahí donde radica el verdadero dilema: que, o porque, hizo que se programaran así.