La «nieve oscura», la fusión del hielo y el Calentamiento Global
Hacer modelos para predecir el comportamiento (presente, pero también pasado) de los diferentes fenómenos que observamos en la naturaleza es una tarea muy compleja que no solo requiere de la unión de múltiples disciplinas: física, química, matemáticas, biología, geología… sino que muchas veces se enfrenta a las limitaciones que tenemos sobre cuales son todos los factores que intervienen en el fenómeno que modelamos.
Intentar modelar el comportamiento de nuestra atmósfera ante distintos estímulos es fundamental para estimar cuáles serán los efectos del Calentamiento Global y que medidas serían las más adecuadas para reducir su impacto. Desgraciadamente, es un sistema con muchas variables en el que factores muy dispares influyen en su funcionamiento.
En los últimos años se ha encontrado un nuevo factor que podría contribuir de una manera significativa a acelerar la fusión de los hielos, y por lo tanto, al aumento del nivel del mar, que se suma al del propio Calentamiento Global: La nieve oscura.
¿Y qué se esconde bajo un nombre tan cinematográfico?: Los volcanes, los incendios, la actividad industrial y las tormentas de polvo lanzan a la atmósfera pequeñas partículas que son capaces de viajar a grandes distancias y “teñir” la nieve y los hielos.
Estas partículas suelen tener colores oscuros, y durante periodos donde las condiciones atmosféricas son las adecuadas (momentos en los que la velocidad del viento es muy baja o la presencia de precipitaciones) estas partículas se depositan sobre la superficie de los océanos y los continentes, pero también sobre los casquetes polares y otras zonas cubiertas de nieve.
La nieve y hielo frescos son capaces gracias a su color claro de reflejar entre un 80 y un 90 de la luz solar, pero con el depósito de las distintas partículas, va perdiendo esta capacidad de reflejar la luz, a cambio absorbiendo estas partículas parte de la energía solar como calor, de la misma manera que cuando nos ponemos al Sol con una camiseta oscura notamos más calor que con una de color claro. Este aumento de la temperatura de las partículas oscuras, facilita la fusión de los hielos.
Pero no solo eso, la emisión de estas partículas a la atmósfera también provoca un aumento de las temperaturas del aire al absorber parte de la energía solar incidente en la atmósfera, contribuyendo al Calentamiento Global.
Mientras que algunos fenómenos son inevitables, como las tormentas de arena o las erupciones volcánicas (que también tienen un efecto de enfríamiento atmosférico), los incendios forestales y la quema de combustibles fósiles son algunas de las causas más importantes de la emisión a la atmósfera de estas partículas y si son evitables.
Para que veáis un ejemplo, hemos realizado un vídeo comparando la fusión de dos cubitos de hielo, uno normal y otro cubierto por partículas de ceniza volcánica (del famoso volcán islandés Eyjafjalla) . Como podréis comprobar, se aprecia una diferencia notable en la velocidad de fusión de ambos cubitos, fundiendose antes el cubierto por la ceniza.
Bitacoras.com
Publicado el 23:28h, 12 agostoInformación Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Una advección de polvo cruza el Atlántico. Imáginaos a las grandes distancias a las que las partículas pueden ser transportadas por la atmósfera. Hacer modelos para predecir el comportamiento (presente, pero también pasado) d..…
Pingback:La “nieve oscura”, la fusión del hielo y el Calentamiento Global
Publicado el 07:00h, 13 agosto[…] La “nieve oscura”, la fusión del hielo y el Calentamiento Global […]