La regulación de un cruce por semáforos

Esta es una participación de Breogán Lijó, consultor en movilidad. Trabaja en diversos proyectos para acercar un transporte público y competente a la sociedad y, siempre, bajo unos principios que respeten la calidad ambiental. Participando en HdC, pretende mostrarnos las ultimas tendencias en movilidad y transporte así como ejemplos de buenas practicas a seguir.

La circulación por el tramado viario de una ciudad no es uniforme. Cada vehículo, con un origen y un destino determinados traza su recorrido encontrándose a su paso un número elevado de intersecciones donde otros vehículos interfieren.

En el caso de las rotondas o los ceda el paso, la prioridad está definida dentro del código de circulación (prioridad al que circula dentro de la glorieta, prioridad al que entra por la derecha…). Sin embargo y en ocasiones, el flujo de vehículos y el número de entradas en la intersección es tan elevado que es necesario recurrir a una regulación: un agente de tráfico o, en este caso, un semáforo.

¿Cómo se organizan los semáforos?, ¿cuánto tenemos que esperar para que el semáforo de peatones pase a verde?, ¿cómo evitar los atascos en los cruces y optimizar las bochornosas filas de vehículos?

La regulación de un cruce por semáforos requiere de un diagnóstico de tráfico y de una programación única para cada uno de los cruces de la ciudad. Además, una coordinación con los cruces más cercanos es necesaria para favorecer la fluidez del tráfico.

Cabe destacar que el tiempo en que un cruce completa todas sus “fases” (todos los movimientos posibles en el cruce) se llama “ciclo” y éste, tiene una duración media de 100 segundos para la mayoría de los casos. Conociendo la cantidad de vehículos que entran en el cruce y hacia donde se dirigen, podemos otorgar a cada fase un tiempo mayor o menor hasta completar el ciclo (Imagen inferior). El cruce de peatones corresponde, en general, al sentido de circulación paralelo a él y el tiempo entre fases suele ser de entre 5 a 8 segundos según la cantidad de vehículos.

La capacidad de un cruce de permitir el tránsito a la totalidad de vehículos que esperan en hora punta se mide en porcentaje. Cuando el cruce no es capaz de permitir el acceso de todos los vehículos de una fila de una vez se dice que el cruce está saturado o que supera el 100% de su capacidad. Dentro de la ingeniería del transporte, una de las tareas más demandadas es la optimización de cruces saturados. Bien por la mejora de la gestión de este o por la reducción del número de fases.

El no respeto del paso de vehículos fijado por el semáforo o la distancia necesaria para no bloquear el cruce en caso de retención, puede provocar una reacción en cadena de ralentización por cada fase de la regulación que desemboca en una disminución de la capacidad de la intersección.

Curiosidad: En muchas ocasiones los semáforos van destinados únicamente a los vehículos, disponiendo de un botón para solicitar el paso de los peatones. En un caso así, muchas veces nos preguntamos por qué tarda tanto un semáforo en ponerse en verde después de presionar el botón. Se trata de, simplemente, una cuestión de suerte: si el tiempo destinado a cortar el tráfico para dejar pasar los peatones que puedan haber se localiza en el segundo 45 y presionamos el botón en el segundo 50, tendremos que esperar casi todo el ciclo para que el semáforo nos otorgue paso, si por el contrario lo hemos presionado en el segundo 40, será prácticamente instantáneo.

Breogan Lijo.

Colaborador Invitado