PHdC 9: tacto, fuegos artificiales, direcciones IP y galaxias en expansión.
Nueva publicación de Pregunta a HdC, que se presenta cada miércoles en vuestras pantallas, siempre que os animéis a seguir mandándonos vuestras dudas, claro está. Aprovecho para dar las gracias por su interés a todos aquellos que ya lo han hecho y que nos permiten que esta sección salga adelante.
No os preocupéis si vuestra pregunta no se responde inmediatamente. Se publican sólo algunas respuestas cada semana (en función de la extensión de éstas) así que es posible que la vuestra esté en cola esperando ser publicada. También es posible que sea una pregunta que le esté dando más quebraderos de cabeza de lo normal a nuestros expertos compañeros y necesite de más investigación que el resto. Os pedimos paciencia. De todas formas, cada miércoles podréis revisar si vuestra pregunta está entre las publicadas de esa semana y, sino, siempre se puede aprender algo de las preguntas de los demás.
Os recuerdo el enlace en donde podéis encontrar las distintas formas de hacernos llegar todas vuestras dudas. ¡Atrévete con todas esas preguntas que nunca te atreviste a hacer o que nadie te supo responder!
Estas son las preguntas de esta semana. Esperamos que os resulten de interés.
Mi hermano defiende que donde tenemos más desarrollado el sentido del tacto es en los labios y que por eso los bebés se llevan todo a la boca, ¿es cierto?
-Pregunta llegada vía HdC por Ununcuadio–
Esta imagen muestra la zona que ocupa en nuestro cerebro la sensibilidad táctil (el tacto). En ella se puede ver que los labios ocupan un gran área, luego la cara y después el pulgar. Sin embargo, si comparamos por tamaños, las yemas de los dedos son las zonas más densamente inervadas del cuerpo humano, lo que significa que es donde tenemos más desarrollado el sentido del tacto. Hay un sencillo experimento para comprobarlo, se necesitan dos objetos finos, por ejemplo dos agujas, consiste en cerrar los ojos y que alguien coloque las dos agujas juntas (las sentirás como un solo objeto), y vaya separándolas hasta que sientas dos agujas y no una. Cuanto más pequeña sea la distancia, más sensibilidad táctil tiene esa zona. El truco está en ir engañando a la persona para hacerlo más real. Ya adelanto que la espalda es la que menos sensibilidad tiene.
Pero tu hermano tiene algo de razón, los bebés se llevan las cosas a la boca para experimentar con ellas el sentido del tacto, el del gusto y el del olfato a la vez; mientras que con las manos sólo experimentan tacto. Al mismo tiempo, su motricidad es limitada y, aunque puedan sentir mejor a través de las manos, no tienen la destreza suficiente hasta los 3 meses. El resultado es que la mejor forma para experimentar es meter cualquier objeto en la boca. Por otro lado, los bebés no tienen sus sentidos tan desarrollados como los adultos y para ir desarrollándolos necesitan experimentar. Hay otro asunto implicado y es el reflejo de mamar, que hace que estén a gusto con cosas en la boca. Por último, puede ser que les esté saliendo un diente y mordisquear algo les calme el dolor.
¿Por qué con los cohetes más potentes tarda más en llegar el sonido?
-vía HdC por Joan–
Hoy veía los fuegos artificiales, y había cohetes cuyo sonido tardaba MUCHO más que otros en escuchar, si la velocidad del sonido creo recordar que siempre es la misma, y la diferencia de altura no es aparentemente tan grande como para el retardo, ¿por qué con los cohetes más potentes, tarda más en llegar el sonido?
Basta con pensar un poco. ¿Qué tienen de especial los cohetes más potentes? Pues que tienen mayor cantidad de pólvora. Y por lo tanto suben más alto, explotando a mayor distancia. Tiene que ser así por un evidente motivo de seguridad: una explosión demasiado cercana al suelo podría ser peligrosa. Subiendo más, pueden desarrollar más potencia y resultar más espectaculares.
Afirmas que la diferencia de altura no es aparentemente tan grande, pero ahí está la clave: sólo aparentemente. Una explosión pequeña a poca altura y una grande a mucha altura podrán parecer similares pero no lo son. La prueba es precisamente esa demora en llegar el sonido. Puedes calcular aproximadamente la altura si cuentas los segundos que tarda en llegar el sonido: cada 3 segundos, cuenta 1 kilómetro de distancia lineal.
Por supuesto, la velocidad del sonido es siempre la misma, aproximadamente. Cambia un poco dependiendo de la presión atmosférica, pero la diferencia es inapreciable para nuestros sentidos. De hecho, el valor antes indicado viene a ser de 333 m/s, que no es el valor exacto (342 m/s). Así que como verás, décima de segundo más o menos no vamos a apreciar la diferencia con nuestros oídos.
¿Qué es una dirección IP? ¿y un dominio?
-vía Twitter por Tirkha/MAP @tirkha–
Todo ordenador conectado a Internet necesita conocer un conjunto de normas de comunicación, que llamamos protocolo TCP/IP. Dentro de esta red, cada equipo necesita un código único que lo identifique: la dirección IP.
Una dirección IP tal y como la conocemos (versión 4) es un conjunto de cuatro números entre 0 y 255 que separamos por puntos decimales (como, por ejemplo, 192.168.1.1). Dentro de este rango hay algunas combinaciones que no podemos usar, como son la 0.0.0.0, o las que comienzan por 127. La dirección que usamos nos la proporciona nuestro proveedor de Internet cuando realizamos la conexión. Como suele ser distinta cada vez, se denomina dirección IP dinámica.
Cuando accedemos a una página web no necesitamos conocer la dirección IP de la máquina, sino que usamos las facilidades que dan los dominios; que son nombres fáciles de entender por las personas, que luego las máquinas traducen en direcciones IP. La dirección completa de acceso a un contenido concreto de un dominio se llama URL. Por ejemplo, la URL https://www.hablandodeciencia.com/cortometrajes/ muestra uno de los contenidos más interesantes del dominio hablandodeciencia.com.
La masiva incorporación de usuarios a Internet en todo el mundo provoca que el rango de direcciones disponibles se haya agotado (que nadie se asuste, los proveedores tienen algún que otro truco en la chistera). Debido a este problema, y al cambio que ha experimentado la red en unos años, se está implantando una nueva versión (la 6) del protocolo TCP/IP, donde las direcciones IP tienen 8 campos de 0 a 65535. Por suerte, el paso de la versión 4 a la 6 será transparente para el usuario, y probablemente no tendremos que echar mano de ellas.
Por último, nuestras redes domésticas también funcionan con el protocolo TCP/IP, y asignamos (probablemente de forma automática) una dirección IP local a cada aparato que lo necesite: ordenadores, impresoras, router… siendo este último el que gestionará el intercambio de paquetes entre las direcciones de dentro de la red doméstica y las de fuera de ella.
Si el Universo se está expandiendo porque es el espacio el que se expande, ¿por qué las galaxias se alejan las unas de las otras y no lo hacen las estrellas o los planetas del Sistema Solar?
-vía HdC por Calvin–
Las fuerzas gravitatorias pueden ser mayores que la fuerza de expansión del Universo, siempre que la distancia sea lo bastante corta.
Consideremos, por ejemplo, nuestro planeta. Se mantiene unido porque la fuerza de atracción de toda la masa que lo compone es mayor que cualquier otra fuerza que pudiera provocar su desintegración. A nivel del Sistema Solar, es evidente que sucede lo mismo: las fuerzas gravitatorias mantienen el Sol como una bola de gas y a los demás cuerpos (planetas, asteroides, cometas, etc.) orbitando alrededor. Más allá, toda la galaxia experimenta el mismo fenómeno y por eso todas las estrellas que componen la Vía Láctea se mantienen relativamente cercanas.
Aún nos queda otro nivel: el del Grupo Local. Una agrupación de unas treinta galaxias, de las cuales las mayores son la nuestra y M-31 (la galaxia de Andrómeda), forman una unidad donde no se aprecia la expansión universal. De hecho, M-31 se está acercando a nuestra galaxia y en unos mil millones de años se fusionarán las dos.
Otra forma de entender el efecto de la expansión universal es imaginar que estamos sobre una alfombra que se mueve. Si somos hormigas, nos podemos mover sobre la alfombra sin que nos afecte el movimiento general de la alfombra; de hecho, nos movemos con ella. La alfombra puede estar sometida a la expansión universal (lo que hace que se mueva), y no lo notamos, salvo si observamos por telescopio a otras alfombras lejanas.
Más allá sí que no es suficiente la atracción gravitatoria. Aunque nuestro Grupo Local está siendo atraído por el cúmulo de Virgo, la expansión universal no lo compensa.
¿Podría suceder que la atracción gravitatoria llegue a frenar la expansión universal? Es una de las posibilidades que se han planteado: si fuera cierta, llegaría un momento en que la expansión se detuviera y el Universo comenzaría a compactarse. Por desgracia, los cálculos parecen indicar que eso no sucederá.
Sin comentarios