Reseñas HdC: «Del revés» de Jules Verne
SINOPSIS
En nuestros días, aprovechado el cambio climático, un presidente estadounidense se ofrece a comprar Groenlandia, y un presidente ruso se felicita porque la desaparición de los hielos puede abrir permanentemente para la navegación el mítico Pasaje del Noreste. En 1889, en Del revés, el experto en cálculo J. T. Maston y sus socios del Gun Club, que ya habían emprendido las temerarias aventuras de De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna, encuentran financiación en una millonaria de Baltimore para embarcarse en otro singular proyecto: cambiar el eje de la Tierra para derretir parte del Polo Norte y poder así explotar sus yacimientos de hulla. Nadie sabe cómo lo harán ni desde dónde, pero, después de una subasta pública en la que se les adjudican las tierras árticas nunca exploradas por encima del paralelo 84º, secretamente se ponen manos a la obra. Pronto, sin embargo, para espanto del mundo entero, se conocerán las consecuencias catastróficas para el planeta: fin de las estaciones, océanos y mares vaciados, países inundados, otros tan elevados que casi será imposible respirar… ¿Conseguirá alguien detener tan descabellado propósito? Jules Verne fue visionario en muchas cosas: también en el agotamiento del combustible mineral y en el cambio climático; y no vaciló en atribuir la responsabilidad a la codicia de las naciones. En esta novela aventurada y sardónica el protagonista no son los personajes, sino la Tierra.
RESEÑA
Todos recordamos cuál fue la primera novela “de mayores” que leímos siendo niños. En mi caso fue La vuelta al mundo en 80 días. Después vinieron 20.000 leguas de viaje submarino y Cinco semanas en globo y ya no pude parar. Por eso, cuando cayó en mis manos esta novela, de las pocas del autor que me faltaban por leer, no pude más que viajar a mi infancia y volver a devorar su contenido.
Jules Verne (o Julio Verne, como yo lo llamaba y lo sigo llamando) era abogado de formación, escritor de profesión y científico de corazón. Era un gran apasionado de la ciencia. Tanto, que cuentan que desde muy pequeño se afanó en leer y almacenar artículos de todo tipo de áreas, aunque la que más le fascinó siempre fue la física.
Y eso es algo que puede verse claramente en sus novelas. Con ellas supo enganchar a sus lectores desde la primera página hasta la última, introduciéndoles tanto en la trama que ni siquiera se dan cuenta de que, mientras disfrutan con las aventuras de los protagonistas, están aprendiendo ciencia. Por supuesto, Del revés no es una excepción.
En esta historia se van dejando caer todo tipo de píldoras informativas, tanto sobre física como sobre química, perfectamente fundamentadas. El autor se encargaba de poner las anotaciones necesarias al pie, gracias a sus propios conocimientos y a la ayuda de su asesor, el matemático Albert Badoureau. Además, por si eso no fuera suficiente, esta edición ha contado con la maravillosa revisión técnica del físico y divulgador Eugenio Manuel Fernández Aguilar. Sus anotaciones son el detalle que le falta a la novela para ser científicamente magnífica.
También al final hay un capítulo de Badoureau en el que se explica a golpe de fórmula todo el trasfondo científico de la novela. Es cierto que hay que tener unos conocimientos profundos de física y matemáticas para llegar a comprenderlo del todo. En mi caso, me he perdido bastante, pero no es algo que me haya hecho disfrutar menos del libro.
En cuanto a la trama, no solo resulta ágil y amena. También retrata a la perfección muchos de los problemas a los que nos seguimos enfrentando como sociedad más de 130 años después de la publicación de la novela. De hecho, no hay que ir muy lejos para encontrarse con el primero. Ya en la primera página podemos ver a uno de los protagonistas afirmando que, “dada su conformación cerebral, no hay mujer capaz de convertirse en una Arquímedes, y mucho menos en una Newton”.
Pero el tema de las desigualdades de género en ciencia es un pequeño apunte al principio del libro. En realidad, el gran problema sobre el que gira la historia es lo lejos que puede llegar la codicia humana y lo peligrosa que puede ser la ciencia si cae en malas manos. Afortunadamente, hoy en día contamos con legislaciones que frenan muchos de esos posibles conflictos. Pero, aun así, hay algo más que sí está muy a la orden del día. Y es que, como siempre, Julio Verne fue un visionario, esta vez con el papel que tendríamos los seres humanos en el siguiente cambio climático de nuestro planeta. Ese es otro de los pilares sobre los que se sostiene esta novela, con la que ríes, aprendes, te sorprendes y, sobre todo, piensas. Porque si hay algo que podemos extraer de este libro, más allá de la historia, es eso. Que, una vez terminado, da mucho en lo que pensar.
Biotecnóloga, redactora en Hipertextual y metida en todos los ‘fregaos’ de la Plataforma Almería ConCiencia.
Sin comentarios