Esto no estaba en mi libro de Botánica

Autora: Rosa Porcel

Editorial: Guadalmazán

Año: 2020

Páginas: 384

ISBN: 978-84-17547-27-1

Precio: 19,95 €

SINOPSIS

Este libro va de plantas, pero no es un tratado de botánica. Junto a su autora, Rosa Porcel, @bioamara, vamos a hacer un recorrido por la historia para conocer cómo han influido en nuestra cultura, cómo se alimentan, cómo viven, cómo se relacionan y qué mecanismos tienen para defenderse o adaptarse al entorno concluyendo con la reproducción y el origen de una nueva planta. Todo ello acompañado de divertidos, fascinantes y desconocidos acontecimientos y anécdotas que van hilvanando de forma magistral la historia humana y la historia vegetal.

RESEÑA

¿Te ha pasado en alguna ocasión que empiezas a leer un libro sobre un tema que no te interesa especialmente y terminas entusiasmado y con ganas de más? A mí muy pocas veces, y la última ha sido leyendo Esto no estaba en mi libro de Botánica, publicado por la Editorial Guadalmazán. Sí, un libro sobre plantas, como dice la autora, Rosa Porcel (la gran @bioamara), en la primera frase del libro. Con lo desastre que soy yo cuidándolas, como bien saben bien en mi casa. Por suerte mi mujer tiene el entusiasmo que a mí me falta, y mi hija ha salido a ella.

Cuento esto para que se entienda el mérito que tiene este libro, cuya lectura me ha resultado una auténtica delicia. Me ha encantado su estilo, tan cercano, con unos toques de humor muy sutiles con los que me he sentido muy identificado. En cuanto al contenido, los temas que se tratan son de lo más variados y amenos, plagados de anécdotas muy jugosas. ¿Sabías que una planta es capaz de transmitir la señal de un daño de una parte a otra ? ¿Y si te digo que los granos de polen pueden ayudar a resolver una investigación criminal? ¿O que el debate de si el tomate es un fruto o una verdura se remonta al siglo XIX? Hay que destacar también que el dominio de la autora de todos estos temas es enciclopédico. Pero por encima de todo, lo que más me ha gustado del libro es el amor por las plantas que se se transmite en cada página…En fin, que lo he disfrutado como pocos.

Rosa Porcel (Granada, 1976) es licenciada en Ciencias Biológicas y doctora en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Granada. La mayor parte de su trayectoria investigadora la ha realizado en el CSIC estudiando la interacción planta-microorganismo y la tolerancia de las plantas a la sequía y la salinidad. Recibió el Premio Nacional de Investigación en Relaciones Hídricas, otorgado por la Sociedad Española de Fisiología Vegetal y ha publicado numerosos artículos científicos sobre la relación simbiótica entre plantas y hongos beneficiosos del suelo. Actualmente es investigadora en la Universitat Politècnica de València, docente en el Máster de Mejora Genética Vegetal y en la Universitat Jaume I de Castellón. En su faceta de divulgadora científica es autora del blog «La Ciencia de Amara», además de colaboradora habitual en medios de comunicación sobre temas relacionados con la biotecnología vegetal. Es premio Antama de divulgación científica y su cuenta de twitter (@bioamara) es de las más populares de una científica española. Este es su primer libro.

El libro empieza con una Introducción donde la autora explica por qué las plantas deben dejar de ser las grandes olvidadas (y no le faltan razones). El cuerpo del libro, a continuación, está dividido en cuatro grandes partes para un total de veintiséis capítulos. El libro se cierra con un breve Epílogo, unas Notas con varios dibujos de la anatomía de la planta, la semilla y el fruto, una Guía rápida de cómo llamamos a las plantas, un Índice de plantas que aparecen en el texto, y una Bibliografía recomendada para cada parte del libro. (Sé que alguno de estos anexos los releeré más de una vez.) Por cierto, si alguien se pregunta quién ha hecho los estupendos dibujos de las Notas ¡ha sido la propia autora! Así que no solo escribe de maravilla, sino que dibuja igual de bien.

Campo de tulipanes | Fuente

La primera parte del libro, LAS PLANTAS Y NOSOTROS, trata de la relación especial que hemos establecido con ellas en todos los rincones del planeta desde hace millones de años. Hemos usado las distintas partes de las plantas como medicamento, conservante, sazonador o aderezo de perfumes. Han provocado guerras, avances científicos e intercambios culturales. Y también alucinaciones y envenenamientos. Hasta una de ellas, el tulipán, fue la responsable de la primera crisis financiera de la historia (uno de mis capítulos favoritos, por cierto). Las plantas no solo forman parte de nuestra vida, sino también de nuestra cultura. Solo hay que pensar en todas las referencias a ellas que aparecen en la mitología grecorromana y en los textos sagrados de todas las religiones.

Rafflesia arnoldi | Fuente

La segunda parte se llama COME…LAS PLANTAS TIENEN HAMBRE Y SE ALIMENTAN. Y nosotros nos beneficiamos de su crecimiento, gracias principalmente al ciclo de Haber-Bosch. Aún así tiene sus inconvenientes, por lo que se están buscando alternativas. Una de las más prometedoras es la llamada fijación biológica de nitrógeno. Por otro lado, resulta fascinante conocer las estrategias de las plantas carnívoras: camuflajes, trampas pegajosas, otras en forma de jarrón…Son tan curiosas como enrevesadas. Otra estrategia de supervivencia es obtener los nutrientes de otra planta, como quien dice sin mover un dedo. Son las llamadas plantas parásitas. Una de ellas, Rafflesia, tiene la flor más grande del mundo, de 11 kilos de peso y más de un metro de diámetro.  

Girasol | Fuente

La tercera parte, VIVE…LA AGITADA VIDA SOCIAL DE LAS PLANTAS, empieza recordándonos la importancia del suelo y de algunos de sus habitantes, como las bacterias y las micorrizas. Aunque con muchas limitaciones, las plantas pueden moverse, normalmente en respuesta a un estímulo ambiental, por ejemplo, la luz. También pueden comunicarse con otras plantas bajo el suelo o incluso por el aire. Y se está estudiando si podrían tener una forma primitiva de memoria o hasta consciencia. Otro aspecto muy importante y que nos afecta de lleno es el de las enfermedades, que arruinan cultivos y provocan crisis humanitarias terribles como la Gran Hambruna de Irlanda. No les faltan enemigos a las plantas: virus, bacterias, hongos, herbívoros, insectos, arañas, orugas…Por su parte, las plantas han desarrollado armas moleculares que emplean para su defensa y supervivencia. Algunas de ellas tienen propiedades farmacológicas y las usamos como plantas medicinales. 

Mariposa monarca | Fuente

Y AMA…LAS PLANTAS TAMBIÉN CREAN VIDA es la cuarta y última parte del libro. Empieza repasando los colores de las flores, una forma de asegurar la polinización y, por tanto, la continuidad de la especie. La variedad es enorme también en sus tamaños:  desde nuestra conocida Rafflesia hasta la más pequeña Wolffia, apenas visible con lupa. Luego se adentra en el maravilloso mundo de la reproducción sexual de las plantas. El objetivo está claro. Las flores deben polinizarse y luego hay que dispersar las semillas. Lo que sorprende son las diferentes estrategias empleadas por cada especie, con la complicidad de sus polinizadores, normalmente insectos. Y lo que hemos dicho de las flores se puede aplicar a los frutos, pues hay una enorme variedad en cuanto a tamaño, forma, color y textura. Por último, he alucinado al saber de la existencia de un banco mundial de semillas, la Bóveda Global de Semillas de Svaldbard, en Noruega. Fue inaugurado en 2008 para salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos alimentarios en caso de una catástrofe local o mundial.

En definitiva, Esto no estaba en mi libro de Botánica es un fabuloso tratado sobre las plantas que hará las delicias de cualquier persona dispuesta a aprender y pasar un buen rato. En mi caso hasta ha conseguido que le dedique más tiempo a las plantas de mi casa.