Reseñas HdC: La tabla periódica

La tabla periódica: la curiosa historia de los elementos

Hugh Aldersey-Williams

Nº de páginas: 512 págs.

Editorial: ARIEL

ISBN: 9788434405974

Precio: 24,90€

SINOPSIS

Y como usted mismo, los elementos también tienen su vida, su historia; personalidades y actitudes, talentos y defectos, historias llenas de significado. Puede que la vaga idea que tenga de ellos sean las letras que las representan en la tabla periódica pero en realidad los conoce mucho más de lo que piensa. Bienvenido a un deslumbrante viaje a través de la historia, la literatura, la ciencia y el arte. Se topará con el hierro que llueve del cielo y los gases que iluminan el camino al vicio. Descubrirá cómo el plomo puede predecir su futuro, o cómo el zinc cubrirá su féretro; qué tienen en común sus huesos con la Casa Blanca o el brillo de las farolas con la sal de cocina. Desde las civilizaciones antiguas a la cultura contemporánea, desde el oxígeno de la publicidad hasta el fósforo de la orina, los elementos están tan cerca como lejos de nosotros mismos. 

RESEÑA

En comparación con La cuchara menguante, Hugh Aldersey-Williams nos presenta su visión de los elementos de la tabla periódica, en conexión con la historia de su descubrimiento, pero no solo con ella, sino entrelazados en las obras de Shakespeare o de T.S. Eliot; a  los fuegos artificiales y los meteoritos pasando por los tunicados. Además, el autor no dudará en viajar a los lugares más curiosos en busca del origen del elemento, o de probar experimentos alquímicos como su descripción desternillante de cómo intentó reproducir el descubrimiento del fósforo de Brand en la orina. También tiene reflexiones, que a ojo de una química son impagables, como las siguientes:

Wöhler se convirtió en la primera persona que sintetizó una sustancia que se encuentra en los organismos vivos (…) con lo que demostró que la química era universal en todos los ámbitos animados e inanimados.

O esta otra, tampoco apta para quimiofóbicos ni partidarios de «lo natural»:

El sistema de Berzelius borró finalmente cualquier distinción persistente entre la esencia de un material obtenido de fuentes naturales y el mismo material producido en el laboratorio. Una vez que una sustancia como el amoníaco, pongamos por caso, es identificada como NH3 en lugar de “espíritu de cuerno de ciervo”, de repente resulta claro que ya no importa de dónde proceda para que sea lo que es.

Sin embargo, hay ciertos pasajes del libro que en mi opinión se quedan algo cojos, o quizá por el afán de divulgar han quedado poco rigurosos. De todas formas, es un libro entretenido.

Ununcuadio

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Escogí al elemento 114 para ser blogger porque tengo energías radiactivas 🙂 Actualmente soy redactora científica, antes química y doctora en Ciencia de Materiales (aplicada a la nanomedicina). También soy una superviviente supercrítica. Colaboro en Naukas y organizo el evento BCNspiracy