
Reseñas HdC: Los buenos virus
Los buenos virus
Autor: JAL
Editorial: Guadalmazán
Año: 2025
Páginas: 256
ISBN: 978-84-19414-67-0
Precio: 19,95 €
SINOPSIS
Los virus no son solo agentes causantes de enfermedades. A lo largo de estas páginas, el profesor y divulgador José Antonio López Guerrero (JAL) nos muestra una visión revolucionaria y fascinante de estos nanoorganismos que han moldeado la evolución de la vida en nuestro planeta.
¿Sabías que algunos virus fueron cruciales para que existieran los mamíferos placentarios? ¿O que los bacteriófagos podrían ser nuestra última esperanza contra las bacterias resistentes a antibióticos? ¿Te has preguntado alguna vez qué papel juegan los virus en el clima de nuestro planeta?
RESEÑA
«Los virus son malas noticias envueltas en proteínas.» Esta famosa definición de los biólogos Jean Shinglewood y Peter Medawar en 1983 se ha cumplido en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. Recordemos, sin ir más lejos, la reciente pandemia de coronavirus. No obstante, esta visión es incompleta y, en muchos sentidos, inexacta. La mayoría de los virus son inofensivos para los seres humanos, y algunos incluso nos resultan beneficiosos. Precisamente de estos últimos trata Los buenos virus, el nuevo libro del virólogo y divulgador José Antonio López Guerrero (JAL), publicado por la Editorial Guadalmazán.
Con la mirada experta de un vida dedicada a su investigación, el autor nos guía por un sorprendente recorrido que redefine la imagen tradicional de los virus. Esta obra revela su faceta más sorprendente y beneficiosa: esenciales en la evolución de la placenta de los mamíferos, clave en innovadoras terapias contra el cáncer y útiles en aplicaciones de biotecnología. Sin estos minúsculos compañeros de viaje no existiría la vida tal y como la conocemos. Se trata, sin duda, de una lectura necesaria para comprender que no todos los virus representan una amenaza. De hecho, muchos podrían convertirse en inesperados aliados.
Sobre el autor
José Antonio López Guerrero, «JAL», (Madrid, 1962) es catedrático de Microbiología en el departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Junto a sus labores docentes, su actividad investigadora ha girado siempre en torno a la virología. En la actualidad es director del grupo de NeuroVirología de la UAM y del laboratorio de “Neurovirología y nuevos antivirales frente a virus humanos” del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO). A lo largo de su carrera, ha desarrollado también una intensa labor de divulgación científica. Colabora activamente en numerosos programas de radio, televisión y prensa escrita. Ha publicado más de 250 artículos entre investigación y divulgación, y es autor y/o editor de 16 libros. Con Guadalmazán ha publicado los títulos Virus, ni vivos ni muertos (2018); Coronavirus, anatomía de una pandemia (2021) y Virus, chicas y laboratorios (2023).
Sobre el libro
Los buenos virus se estructura en seis grandes bloques. Su objetivo es claro: transformar la percepción tradicional que tenemos de los virus como meros agentes infecciosos. Aunque comienza con una síntesis histórica de los patógenos más relevantes para contextualizar al lector, el verdadero núcleo del libro explora sus facetas menos conocidas. JAL nos guía para descubrir a los virus como poderosos motores de la evolución, herramientas tecnológicas de vanguardia y componentes intrínsecos de la vida en la Tierra, argumentando de manera convincente que su papel en la historia natural es, en realidad, incuestionable y crucial.

Modelo del SARS-CoV-2 | Fuente
El primer bloque, titulado «COMENCEMOS CON ALGO SOBRE VIRUS MALVADOS», cumple con lo anunciado: ofrece un repaso de algunos de los patógenos virales más notorios. En él se analizan ejemplos como los virus del Zika, del papiloma humano (VPH), el VIH y, por supuesto, el tristemente célebre SARS-CoV-2. El contenido también da cabida a investigaciones de vanguardia, como la que explora si ciertas infecciones virales podrían estar en el origen de algunas enfermedades autoinmunes, entre ellas la celiaquía. Asimismo, se profundiza en la sorprendente hipótesis de un posible comportamiento cooperativo entre virus para evadir el sistema inmunitario de sus huéspedes. Nada mal para unos organismos sobre los que ni siquiera existe consenso acerca de si están vivos.
El segundo bloque, «¡PON UN VIRUS EN TU VIDA!» analiza el extraordinario éxito evolutivo de este microorganismos. Han colonizado todos los ecosistemas gracias a su versatilidad genética y, lejos de representar solo una amenaza, aspiran a ser una fuente de soluciones. Por un lado, los bacteriófagos emergen como una esperanza en la lucha contra las superbacterias resistentes a los antibióticos. Por otro, nos han dotado de herramientas biotecnológicas muy valiosas. Un ejemplo paradigmático es la retrotranscriptasa, una enzima que permite convertir el ARN en ADN —un proceso ajeno a las células humanas—, base de técnicas esenciales como la RT-PCR. Los virus también pueden actuar como vectores en terapia génica, facilitando la inserción de material genético en células diana con una precisión inigualable. Quién iba a pensar hace unos años que los virus podrían convertirse en un instrumento vital para el avance de la medicina.

Un macaco comiendo | Fuente
El tercer bloque, «SOY MAMÍFERO PLACENTARIO… ¡Y TÚ!», profundiza en un descubrimiento fascinante de nuestro genoma: los retrovirus endógenos (HERV), vestigios de antiguas infecciones víricas que hoy constituyen hasta un 10% de nuestro ADN. Aunque la función exacta de los HERV no está del todo clara, la evidencia sugiere que muchas de estas secuencias fueron «reclutadas» por nuestro organismo para cumplir nuevas funciones. Un ejemplo extraordinario es la sincitina, una proteína de origen vírico esencial para la formación de la placenta. Un estudio seminal del año 2000 no solo confirmó este origen, sino que demostró su presencia en otros primates. De hecho, experimentos con ratones modificados para carecer de sincitina mostraron que sus embriones no llegaban a término. Así, esta proteína placentaria, heredada de un retrovirus que infectó a nuestros ancestros hace millones de años, se convirtió en una ventaja evolutiva decisiva para los mamíferos placentarios.
Bajo el elocuente título «LOS BACTERIÓFAGOS: SIN ELLOS, LA VIDA…¡COMO QUE NO!», el cuarto bloque revela la importancia de estos virus especializados en infectar bacterias. Su potencial es tal que se postulan como una solución de vanguardia para uno de los mayores desafíos de la medicina moderna: la resistencia a los antibióticos. Ante la creciente incapacidad de estos fármacos para erradicar infecciones, los bacteriófagos emergen como terapias sustitutas o complementarias. Más allá de la salud humana, el libro subraya su esencial función ecológica, particularmente en los océanos, donde son clave para regular el ecosistema y la captación de dióxido de carbono.

Ciudad de México, de noche | Fuente
El quinto bloque, titulado «EL USO DE VIRUS EN ESTUDIOS BIOMÉDICOS», analiza dos investigaciones que ejemplifican la influencia de factores ambientales y sociales en la dinámica de las infecciones virales. La primera de ellas revela cómo la contaminación lumínica puede favorecer la propagación del virus del Nilo Occidental. El motivo es que las aves infectadas expuestas a luz artificial prolongan su capacidad de transmitir el patógeno hasta el doble de tiempo. La segunda investigación examina un retrovirus que, si bien infecta por igual a hombres y mujeres, modula su virulencia en función de las diferentes prácticas de lactancia.
El sexto y último bloque, titulado «Y DE LO MÍO… ¿QUÉ?», se centra en la trayectoria profesional del autor como virólogo, una carrera que inició en 1983. A lo largo de esta sección, JAL repasa algunos de los proyectos de investigación más relevantes en los que ha participado, destacando el papel fundamental de los virus en cada uno de ellos. El relato culmina con la visión de toda una vida consagrada a utilizar estos organismos como poderosas herramientas para el avance científico y médico.

Henrietta Lacks | Fuente
Para concluir, el libro cierra con un epílogo revelador que supone «una justa reparación histórica«. Se centra en el acuerdo alcanzado en 2023 entre la familia de Henrietta Lacks y el laboratorio que durante décadas se benefició de sus células, las HeLa, cultivadas sin su consentimiento. Henrietta Lacks falleció de cáncer en 1951 a los 31 años, y desde entonces sus células se han convertido en la base biológica de infinidad de investigaciones y avances médicos.
He aquí el broche de oro a un libro que, con los virus como protagonistas absolutos, da un vuelco a nuestra concepción más arraigada sobre ellos. JAL no solo les da voz, sino que les otorga un papel de un inmenso potencial beneficioso: son los arquitectos de terapias génicas innovadoras, la esencia de vacunas revolucionarias, el bisturí de la biotecnología moderna, los aliados inesperados contra el cáncer y hasta un elemento de influencia en el clima planetario. Tras su lectura, nuestra mirada hacia estos seres fronterizos ya no volverá a ser la misma.
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