Reseñas HdC: Papá, ¿cómo se enroscan las caracolas?
Un paseo geométrico por la naturaleza
Autor: Luisma Escudero
Ilustraciones de Raquel GU
Editado por: Editorial Crítica
Año: 2023
Páginas: 88
ISBN: 978-84-9199-489-3
Precio: 14,95€
Sinopsis
Ríos, animales, rocas, plantas… la naturaleza está llena de geometría. Pero, para verla, ¡hay que saber buscarla!
En este libro acompañaremos al científico Luisma Escudero y a su familia (tres niños curiosos y una gata sarcástica) a dar un paseo geométrico para descubrir que las matemáticas son mucho más que números, se esconden entre las rectas, las espirales, los brócolis y las mariposas que hay a nuestro alrededor. De la mano de las ilustraciones de Raquel Gu, aprenderemos y nos divertiremos encontrando las fantasías que nos da la naturaleza, de dónde vienen y por qué ocurren.
Reseña
Papá, ¿cómo se enroscan las caracolas? ¿Por qué las cebras tienen rayas? ¿Por qué a las abejas les gusta hacer hexágonos? ¿Por qué las telarañas son tan resistentes? ¿Por qué las pompas de jabón son bolas? Luisma Escudero es un papá con mucho trabajo, como todos los papás y mamás, porque los niños son curiosos por naturaleza, y esa curiosidad hay que regarla todos los días para que no se marchite.
Ese es el objetivo del paseo geométrico por la naturaleza que nos propone Luisma, fomentar la curiosidad, además de evitar que en las mentes infantiles anide esa creencia extraña (por lo infundada) de que las matemáticas son un cuerpo de conocimiento frío, abstracto y alejado de la realidad… Las matemáticas moldean y estructuran el mundo que nos rodea, y no sólo el creado por nosotros, son el lenguaje en el que se expresa la naturaleza y una de esas formas de expresión es la geometría.
A lo largo de las 88 páginas que componen el libro, conoceremos a Luisma Escudero, biólogo y padre, apasionado de la geometría y de las preguntas curiosas. Aunque los que realmente guían la aventura geométrica con sus preguntas son tres niños, sus hijos: Margarita, de 7 años, Ernesto, de 5, y Luismino, de 3. La familia protagonista la completa Piumina, una gata con muchas ganas de polémica que pone el toque de humor mordaz.
Estructura
El libro se divide en 15 capítulos más un apéndice, perfectamente enlazados unos con otros, pero que se caracterizan por abarcar, cada uno, un concepto concreto:
- ¡La naturaleza está llena de matemáticas! Capítulo introductorio para indicar justo eso, que la naturaleza está llena de matemáticas.
- Medusas y estrellas de mar. Sobre la simetría en los seres vivos.
- Azulejos y copas de árboles. Sobre teselaciones y patrones de voronoi.
- El suelo es lava. Sobre los prismas de la calzada de los gigantes.
- La pirita y los virus. Sobre poliedros en los minerales, el azúcar y los virus.
- Panales y ojos. Volvemos a los patrones de Voronoi, pero esta vez nos centramos en los hexágonos.
- La jirafa y la cebra. Sobre los patrones en la piel de los animales.
- ¿Cómo se descubre un escutoide? Qué es un escutoide y cómo fue su descubrimiento.
- Redes y enredos. Sobre las redes de las telarañas, las alas de las libélulas y el esqueleto de los radiolarios.
- ¿Qué forma tiene un melocotón? Sobre las formas de las frutas.
- Huevos y vuelos. Sobre la forma de los huevos.
- ¿Y si los arco iris no son arcos? Sobre la forma del arco iris.
- Mariposas y brillibrilli. Sobre la dispersión de la luz en los animales irisdiscentes.
- El bosque en un brócoli. Sobre espirales y fractales.
- Todo se llenó de escutoides. Más escutoides.
- Apéndice. Donde se amplían algunas historias.
¿Infantil o para todos los públicos?
En este paseo, Raquel GU es la responsable de poner el paisaje con sus pinceles. En los detalles de sus bellas ilustraciones están las claves para entender lo que Luisma Escudero explica, imbricándose sus palabras con las ilustraciones y las ilustraciones con sus palabras.
Antes de terminar quiero advertir que aunque leáis por ahí que el libro está indicado para niños de hasta 12 años, yo añadiría que es apto para seres de todas las edades (como diría una famosa matemática pelirroja que hace un cameo en el libro), el único requisito indispensable es tener curiosidad. Y a las pruebas me remito, esta niña de cuarenta y casi dos primaveras lo ha disfrutado un montón 🙂
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