Recreo de curiosidades
Confusiones, vampiros y una receta de sangre
Una vez oí: “invierte en leyendas, siempre crecen”. En el recreo de curiosidades de esta semana he intentado hacer lo contrario, desmontar leyendas. ¿Cómo? Jugando, por supuesto.
Lo más probable es que penséis que Halloween es una fiesta importada y que sería mejor un “Don Juan Tenorio”. Quizás tengáis razón, pero como mi objetivo es que se entretengan y que aprendan alguna cosilla, no se me ocurre mejor gancho que un recreo dedicado a Halloween.
Había que ambientar y creo que no existe mejor manera de hacerlo que con música. Les esperaba con poca luz y con una música un poco siniestra. La podéis oír aquí: Recreo de curiosidades, especial Halloween
Confusiones
Creo que en alguna ocasión lo he mencionado, pero por si acaso me repito, no hay nada mejor para que la curiosidad asome el hocico que plantear una pregunta.
¿Qué veis en la imagen?
Sí, efectivamente, dedos asomando. ¡De un cadáver! o eso pensaríamos al verlo. Ya me conocen y sabían que había trampa. Se ha oído la palabra hongo. Sí, se trata de un hongo, en concreto, de Xylaria polimorpha. Aparece en noviembre-diciembre época de humedad, de frío y de anocheceres sombríos.
¿Os imagináis que vais paseando por un bosque y os los encontráis? ¡Menudo susto! Es posible, incluso, que al verlos fuerais corriendo a contar lo que acabáis de ver.
Al volver de día a buscarlos, ¿qué veríais? Casi seguro que los hongos hubieran cambiado de forma o que a la luz del día no parecieran tan siniestros, ¿no? Sin embargo, no tenéis duda de lo que habéis visto: unos dedos que ya no están. Creeréis que algo raro ha ocurrido y contaréis una leyenda sobre un muerto que no está muy muerto y que, durante el día, no se ve. ¿ Un vampiro? Tal vez.
Nos hemos dado cuenta de que unos curiosos hongos y nuestro miedo pueden crear una leyenda, tal vez, de vampiros. Les he explicado que no es nada nuevo y que es un mito que existe en muchas culturas, que se presenta de distintas formas y que, por alguna razón que desconozco, nos encanta.
¿Reconoces al personaje?
Drácula, sin duda. Posiblemente, el vampiro más conocido. ¿De dónde surge Drácula? Entre mis estudiantes siempre hay alguien con la respuesta preparada y, en este caso, uno de ellos ha dicho que de Vlad Tepes. No penséis que con eso se ha acabado, ¡qué va! Otra estudiante ha comentado: “Eso, eso, el Empalador”. A lo que uno de los más pequeños ha mencionado algo de un palo por allí donde la espalda pierde su noble nombre, os podéis imaginar las risas que nos hemos echado.
Vampiros
Era momento de hablar de literatura y de Bram Stoker. Unas pinceladas del personaje y que, posiblemente, se hubiera basado en Vlad Tepes para crearlo.
Ya teníamos, el mito de los vampiros y a un personaje concreto. Faltaba intentar averiguar cómo pudo surgir la idea de vampiro. Para especular sobre el tema hemos jugado a “¿víctima o vampiro?”.
Había que plantear una situación: os encontráis con alguien en la calle que se tambalea, tiene la cara blanca y balbucea pidiendo agua, ¿qué pensaríais? Como suponéis, las respuestas han sido variadas, anemia, una buena borrachera, bajada de tensión. Claro, porque sabemos cosas, pero ¿hace siglos? Tal vez, ¿la víctima de un vampiro? ¡Ummm!
Les he descrito una situación que nos sirviera de contexto: un pueblo perdido en el centro de Europa, una población aislada y no demasiado grande, con poco acceso a libros, a conocimiento y, por supuesto, hace unos cuantos siglos.
En ese momento se han dado cuenta de por dónde iban los tiros. Les he ido presentando una serie de síntomas de enfermedades. Si vivieran en ese contexto, ante la misma pregunta, ¿qué hubieran dicho?, ¿víctima o vampiro? Para empezar los síntomas del ántrax. Unánime, sin duda, víctima.
Hemos pasado a la peste. Había alguna duda, pero les he contado que a las víctimas de peste, en ocasiones, se les enterraba sin asegurarse de que habían fallecido. Al abrir el ataúd, tiempo después, podían aparecer arañazos en la tapa, sangre y cadáveres que parecían “recientes”. ¿Víctima o vampiro? Se han decantado por vampiro.
Con los síntomas de la rabia: fotofobia, palidez, ruido al respirar. Sin duda, vampiro. La anemia estaba reservada para las víctimas y la ¿porfiria? Les he contado que ahora sabemos que es genético y que puede afectar a varios miembros de una misma familia. Se caracteriza por la fotosensibilidad, el ansia por la sangre debido a la anemia y por la intolerancia al ajo. ¿Ajo? Claro, muy claro, vampiros.
Mis “recreistas” se han dado cuenta de que, en parte, es así cómo se crean algunos mitos y leyendas. En ocasiones, sucede que, cuando no sabemos cosas, y algo nos produce miedo o rechazo, tendemos a atribuirle rasgos que no corresponden. Al igual que hemos hecho en el recreo, aquellas personas que vivían en esa época, ante la falta de conocimiento sobre los síntomas y los procesos de algunas enfermedades, pudieron originar y alimentar la leyenda de esos seres misteriosos, sangrientos y que nos chiflan. Conclusión: invierte en leyendas, siempre crecen.
Cuando ya estaba claro que los vampiros son leyendas, me quedaba una última pregunta por hacer: ¿los vampiros existen? Un “no” casi coral ha resonado. Con una carcajada que he intentado que fuera un poco siniestra (no sé si lo he logrado), he dicho en voz alta y clara: “existen”. Mientras aguantaba la risa, les he dejado que reflexionar un poco.
Ha habido dudas, sin embargo, a nadie se le ha ocurrido pensar en vampiros como animales. Así que cuando les he dicho que sí, que hay vampiros, las caras eran de: “a ver por dónde nos sale ahora”. ¡Me conocen bien!
Efectivamente, murciélagos, en concreto, Desmodontinae. Hay tres especies: vampiro común, nombre que le puso el Conde de Buffon, vampiro de patas peludas y el vampiro de alas blancas.
He oido alguna vocecilla que decía: “¡qué tramposa!”. Me he reído mucho y, esta vez, sin risa siniestra.
Una receta de sangre
Nos quedaba la receta de sangre. Han hablado de remolacha, miel con colorantes y alguna que otra cosilla similar. ¿Colorante? Sí, pero ¿cuál? Os imagináis la respuesta, ¿no? Rojo, por supuesto. Bien, seguro que sí y ¿algún color más?
¿Qué diríais? ¿Azul? ¿Negro? El verde es lo que le dará más credibilidad a la sangre, pero cuidado que la proporción debe ser 4 de rojo y 1 de verde. Mezclados crearán un buen efecto de sangre.
Uno de los “recreistas” más joven ha dicho que el color sería como de sangre seca. ¿Os cuento que le han respondido?: “no, el color no. El color no existe, es la luz”. ¡Me encanta que me escuchen!
Se han ido hablando de probar la receta y espero que con la idea de que las leyendas son eso, leyendas.
Hasta aquí el recreo de curiosidades especial Halloween. La semana que viene, tal vez, hablemos de OVNIS y de “no sé, Rick, parece falso”.
Para aprender de la ciencia detrás de Halloween os recomiendo estas lecturas de Jose Luis Sampedro Ruiz:
¿Qué es el recreo de curiosidades?
Se trata de una actividad donde estudiantes y docentes nos reunimos para charlar, jugar o hacer algún experimento relacionado con la ciencia, la cultura, el arte o cualquier cosa que nos interese. La idea es fomentar la curiosidad y que esté alejado de la rigidez del aula.
La intención es dar pinceladas sobre temas diversos y poder explicar cosas que no se explican en clase, que motiven y que fomenten las ganas de aprender, pensar y tener un espíritu crítico.
No se trata de apabullarles con grandes conocimientos y conceptos complejos, no. Son pinceladas que les guíen para buscar más, preguntar, interesarse por diferentes áreas y curiosear.
El recreo de curiosidades se realiza en el colegio El Carmen Indautxu (Bilbao) con la colaboración del Hablando de Ciencia
En Recreos de Curiosidades anteriores:
Asociación de ideas, pareidolia y sinestesia
Venom, microbiota y trasplante fecal
Socióloga, Master en Cultura Científica, profesora de Cultura Científica y apoyo a estudiantes con dificultades de aprendizaje.
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En Twitter, Instagram y BluSky me podéis encontrar como @darthscience666
Me encanta aprender y enseñar. Soy muy fan del futuro y de lo que está por llegar. Me encanta leer. Lo mismo leo un ensayo de matemáticas que una novela de vampiros. Creo que se puede aprender de todo lo que nos rodea y que todas las personas tienen algo que enseñar. Procuro hacer las cosas con humor porque aprender y enseñar no deben ser una tortura, nunca
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