Reseñas HdC: Ensayos escépticos

Ensayos escépticos
Bertrand Russell
Editorial: RBA LIBROS
Nº de páginas: 288 págs.
Encuadernación de tapa blanda.
ISBN: 9788490064795
Idioma: español
Primer edición: 1928
Última edición: 2013

SINOPSIS

Quisiera proponer a la amable consideración del lector una doctrina que podría parecer moderada, pero, de aceptarse, acabaría revolucionando por completo la vida humana.

Con estas palabras iniciales Russell nos anticipa unas ideas que siguen siendo revolucionarias. En una época como la nuestra, cuando el omnipresente capitalismo del siglo XIX es ya una tiranía, la defensa del escepticismo como una forma de independencia intelectual es más actual que nunca. Como señala John Gray en el prefacio a esta edición, esta obra reúne «algunos de los ensayos más sugerentes y mejor escritos con que cuenta la lengua inglesa», escritos en su mayoría en la década de 1920.

RESEÑA

¿Qué sería del escepticismo sin Russell? Sin lugar a dudas este grande del siglo XX ha marcado un camino a seguir en el movimiento escéptico y en el activismo social. Russell (1872-1970) fue filósofo, matemático, lógico y escritor, por esta última faceta recibió el Premio Nobel de Literatura en 1950.

Esta recopilación de ensayos realizados entre 1920 y 1930 tratan sobre libertad, educación, trabajo, moralidad, economía, religión, laicismo, guerra, paz, creencias, capitalismo, comunismo, gestión de recursos naturales… Pocas cosas se deja en el tintero y la reflexión es continua. Casi han pasado cien años desde que comenzó a escribir estos ensayos y el mundo ha cambiado mucho, pero sus diferentes análisis son de una profunda utilidad ya que hay errores que seguimos cometiendo a pesar de las décadas transcurridas.

Aunque Russel vivió hasta 1970, varias preguntas saltaban a mi cabeza suponiendo que nada más existió para él a partir de 1928 (fecha de la publicación de los ensayos). Y es que, ¿qué pasaría si Russell reviviese en pleno siglo XXI? ¿Seguiría pensando lo mismo? Creo que se sorprendería de la capacidad humana de sobrevivir a pesar de nuestra manía por aniquilarnos. Se sorprendería de ver cómo hacemos bien poco por cuidar de nuestro planeta y malgastamos recursos naturales a pesar de las innumerables pruebas que indican que nuestro ritmo de crecimiento es imposible. Se sorprendería de las múltiples organizaciones y asociaciones que intentan mejorar este mundo y de la pasividad de los gobiernos por actuar. Se sorprendería de la Guerra Fría y de sus resultados. Se sorprendería de que a pesar de todo esto, aún no nos hayamos aniquilado tras una guerra nuclear. Y sin lugar a dudas, se sorprendería de cómo países desarrollados abandonan la ciencia que les ha hecho crecer y abrazan posturas pseudocientíficas.

Hay que remarcar que el uso de los términos escepticismo, movimiento escéptico y pensamiento crítico siempre se basan en el precepto de que la duda es acompañada de la investigación. Si no existe una investigación posterior en búsqueda de pruebas que acepten o rechacen la hipótesis original de la cual se duda, caemos en el nihilismo o en pensamientos irracionales. Un claro  y actual ejemplo es la opinión del cantante Bobby Ray Simmons (B.o.B) que opina que la Tierra es plana y que los científicos nos engañan [1]. En este caso el pensamiento de B.o.B no se puede catalogar como escéptico ya que no ha hecho una investigación (más allá de poner una regla sobre el horizonte y no apreciar la curvatura del mismo) sobre el tema para confirmar o desmentir su hipótesis.

Bien haría en leer lo que Russell dijo en el libro que estamos reseñando:

El escepticismo que yo defiendo no equivale sino a esto:

1. Que mostrándose de acuerdo los expertos, no es posible afirmar que la posición contraria sea segura.
2. Que no existiendo dicha concordancia, las personas que no sean expertas no pueden considerar segura ninguna posición.
3. Que si todos los expertos sostienen que no hay base suficiente para emitir juicio taxativo, el hombre corriente hará bien en dejar suspenso su propio criterio.

Estas proposiciones podrían parecer moderadas, pero, de aceptarse, acabarían revolucionando por completo la vida humana.

Para Russell, el pensamiento escéptico sería una herramienta de gran utilidad que nos ayudaría a reducir la desigualdad social y los males que atacan a nuestro mundo.

Una parte que no me ha gustado nada sobre los ensayos es su opinión sobre el psiconálisis. Russell considera que el psicoanálisis es válido, aunque no está conforme con que todo esté relacionado con el sexo. Piensa que el psicoanálisis aplicado a la política será una de las mejores herramientas que tendremos para construir un Estado eficiente y evitar corruptelas. Dejemos una cosa clara, el psicoanálisis es una pseudociencia inútil que solo ha generado daño a los pacientes [2]. El apoyo de Russell hacia el psicoanálisis debe enseñarnos que incluso los más racionales pueden ser engañados. Russell tuvo que haberse dado cuenta de que el psicoanálisis no cumplía con el principio de falsabilidad [3], en cambio, se dejó llevar por la corriente psicoanalítica que golpeaba a Europa a principios del siglo XX. Me alivia saber que años más tarde Russell se dio cuenta de que el psicoanálisis no eran en absoluto científico y que estaba cargado de mitología [4]*.

Este libro es completamente recomendable, además de poder leer geniales ensayos sobre el escepticismo y su aplicación práctica, nos enseña mucho del siglo XX. La reflexión está servida.

Víctor Pascual

Referencias:

[1] http://elpais.com/elpais/2016/01/27/tentaciones/1453890277_239082.html

[2] https://www.hablandodeciencia.com/articulos/2013/09/28/resenas-hdc-el-psicoanalisis-vaya-timo/

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Falsabilidad

[4] La filosofía de Bertrand Russell, Jara, J.P. y Bueno, G., 2014.

Notas:

*Mi agradecimiento a Paulo Hernández y a Andrés Carmona por ayudarme con la relación de Russell y el psicoanálisis.

Víctor Pascual