Todo por una manzana
La historia tiene que ver con hechos, personajes y fechas, eso todos lo sabemos, pero probablemente nunca pensaste que una fruta pueda tener numerosas apariciones en la historia y en la ciencia (si logras determinar otra, escríbenos).
Nos acerca el cielo y a la inspiración, pero también se relaciona con el pecado y la traición; el fruto del manzano de color rojo o verde, con apariencia brillante y jugosa es el protagonista de nuestra historia.
Según los relatos bíblicos, la manzana está desde el principio de los tiempos con la humanidad. Fue en el paraíso que la serpiente dijo a Eva. “Si coméis el fruto del árbol del conocimiento seréis como dioses». Es interesante resaltar que en ese momento la fruta tiene relación con el abrir los ojos hacia la sabiduría. Según el conocido texto bíblico, Adán y Eva comieron el fruto y obtuvieron la expulsión del paraíso debido a su pecado. Llegado este punto debemos tomar en cuenta dos situaciones: la primera, en el texto original en hebreo nunca se dice que se trata de una manzana, solamente se habla de un fruto; segundo al parecer una serie de varias y repetidas traducciones equivocadas desde el griego hacia el latín hicieron que la manzana se asociara con un concepto vinculado a la tentación y el pecado. A partir de allí, la religión católica ha seguido interpretando el episodio como un castigo.
Muchos años después y ahora en tierras suizas, la historia de Guillermo Tell es una de las más conocidas de la Edad Media. Según el popular relato, Tell provocó al gobernador por no inclinarse ante el símbolo de la autoridad del Imperio. Este decidió castigar la afrenta y, aun a sabiendas de la fama de buen tirador de Tell, lo retó a disparar una flecha hacia una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo; acordaron que si acertaba le concedería la libertad, pero si fallaba sería arrestado y posteriormente ejecutado. Tell disparó y, por supuesto, atinó a la manzana. El gobernador preguntó por qué había preparado dos flechas si tan sólo tenía un intento, a lo que Tell respondió que, de haber errado, habría disparado la segunda flecha contra él. Se ordenó arrestar y llevar a prisión al insolente, pero durante el viaje Tell escapó, se dirigió al castillo del gobernador y lo asesinó con su segunda flecha.
Si dejamos de lado la ficción, en el mundo real podemos encontrar historias aún más impresionantes relacionadas con manzanas. Hace 2500 años en Grecia vivió un hombre llamado Demócrito de Abdera quien se preguntaba: ¿cuál podría ser “la partícula más pequeña que no puede ser cortada (dividida)”? Esta partícula sería la constituyente fundamental de todas las cosas. Demócrito se planteó el ejercicio mental de poder cortar una manzana en mitades, la mitad en la mitad, el cuarto en la mitad y así sucesivamente hasta llegar a la mínima parte integral de la fruta. Esta idea según el premio Nobel de física Richard Feyman es el concepto más importante del Universo y aunque ahora sabemos que el átomo está constituido por partes (electrones, protones y neutrones), es la clave de lo que llamamos mecánica cuántica y de toda la química que conocemos.
Ahora vamos hacia la Inglaterra del 1600 en donde una manzana, según la leyenda, cayó a Newton sobre la cabeza y fue la inspiración para desarrollar la ley de la gravedad, pieza fundamental de la física moderna, que ha permitido que salgamos de influencia terrestre mediante cohetes y telescopios, hayamos enviado sondas espaciales y que soñemos, tomando las palabras de Star Trek V, con «la última frontera«. Este gran descubrimiento nos permite explicar elegantemente la caída de los objetos en la Tierra, el fenómeno de las mareas, las órbitas de la Luna y de los planetas. Todo este conocimiento quedaría grabado en la última parte de la fantástica obra de Newton los Principia, bajo el título “El sistema del mundo”, unificando de esta forma la física terrestre y la extraterrestre.
Si pasamos al mundo de la música, no puedo dejar de nombrar a The Beatles, quienes fundaron la compañía Apple Corps Ltd, cuyo logo es una manzana de color verde. Según la historia, el logo se instauró bajo la inspiración en un cuadro de Réné Magritte, un extraordinario pintor surrealista Belga. Las opciones más probables indican que la manzana se colocó como un tributo de admiración hacia el cuadro “Esto no es una manzana», (Ceci n’est pas une pomme) de 1954 o “El hijo del hombre” de 1964, que según se cuenta impresionó a Paul McCartney, y del cual sería su actual dueño. Quedándonos con el arte surrealista de Magritte, y sin considerarme un experto, no puedo dejar pasar la ocasión sin decir que este tipo de surrealismo me emociona debido a que nada en su trabajo es realmente lo que parece. El cuadro de “El hijo del hombre” es una maravillosa alusión pintoresco-religiosa en donde el nombre sugiere a Jesucristo, mientras que, como ya lo dijimos, la manzana es el símbolo del conocimiento, pero también de la tentación y el pecado que cubre el rostro del hombre.
Como seguramente ya lo imaginaron la manzana también se encuentra en la empresa de tecnología informática Apple Inc, la gigante de equipos electrónicos y software. Apple estrenó un logotipo en 1976 como una clara referencia a Isaac Newton, la anécdota de la manzana y el descubrimiento de la gravedad. Esta imagen corporativa duró apenas un año para pasar hacia la manzana con un mordisco, inicialmente con los colores del arcoíris (¿otra referencia a Newton?) y luego establecerse definitivamente como el conocido logo de la manzana monocromática mordida. Existe otra versión menos extendida en la cual el símbolo fue colocado por Steve Jobs como un guiño hacia los Beatles, sin embargo la historia que más me agrada considera que el logo actual se debe a un homenaje desde un genio (Jobs) hacia otro genio. Se trataría de Alan Turing, el hombre que sentó las bases de la computación de la era moderna y que desgraciadamente murió en 1954, sin mayor reconocimiento, al tomar la decisión de suicidarse mordiendo una manzana que contenía cianuro. Probablemente la primera (Newton) y esta última versión son las reales pues explicarían tanto la manzana cuanto el mordisco, constituyéndose en otra de las genialidades de Jobs. Si quieres profundizar en la historia de Turing, no dejes de leer la excelente serie de post de Fernando Cuartero en este mismo blog (I, II, III, IV y V). Para finalizar esta parte les comento que según otro integrante de Apple, la mordida solo se agregó a la manzana para que quienes la miran no la confundan con una cereza, es decir es solo cuestión de escala (¡qué triste!).
Pasando al otro lado de la fruta, el apelativo “La Gran Manzana” apareció para la ciudad de Nueva York debido a un escritor de hípica que usó el término en un artículo de una edición del New York Morning Telegraph en referencia a las carreras de caballos en Nueva York, se decía que dicha ciudad era la meta para todo gran jinete: “solo existe una gran manzana, y esa es Nueva York”. Una segunda versión aduce que el término de “Gran manzana” tiene su origen en el mundo de la música, específicamente del Jazz. En los años veinte, en la jerga de los músicos de jazz se usaba el vocablo manzana (apple) como sinónimo de ciudad. Así, por ejemplo, clasificaban las ciudades donde tocaban en manzanas pequeñas, grandes o podridas. Esto hizo que en los mapas dichas ciudades fueran representadas con manzanas. Como en Nueva York se encontraban los clubes de jazz más importantes, donde acudía un selecto público, tocar allí suponía el máximo objetivo; era “The Big Apple” y por lo tanto recibió el conocido sobrenombre.
Pero no puedo dejar a la química fuera de este artículo. Es muy conocido el hecho de que algunas frutas cambian de color una vez se cortan y se exponen a condiciones ambientales. Las manzanas son el mejor ejemplo de tal fenómeno. Químicamente hablando esta es una reacción conocida como oxidación, que normalmente hace referencia a la interacción entre una sustancia y el oxígeno. Siendo puristas el término oxidación es una reacción que retira electrones de un átomo o molécula. En este caso concreto los compuestos químicos de la manzana se llaman fenoles. Los compuestos fenólicos se clasifican como metabolitos secundarios (productos secundarios de su metabolismo) de las plantas. Muchos son productos de defensa ante herbívoros y algunos patógenos, es decir se producen como un mecanismo de protección de los vegetales contra infecciones.
En la oxidación de las frutas interviene un catalizador o enzima, que es una sustancia que acelera una determinada reacción química. En el caso de manzanas, plátanos, peras o melocotones, la enzima es la polifenol oxidasa (PPO), gracias a la cual los fenoles se combinan con el oxígeno para transformarse en quinonas, que se polimerizan (se agrupan entre sí), sufren otra oxidación y se transforman en un compuesto de color pardo llamado melanina; curiosamente en los seres humanos esta misma enzima es responsable de la formación de pigmentos del pelo y de la piel (melanina), y en los cefalópodos como calamar y pulpos se encarga de la producción del pigmento de la tinta.
En fin, para evitar el proceso de oxidación, como cuando se presentan platos gastronómicos por ejemplo, se debe usar una sustancia ávida de electrones. Tales sustancias se llaman antioxidantes. El ácido ascórbico (vitamina C), que se encuentra en el zumo de limón, se oxida con gran facilidad y puede usarse para evitar que la fruta se oscurezca. Así, si se remojan las láminas de manzana en una disolución acuosa de jugo de limón permanecerán claras por mucho más tiempo.
Finalmente déjenme contarles que navegando en la web, descubrí una entrada del gran divulgador Carlos Chordá, en donde se habla de Andrew Pelling, el hombre que “construye orejas a partir de manzanas”. No dejen de verlo, y la próxima vez que tengan una manzana en la mano tómense unos segundos para pensar en todo lo que esta fruta nos ha dejado.
Alexis Hidrobo P.
Para Saber más
- Bailey P, Bailey C. Química Orgánica. Conceptos y aplicaciones. Quinta edición. Pearson Educación. México. 1995.
- Robert L, Wolke. Lo que Einstein le contó a su cocinero. Ediciones Robinbook. Barcelona. 2003.
- Diego Golombek y Pablo Schwarzbaum. El cocinero científico – cuando la ciencia se mete en la cocina –. Siglo Veintiuno Editores S.A. Buenos Aires. 2005.
- http://www.muyinteresante.es/curiosidades/preguntas-respuestas/por-que-se-anade-limon-a-la-manzana-para-evitar-que-se-oscurezca-141372849617
- http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/guillermo-tell-el-heroede-la-independencia-suiza_6365
- http://lacienciaesbella.blogspot.com/2016/06/el-hombre-que-transforma-manzanas-en.html
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https://www.hablandodeciencia.com/articulos/2012/01/03/pueden-pensar-las-maquinas-alan-m-turing/
Invierto mi tiempo en la enseñanza de Química en la Universidad San Francisco de Quito. Además me apasiona la divulgación científica y la ciencia ficción.
Alexis Hidrobo Portilla Alexis Hidrobo
Publicado el 19:55h, 17 septiembre!Actualización! Un alumno mio me acaba de recordar que en física el término «agujero de gusano» también hace referencia a una manzana, que presenta un hoyo de un extremo a otro, después que un gusano se la comió por dentro. En física se refiere al hipotético atajo que existiría entre una región del Universo a otra, y que permitiría los viajes en en el tiempo.
Saludo.
A.