ciencia de cine

Almería estrena su ciclo de ciencia de cine

El pasado 29 de abril la ciencia aterrizó en la Casa del Cine de Almería, con la primera entrega del ciclo Ciencia de Cine, organizado por el Aula de Divulgación Científica de la Universidad de Almería y La Oficina Producciones Culturales.

Siempre decimos que la ciencia está en todas partes y, por supuesto, el cine no iba a ser menos. Por eso, con este ciclo de charlas se pretende hacer una disección del contenido científico presente en algunos títulos emblemáticos del cine.

En esta primera edición de Ciencia de Cine la película elegida ha sido Interstellar y para comentarla hemos contado con la astrofísica Ana Guijarro, del Observatorio de Calar Alto. Después, el 20 de mayo, tendremos a Quique Royuela, de Principia Magazine, hablando sobre la ciencia en el cine: más allá de la ficción. 

Un escenario único para hablar de Ciencia de Cine

La actividad se realizó en el patio de la Casa del Cine de Almería. Se trata de una casa que respira historia del cine almeriense. En ella se alojaron muchas figuras icónicas del celuloide. Y también de la canción. De hecho, el mismísimo John Lennon vivió en ella durante una buena temporada. Allí, en ese lugar emblemático, se puso a disposición de los asistentes una máquina de palomitas, para hacer la experiencia todavía más cinéfila. 

Y ya con todo el mundo armado con sus palomitas empezó la actividad. Tras la presentación, a cargo de José Antonio Garrido, director del Aula de Divulgación de la UAL, y Mabel Angulo, de la Plataforma Almería ConCiencia, la ponente nos fue desgranando poco a poco algunos de los entresijos de una de las películas mejor documentadas sobre el espacio. Y no es para menos, pues, como bien nos contó ella, Cristopher Nolan contó con el asesoramiento del mismísimo Kip Thorne, uno de los mayores expertos del mundo en la aplicación de la Teoría de la Relatividad General de Einstein a la Astrofísica. 

Ana no contó con ningún apoyo en forma de diapositivas. Simplemente fue poniendo algunos cortes procedentes de la película, para después explicar toda la ciencia que encierran. Pero no solo eso. Había hecho los deberes antes y también trajo los resultados de algunos cálculos muy interesantes. Por ejemplo, ¿cuánto combustible se necesitaría para enviar a toda la humanidad fuera del planeta? Menos mal que pilló al público sentado, porque las cifras asustan.

Finalmente llegó el turno de preguntas, en el que hubo de todo, desde una niña interesada en teseractos hasta una señora mayor que salió de allí fascinada por los agujeros negros. Y es que el resultado no puede ser otro si se mezclan la magia del cine con la de la ciencia. Decenas de personas encantadas, disfrutando y aprendiendo hasta con la ciencia más compleja.

La experiencia solo podría ser más enriquecedora si se escuchasen de fondo los acordes del Strawberry Fields Forever de los Beatles. Y lo cierto es que, si nos concentrábamos, casi podíamos llegar a intuir flotando en el ambiente la esencia de John Lennon dándoles vida por primera vez. ¿Cómo no iba a ser una noche para recordar?

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