Recreo de Curiosidades: un rinconcito en la galaxia

Esta semana el Recreo de Curiosidades ha tenido como protagonista nuestro rinconcito en la galaxia y, para especular y polemizar un poco, nos hemos planteado si tenemos compañía en nuestro viaje por el espacio. He contado con la colaboración de Natalia García y Amets Miguel, estudiantes de Cultura Científica.

En ocasiones nos hacemos preguntas sobre nuestro lugar en el universo, es decir, ese pequeño rinconcito de la galaxia en el que habitamos. En un recreo anterior, hablábamos de lo raro que es encontrar personas en el universo, somos poco frecuentes, pero ¿hay otras formas de vida?, ¿existen otras civilizaciones ahí fuera?, en definitiva, ¿tenemos compañía?

¿Hay vida fuera de nuestro rinconcito en la galaxia?

Por especular que no quede. Ha habido respuestas de todo tipo: sí, no, tal vez y una que nos ha llevado a la astrobiología. Uno de mis recreistas ha dicho: “Es posible, pero tenemos que dejar de pensar en vida extraterrestre como Alien. Igual hay bichitos pequeños.”

Tiene toda la razón, nuestra imaginación y la afición por lo fantástico nos han llevado a crear extraterrestres que se nos parecen (con más ojos, más piernas o más manos, pero similares). Más allá de la ficción hay una disciplina que se encarga de estudiar si hay otras formas de vida y de cómo podemos detectarlas, se llama astrobiología. No, no buscan a Alien o a Predator. Su interés está en comprender y analizar las condiciones de Marte, por ejemplo, que permitirían la presencia de vida. Para ello recurren a muchas disciplinas y, con datos científicos, analizan si hay posibilidades de que tengamos compañía por pequeñita que sea. Fascinante, ¿verdad? A ver si les he convencido de que, en lugar de ver programas de esos, de naves y misterios, lean sobre astrobiología.

¿Cuántas civilizaciones puede haber en el universo? Hemos especulado un poco con visitantes de otros lugares, con abducciones fantasiosas y con algún capítulo de Expediente X. En realidad, no necesitamos especular si tenemos una ecuación para hacer los cálculos. He visto caras de incredulidad.

La duda ha desaparecido cuando les he enseñado la ecuación de Drake. ¿Cuántas civilizaciones habrá? La hemos destripado un poco y nos parece difícil acertar el número de civilizaciones que hay más allá de nuestro rinconcito en la galaxia. Distintos valores de las incógnitas dan cálculos variados, desde millones a 10 o a menos de una. ¡Poco fiable!

Visto que el universo es grande, mucho, había que mirar dónde nos situamos en tanta extensión de espacio. La Vía Láctea ha sido la pista de aterrizaje del viaje espacial. Enorme, con forma de espiral y, allí, en un rinconcito, está el sistema solar y dentro del sistema solar, la Tierra y en la Tierra los humanos.

Aprovechando la imagen, he recordado una historia.

“Los celtas creían que la noche lo era porque sobre el cielo se desplegaba una piel de animal muy vieja y desgastada. Las estrellas son la luz que atraviesa la piel por los pequeños agujeros que tiene.”

 ¿Dónde creéis que se vería la Vía Láctea? Exactamente, en la zona de las vértebras del animal. Espero que esta historia les sirva para buscarla cualquier noche de verano.

¿Qué hay en nuestro rinconcito en la galaxia?

En nuestro rinconcito de la galaxia hemos echado un vistazo al Sol, los planetas, con mención especial a Saturno y sus anillos. Para ello Amets nos ha explicado muchos detalles de Saturno y nos ha contado una curiosidad sobre J1407B. ¿No lo conocéis? Os dejo lo que Amets nos ha contado:

“Sabemos que nuestro sistema solar tiene un planeta con anillos muy visibles, que es Saturno, aunque otros como, Neptuno, Urano y Júpiter, también tienen. Pues bien, hay muchísimos planetas en el espacio con anillos, pero hay uno que destaca entre todos, que se llama J1407B. Este planeta tiene 30 anillos cada uno de decenas de millones de kilómetros, ¡en total tienen 120 millones de kilómetros de diámetro! Los de Saturno solo miden 1 kilómetro. J1407B se vería así en nuestro cielo.”

¡Plutón ya no es un planeta!

Con mis recreistas con la boca abierta, ha tomado la palabra Natalia. Tenemos una espinita clavada: ¿por qué Plutón ha dejado de ser un planeta? ¡Nos gustaba que estuviera! Natalia nos ha explicado las razones por las que ya no es un planeta:

“Lleva sin serlo desde agosto de 2006 y mucha gente piensa que es por capricho, pero hay una razón muy obvia, su tamaño. Plutón tiene un diámetro muy pequeño y con esa medida se considera un nanoplaneta. Si dejáramos que Plutón siguiera siendo un planeta, algunas de las lunas de Saturno y de Júpiter también se considerarían planetas. Una curiosidad sobre Plutón es que, desde su descubrimiento en 1930 hasta hoy, no ha completado una órbita alrededor del sol, lo hará en 2178.”

Reducir el sistema solar al Sol y los planetas, es una forma de ver nuestro lugar en el espacio, pero hay algunas cosas más en nuestro rinconcito en la galaxia. Tenemos lunas, cometas, un cinturón de asteroides, el cinturón de Kuiper o la nube de Oort. En mi cabeza suena chulísimo decir: “en 3 pársecs me planto en el cinturón de Kuiper para interceptar a la nave del Imperio, antes de que alcance la nube de Oort”. Me lo tendréis que perdonar, los pársecs son unidades de distancia, pero si Han Solo lo usa así, yo no voy a ser menos.

¿Viajamos en compañía por el espacio?

He vuelto a preguntar: ¿tenemos compañía mientras viajamos por el espacio? La Luna, por supuesto, pero ¡no se vayan todavía, aún hay más! Antes de seguir leyendo recomiendo que pinchéis en este link y que después retoméis la lectura.

Alucinante, ¿verdad? No creo que se imaginaran lo que iban a ver. No somos conscientes de todo lo que tenemos orbitando alrededor, basura, restos de cohetes, satélites y algún elemento no identificado. Hemos seleccionado uno de los satélites, un Starlink, con órbita a 1190 kilómetros de la superficie y periodo de 109 minutos. Se puede seguir su trayectoria en tiempo real.

La primera pregunta ha sido, ¿desde dónde se graba esa imagen? Y la segunda, ¿no se chocan? Así que hemos mirado las órbitas y los periodos. La imagen no es real, se trata de una simulación que recoge la posición de esos elementos. Es similar a la que se usa en los aviones para ver por dónde vamos.

Tras perseguir a un par de satélites y los restos de un cohete, nos hemos despedido alucinando con la cantidad de objetos que tenemos sobre nuestras cabezas y con la conclusión de una de mis recreistas: “lo de Expediente X y el Área 51 no es cierto”. Me imagino que se refería a los extraterrestres.

Hasta aquí el Recreo de curiosidades, todo mi agradecimiento a Natalia y Amets por su colaboración.  

Recomendaciones:

Husmear un poco sobre qué es la astrobiología.

Leer alguna de las historias sobre “un pequeño punto azul” en Café Hypatia.

Jugar con la imagen de los satélites en Leolabs

La app Stellarium para observar el cielo cualquier noche.

Leer cualquier libro de viajes espaciales o de astronomía.

Leer o ver El problema de los tres cuerpos de Cixin Liu.

¿Qué es el Recreo de Curiosidades?

Se trata de una actividad donde estudiantes y docentes nos reunimos para charlar, jugar o hacer algún experimento relacionado con la ciencia, la cultura, el arte o cualquier cosa que nos interese. La idea es fomentar la curiosidad y que esté alejado de la rigidez del aula.

La intención es dar pinceladas sobre temas diversos y poder explicar cosas que no se explican en clase, que motiven y que fomenten las ganas de aprender, pensar y tener un espíritu crítico. 

No se trata de apabullarles con grandes conocimientos y conceptos complejos, no. Son pinceladas que les guíen para buscar más, preguntar, interesarse por diferentes áreas y curiosear.

El recreo de curiosidades se realiza en el colegio El Carmen Indautxu (Bilbao) con la colaboración del Hablando de Ciencia.