Ciclogénesis Explosivas: Sensacionalismo o Realidad Meteorológica.

Siendo sinceros, y para desgracia de los que estamos metidos en el mundo de la meteorología, hoy en día gana por goleada el sensacionalismo periodístico frente a la divulgación concreta y precisa de lo que es este grandioso fenómeno meteorológico perteneciente al sector del tiempo severo. Con este pequeño artículo, intentaré corregir un poco esta desigualdad, explicándoos con lenguaje sencillo y mundano Ciclogénesis Explosiva Klauss 23-24 Enero 2009; un fenómeno atmosférico sumamente inestable y complejo; cuya comprensión requeriría la asistencia a varios seminarios intensivos sobre dinámica atmosférica.

Como pilar fundamental del artículo, seguiré la estructura que en su día el gran Francisco Martín León, uno de los mejores meteorólogos y divulgadores de la materia que tenemos España, sino el que más; siguió en un artículo que publicó hace unos años en la revista RAM (revista de Aficionados a la Meteorología), pero adecuándolo para todos los públicos.Lo que me lleva a aconsejaros que para entender mejor algunos de los términos y mapas que trataré más adelante, conviene que echéis una ojeada a este otro artículo, os ayudará bastante, sobretodo a la hora de entender y saber lo que estáis viendo en los mapas.

Si analizamos la raíz etimológica de la palabra ciclogénesis, ya conocemos su significado: génesis o formación de un ciclón o borrasca, que no es otra cosa que una zona de bajas presiones de mayor o menor entidad. Primer punto que tenéis que tener muy en cuenta: un ciclón no tiene por que ser un huracán, simplemente con ciclón definimos de manera genérica lo que comúnmente llamamos borrasca. Si no especificamos más, ahí se queda, otra cosa es que le pongamos coletillas como tropical, extratropical, explosivo… Este es el primero de los sensacionalismos que encontramos en los medios de comunicación de hoy en día, fruto de una mala utilización del lenguaje técnico. Un huracán es un ciclón tropical, si se acerca un ciclón a la península, pues se acerca una borrasca sin más… Por ejemplo en este mapa:

Podemos ver como tenemos un ciclón acercándose a la península cuyo centro ya roza la zona Sur de Galicia, y sin embargo no pasó nada ni se alarmó en ningún momento a la población, y es que es lo más normal del mundo, sobretodo en los meses de Otoño, Invierno y Primavera.

En general, cualquier proceso de formación de una borrasca o ciclón tiene un factor común, y es la estructura en forma de onda que precede su formación, rodeada siempre de frentes de distinta índole que poco a poco se van desarrollando a la vez que se enroscan sobre un centro determinado. Voy a poneros el ejemplo de Klauss, que es el fenómeno de ciclogénesis explosiva más importante de los últimos años y el más dañino para las personas, en enero del 2009. Lo que pasando por la Cornisa Cantábrica llegó a ser esto:

Gradiente de presión sumamente acusado con un centro de la baja de 969 mb de presión, lo que implica una inestabilidad de la atmósfera muy acusada con vientos huracanados (intensidad de más de 120 km/h , no quiere decir que pertenezcan a un huracán). Inicialmente fue esto que señalo aquí:

Fijaros como tenemos lo que os comentaba anteriormente, una ondulación que choca con la disposición natural que deberían de tener las isóbaras en la zona, y que a su vez tiene asociado una serie de frentes. Lo normal en esa zona es que las isóbaras tomen el camino más directo entre un punto y otro, cuando se producen esas alteraciones es porque tenemos algo en ese punto que nos está generando la suficiente inestabilidad barométrica como para generar movimientos atmosféricos que varíen la presión en esos puntos, como fue el caso de Klauss. Aquí teneis una animación del origen de Petra y posterior evolución:

Como podéis ver, apreciamos un frente muy marcado que evoluciona poco a poco a una rotación clara respecto de un punto formando un vórtice, que no es otra cosa que el núcleo de la borrasca.

Hay una excepción respecto a este tipo de estructuras en forma de onda acompañados de frentes en el origen de ciclogénesis, y son los ciclones tropicales. Fijaros en la diferencia:

Mientras que en el primer caso tenemos un frente bien marcado, en este caso de la nada empiezan a surgir tormentas y fenómenos convectivos muy destacados que con el tiempo se organizan y comienzan a formar la baja. Por así decirlo, para que lo entendáis, es como si varias tormentas fuertes se organizaran formando una sola mucho más potente.

Una vez que más o menos tenemos claro el concepto de ciclogénesis y de ciclón, pasamos ya al siguiente nivel, que no es otro que el que da título a este artículo: La explosividad de un proceso de ciclogénesis. La verdad es que este es el aspecto más fácil e intuitivo de todos los que podemos comentar aquí.esta terminología se aplica a la formación de un ciclón dependiendo de la cantidad de presión que es capaz de bajar el proceso en un espacio de tiempo determinado. Desde un punto de vista genérico, se considera una ciclogénesis como explosiva, si en 24 h o menos es capaz de bajar la presión 24 mb o más, no obstante este valor es variable dependiendo de la latitud en la que te encuentres ya que este fenómeno está directamente relacionado con factores como la rotación terrestre. A nuestra latitud, se ve rebajada la caída de presión de manera que si baja entre los 18-20 mb de presión en 24 h ya se considera como explosiva. Fijaros en la trayectoria y caida de presión que tuvimos con Klauss:

Como podemos ver, bajó de los 1000 mb a los 964 mb en 24 h, es decir una caída de presión de 36 mb nada más y nada menos. Pero no todos son tan explosivos y generan tantos daños, un ejemplo reciente lo tenemos en Petra:

Esta imagen pertenece al canal infrarrojo, coloreadas aquellas nubes cuya temperatura es más baja. Petra, fue una ciclogénesis explosiva, y esto trajo consigo un alarmismo tremendo entre los medios de comunicación. Que si tormenta perfecta, que si posible catástrofe natural… cuando al final solo se notó algo en el NW peninsular en forma de vientos con rachas fuertes y algo de lluvia en Galicia. Segundo punto en el que el sensacionalismo y no la rigurosidad se impone en los medios de comunicación, quizás achacable a que la primera vez que se tildó como ciclogénesis explosiva a este tipo de formaciones meteorológicas en esta nueva era de la información, coincidió que fue nuestra amiga Klauss, una de las más potentes y destructoras de las que se tiene constancia. Para que os hagáis una idea, comparar vosotros mismos el mapa a 500 hPa de Petra del 25 de este pasado Abril:

Con Klauss el 24 de Enero del 2009:

Ambas ciclogénesis explosivas, pero sumamente diferentes la una de la otra. Analicemos un poco las diferencias, para que en un futuro podáis enjuiciar vosotros mismos si conviene ser precavidos o no, y hacer caso omiso de ese sensacionalismo pseudocientífico sin fundamento.

Vamos a comenzar por el tamaño. Viendo las imágenes y fijándonos sólo en este término, lo lógico es pensar que cuanto más grande sea el ciclón que se forma, más peligro tiene consigo y más virulencia. Pues no, no es correcto, si el tamaño de la borrasca es mayor, lo que incrementa es obviamente el radio de influencia del ciclón, pero no tiene porqué ser más virulento, de hecho Klauss, que es mucho más pequeño y localizado, fue muchísimo más fuerte y virulento que Petra; y es que en este tipo de ciclogénesis, normalmente se suele cumplir la regla inversa, cuanto más localizado es el fenómeno, más virulencia y capacidad devastadora tiene. Para que lo entendáis, suponer que cuando se forma este tipo de ciclones explosivos, cada uno de ellos tiene asignada una misma energía, cuanto mayor sea el radio de acción del ciclón, mayor área ocupará, por lo que la energía que proporciona la borrasca por cada unidad de área será mucho menor que aquella cuyo radio de acción sea menor. Obviamente esta es una simplificación muy grosera, ya que ni todos los ciclones tiene la misma energía, ni la obtienen de la misma manera, y tienen muchas otras característica, pero sería demasiado largo y complejo de explicar. Lo que tenéis que sacar como conclusión es que si os va a afectar una ciclogénesis explosiva, cuanto menor sea su radio de acción, mayores consecuencias negativas traerá consigo. Y para daros cuenta os pongo una comparativa muy simple. Primero geográfica:

Por un lado la Península Ibérica, por el otro la Península de Florida. Bien, ahora quedaros con la imagen de Klauss en el mapa que puse antes y sobretodo su tamaño, y fijaros en esta animación:

Lo que aparece por la derecha es la modelización de un huracán categoría 3-4 inicialmente, que va debilitándose coincidiendo justamente con la fase en donde su radio de acción de agranda notablemente; y lo que tenemos en el GOM en México se corresponde con la modelización de otro huracán mayor (categoría 3 o más). ¿Veis el tamaño que tiene? Y son lo más destructivo que existe si hablamos de ciclones, con esto no quiero decir que Klauss haya sido similar a estos dos monstruos, pero es para mostraros como las perturbaciones más peligrosas son aquellas muy localizadas, tanto ciclones tropicales como ciclogénesis explosivas.

Otro aspecto a tener en cuenta es la época del año en que se forma. Como todo en la meteorología, la termodinámica es parte fundamental de este tipo de fenómenos, y la inestabilidad siempre se genera en aquellos puntos en los que tenemos dos masas de aire de naturalezas muy distintas. Cuanto mayor sea el contraste mayor es la virulencia que puede traer consigo el fenómeno. Es por eso que es el Invierno la estación en la que las ciclogénesis explosivas son más comunes y pueden ser más virulentas. En España está Klauss en Enero 2009 y Xynthia en Febrero del 2010 que fueron las más peligrosas de los últimos años.También se pueden dar en primavera y en otoño, pero generalmente son menos peligrosas, como el caso de Petra el mes pasado.

Otro aspecto muy importante e intuitivo, las isobaras que caracterizan al sistema en los mapas. Cuanto mayor sea el número de isóbaras para una determinada distancia, mayor es la caída de presión entre ese punto y el siguiente, y por lo tanto, la inestabilidad de la zona será mucho más acusada, manifestándose sobretodo en forma de vientos fuertes o muy fuertes dependiendo de cual sea esa aglomeración de isóbaras:

Aprovechando esta imagen, otro factor de cierta importancia. Olvidaros de las isóbaras de presión, y pasar a mirar las isotermas, es decir, esas lineas grises discontinuas que llevan asociadas temperaturas de 5ºC en 5ºC. Fijaros como en Klauss los -30ºC se encuentran al NW del sistema a la altura de las islas Británicas y los -15ºC los tenemos entrando por el Mediterraneo Español, llegando incluso casi a los Pirineos. Ahora pasar a Petra, en la imagen de la izquierda, y fijaros como para buscar los -30ºC hay que irse al N de las Británicas, mientras que los -15ºC habría que ir a buscarlos al S de Canarias. Es decir, el gradiente de temperaturas a 500 hPa (5500 m de altitud aprox) es también un aspecto relevante, ya que viene a indicarnos la distancia de separación existente entre la masa de aire cálida y muy húmeda de origen subtropical y la masa de aire fría y seca común en las zonas polares. Si esa distancia es pequeña, la virulencia del fenómeno será mucho mayor que si aumentamos esa distancia, porque la línea de separación entre ambas masas de aire de naturaleza termodinámica tan dispar es pequeña, y por lo tanto la inestabilidad en la zona será mucho mayor.

Y en principio poco más que comentaros, existen muchos otros parámetros y datos modelísticos que condicionan el funcionamiento de este tipo de ciclogénesis y en general que determinan la formación o no de las mismas, pero para lo que me interesa transmitiros, que no es otra cosa que saber identificar por vuestra cuenta y sin alarmismos, cuando una ciclogénesis explosiva merece ser tenido en cuenta o no; los parámetros que os acabo de identificar son suficientes, y simplemente con un mapa de presión en superficie lograseis discernirlo.

Para acabar, un breve apunte en el que desmontar aquellas opiniones muy extendidas entre los seguidores del cambio climático que dicen que, este tipo de fenómenos muy poco comunes hasta ahora, se están prodigando a causa del mismo. Aquí y aquí tenéis unos artículos en los que se recogen las principales ciclogénesis explosivas que han tenido desde el año 2000 en el Atlántico Norte. Como podéis ver, sin ser algo muy abundante, si que es bastante normal que a lo largo de una temporada se tengan entre 2 y 4 de estos fenómenos, algunos de los cuales nos afectan de manera más notoria.

Miguel Iglesias

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