El asco hecho cucaracha
En realidad el título debería ser por qué nunca me planteé estudiar biología… A mi historia del pájaro-murciélago que entró hace un año en mi cocina, se suma la experiencia paranormal del otro día: Me encontraba lavando los platos del fregadero, cuando un horripilante monstruo me agredió desde el fregadero. Grité, tiré lo que tenía entre las manos y me fui. Tanta impresión me dio que me daba miedo asomarme de nuevo y…, sí, me arrastré por el suelo rescatando el bote de insecticida contra cucarachas y hormigas. Me incorporé poco a poco como si fuera una misión de camuflaje y empecé a echar insecticida como una loca (que soy). Y ya cuando preveía que no me iba a atacar, me atreví a volver a mirar, aunque no paré de echar el mata-cucarachas hasta que dejó de mover mínimamente cualquier apéndice.
Estructura química de la cifenotrina
La composición del Cucal (atendiendo a su ficha de datos de seguridad) contiene cifenotrina, d-tetramerin y piriproxifeno. La cifenotrina es un insecticida piretroide sintético, efectivo contra cucarachas. Tetramerin pertenece también a la familia piretroide, llamadas así porque su estructura química es similar a las piretrinas (compuestos orgánicos presentes de forma natural en las plantas). El tetramerin actúa sobre el sistema nervioso de los insectos y es típico de productos insecticidas comerciales para viviendas. Ambos (la cifenotrina y el tetramerin) son muy tóxicos para organismos acuáticos. El piriproxifeno es un pesticida basado en piridina, que es un análogo de la hormona juvenil, de manera que actúa sobre las larvas impidiendo que se reproduzcan en la fase adulta. Es efectivo contra artrópodos y pulgas de mascotas; y hay que tener en cuenta que está clasificado como sustancia no biodegradable. Además se conoce que las cucarachas desarrollan resistencia a los insecticidas, incluso se ha reportado resistencia a piretroides sintéticos.
Estructura química del tetramerin
La cucaracha rubia o alemana (Blattela germanica) que me visitó en mi fregadero, es un insecto de la familia Blatellidae que puede medir de 1,3 a 1,6 cm (solo escribir estas líneas ya me da cosilla, glups): ¡era de larga como mi pulgar y muchísimo más gorda! Lo suficientemente grande como para distinguir distintas partes de su cuerpo con claridad y medio morirme del asco. ¿Y yo quiero visitar países tropicales de África y Asia? Estudios en Taiwan demuestran que las cucarachas de los hospitales pueden contener bacterias resistentes a los antibióticos, y de hecho se ha sugerido que pueden estar relacionadas con las infecciones nosocomiales. Porque sí, las cucarachas con sus hábitos de alimentación y defecación son agentes hospedadores y transmisores de microorganismos: se pueden aislar del orden de 100 especies bacterianas en cucarachas, entre las que se encuentran micobacterias no tuberculosas, y Pseudomonas aeruginosa (esta última en el intestino de mi amiga Blattela germanica).
El clima subtropical de Taiwan es favorable para el crecimiento y desarrollo de cucarachas en toda la isla, y además se conoce que hay una elevada prevalencia de resistencia a antibióticos comunes. En el estudio en cuestión se recogieron cucarachas del condado y ciudad de Kaohsiung (Taiwan) en 40 viviendas seleccionadas aleatoriamente entre las que distaban al menos 5 km de los hospitales, asegurándose además de que ninguno de los habitantes trabajara en temas médicos o de salud, ni hubiera recibido recientemente tratamiento con antibióticos. Las trampas se colocaron en el suelo debajo de las camas, armarios, bancos, durante dos días consecutivos. Las especies de cucarachas se identificaron con una lupa binocular, y se lavaron con suero salino para hacer crecer cultivos en los que identificar las bacterias presentes en la superficie del insecto. Después se diseccionó el tracto alimentario para hacer lo mismo.
De las 40 viviendas, un 50% estaban infestadas de cucarachas: el 55% con P. americana, 15% con B. germanica y 30% con las dos especies. Se analizaron un total de 226 cucarachas adultas: las 123 P. americana se recogieron en la cocina mientras que las B. germanica sobre todo se encontraron en las despensas y cocinas. Un 98,2% de las cucarachas contenían una o más especies bacterianas en su superficie externa o en su tracto alimentario; en total se aislaron 26 especies bacterianas.
La conclusión del estudio es que efectivamente existe una alta prevalencia en la resistencia a antibióticos comunes en centros médicos de Taiwán, de manera que las cucarachas de viviendas en las zonas tropicales o subtropicales pueden transmitir bacterias resistentes a los antibióticos.
Claro que mi cocina está en España y no en Taiwan… y que ha empezado a hacer un calorcito agradable como para que B. germanica invadiera mi espacio en busca de restos de comida. Y no, la muerte a base de sobredosis de cifenotrina, tetramerin y piriproxifeno (además del resto de componentes) no debe ser nada agradable, pero qué le voy a hacer si soy una histérica maniática asesina de insectos. Ya me gustaría avisarles con antelación que no entren en mi territorio si no quieren sufrirme. Por cierto, me encantaría que algún biólogo de la sala me explicara la cantidad de moléculas químicas que liberé durante todo el proceso de descubrir-asco inmenso-gritar-correr-dudar-insecticida-dudar-temblar-tirar-limpiar que me hizo llorar y reír a la vez junto con un ataque de tos. ¡Sería interesantísimo!
Para saber más
Pai, H., Chen, W., & Peng, C. (2005). Isolation of bacteria with antibiotic resistance from household cockroaches (Periplaneta americana and Blattella germanica) Acta Tropica, 93 (3), 259-265 DOI: 10.1016/j.actatropica.2004.11.006
En Hablando de Ciencia: ¿Por qué se mueren las cucarachas siempre boca arriba? y Extremófilos: las verdaderas cucarachas
(La imagen del principio está sacada de aquí)
Escogí al elemento 114 para ser blogger porque tengo energías radiactivas 🙂 Actualmente soy redactora científica, antes química y doctora en Ciencia de Materiales (aplicada a la nanomedicina). También soy una superviviente supercrítica. Colaboro en Naukas y organizo el evento BCNspiracy
Quimitube
Publicado el 15:12h, 19 mayoAy Dios mío, sólo de leer la entrada me entran sudores… Soy lo más cucarachofóbica que pisa la Tierra, y saber que encima pueden estar relacionadas con la transmisión de enfermedades… ¡terrorífico!
ununcuadio
Publicado el 12:56h, 21 mayoMe vuelve a entrar el mismo asco/miedo y a ponerse mis pelos de punta cuando lo recuerdo 😉 lo de las enfermedades ya fue el colmo 😉
Bitacoras.com
Publicado el 02:00h, 20 mayoInformación Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: En realidad el título debería ser por qué nunca me planteé estudiar biología… A mi historia del pájaro-murciélago que entró hace un año en mi cocina, se suma la experiencia paranormal del otro día: Me encontraba lavando los p..…
Luis
Publicado el 08:59h, 20 mayoHola, pero según comentas, si era de larga como tu pulgar y más gorda, seguramente era una Periplaneta americana, pero bueno, da igual, el susto es el mismo.
ununcuadio
Publicado el 12:55h, 21 mayoHe estado mirando fotos de Periplaneta americana. Realmente, sin tener ni idea de diferenciar ente especies de cucaracha, me recuerda más a Blatella germanica. O sea, que puede que mi susto exagerara sus medidas, jejeje 🙂
alexis
Publicado el 16:38h, 21 mayo¡Felicitaciones¡ Gran post, alguna vez pensé en escribir algo parecido, pero tomando en cuenta tu experiencia de terror no podría haberlo hecho mejor. En cuanto a lo de las dimensiones (tamaño del insecto) y los químicos, esta demostrado que la adrenalina, noradrenalina y aun mas la hormona liberadora de corticotropina (CRH) que es un neurotransmisor involucrado en la respuesta al estrés, que a su vez activa la secreción hipofisiaria de ACTH (hormona adrenocorticotropa) y que finalmente ocasiona un aumento de la producción de cortisol que seguramente segregaste en tu «experiencia paranormal» definitivamente afectan la percepción de las distancias o de los tamaños. Así también aumentan momentáneamente la fuerza, la capacidad de atención y la rapidez en los movimientos. Un gran saludo.
Alexis.
ununcuadio
Publicado el 11:45h, 22 mayo¡Muchas gracias Alexis! Cojeo mucho de bioquímica y he disfrutado de tu explicación 🙂 sería genial leerte un post sobre esto 😉
ununcuadio
Publicado el 14:43h, 01 agostoAlexis!, quizá te interese (acerca de cucarachas): http://rsbl.royalsocietypublishing.org/content/10/7/20140407.abstract
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Publicado el 16:40h, 09 diciembre[…] Hablando de ciencia Xataka […]
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Sombradebarro
Publicado el 16:32h, 10 septiembreY qué sucede con los bichos que no se ven?.
Y qué hay de los ácaros que infestan nuestras alfombras, nuestras camas, ropas, que salen de sus escondrijos y se comen nuestra piel mientras dormimos?.
Eso por no hablar de sus caquitas y las alergias que provocan…
A mi, las cucarachas me dan mucha grimilla, pero mi verdadera némesis son los mosquitos (o cualquier otro bicho hematófago).
Un saludo.
Pilar
Publicado el 14:19h, 02 julioYo no echaría insecticida en la fregadera. Sería un verdadero tormento asegurarme de que está limpio. El ALCOHOL las mata en pocos segundos. ´Correrán, pero tú sigue rociándolas. Luego tendrás que preocuparte de desinfectar la fregadera por el paso de la innombrable, pero sin el añadido de la toxicidad del insecticida. ESO SÍ, el ALCOHOL es MUY PELIGROSO porque es INFLAMABLE… y hasta conviene ponerse una mascarilla si crees que en cierta cantidad puedes aspirar sus vapores. Así que, si vas a usarlo, asegúrate de que no haya ningún fuente de fuego, ni la menos chispa en la habitación. Una vez que se haya evaporado, limpia con agua el lugar en donde pusiste el alcohol y ya puedes fregar con lejía o con lo que quieras. La lejía no debe mezclarse, supongo que el alcohol tampoco… pero tú que tienes conocimientos de química lo sabrás mejor que yo. Después ya aplicas el producto insecticida que quieras (teniendo muy en cuenta las precauciones que trae la etiqueta). A mí me están yendo muy bien las cajas/trampa de cucal y su insecticida de barrera (ni una viva al día siguiente de ponerlos y después no he visto ninguna ni viva ni muerta)… aunque este producto de barrera tiene esa composición a que has dicho que los bichos pueden hacerse resistentes… ¡ayayayayayayayayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy! Entonces, ¿qué? Un saludo y muchas gracias por tu entrada tan completa y documentada como simpática.