La ciencia nos permite predecir el futuro

Algunas supersticiones, organizadas (religiones) o no, pretenden poseer el don de la clarividencia o de la profecía para vislumbrar los acontecimientos venideros. Ahí tenemos, por ejemplo, a los videntes de pelaje vario, a los astrólogos y sus horóscopos, la escatología mesiánica y milenarista, y demás. Sin embargo, en tanto que tales creencias no son objetivas ni están basadas en evidencia empírica contrastada como las disciplinas científicas, sino más bien en testimonios subjetivos o directamente en charlatanería, todos sus posibles éxitos predictivos (si los hubiese) serán indistinguibles del puro azar probabilístico.

La predicción, de hecho, es un asunto bastante viejo. Ya desde los albores de la civilización (Mesopotamia, Egipto, etc.) existía una suerte de protociencia astronómica popular que permitía a los campesinos hacerse una idea más o menos fiable de cuánto faltaba para el crecimiento anual del Nilo, o si restaban muchos meses para el comienzo de la (importantísima y vital para las sociedades agrícolas antiguas) época de la cosecha. Pero desde aquellos tiempos hasta la compleja concepción de la predicción de Laplace ha llovido muchísimo. En la actualidad, el papel de la predicción en las teorías científicas está bastante claro. Por ejemplo, en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN buscamos la corroboración de la existencia del bosón de Higgs, predicha por el modelo estándar de partículas. En este caso estaríamos hablando de una predicción activa, ya que por medio de la construcción del acelerador (un dispositivo tecnológico) buscamos comprobar si un hipótesis es o no cierta. No se trata de sentarnos a esperar si la hipótesis cumple sus predicciones o no como sucedió con la relatividad general de Einstein y el eclipse de 1919. El rol de la tecnología es vital y la física de altas energías se estancaría si no construyésemos aceleradores de partículas cada vez mayores para poner a prueba nuestras hipótesis y confrontarlas con los hechos descarnados.

Gracias a la ciencia somos capaces de predecir el futuro con muchas probabilidades de acierto. Sabemos, entre otras cosas, que se producirá un eclipse total de luna el 10 de octubre de 2098 que será visible en buena parte del globo durante casi cuatro horas. También conocemos gracias a la teoría de la evolución estelar que nuestro sol, tras un calentamiento gradual a causa del agotamiento del hidrógeno de su núcleo, se convertirá en una gigante roja, probablemente con consecuencias catastróficas en la Tierra. En el ámbito médico somos capaces de prever el desarrollo futuro de una enfermedad a partir de unos síntomas simples y casi inocuos, atajando su peligroso avance a tiempo. La predicción derivada de las teorías científicas salva vidas. ¿Qué no darían los sismólogos y el público en general por un modelo efectivo de predicción de terremotos?

En definitiva, la capacidad de predicción es tanto un medio para verificar la fortaleza de una conjetura o teoría científica como una propiedad de las disciplinas científicas que pueden revertir en un gran beneficio a nuestra especie. El futuro y lo que pueda suceder entonces nos interesa porque, como dijo Woody Allen, allí pasaremos el resto de nuestra vida.

Paulo Hernández

5 Comentarios
  • Willy
    Publicado el 18:40h, 09 octubre Responder

    RUEGO A VOSOTROS DIFUNDIR: Es muy importante destacar los aciertos de quienes hacen predicciones. Para mí, el esotérico de Salta, Argentina, Guillermo Capellán merece un reconocimiento: a comienzos de 2011 en diferentes programas de radio y TV, y también en publicaciones digitales advirtió «Sala temblará mucho y fuerte este año». Nadie le creyó y ahora hasta las autoridades están tomando recaudos por los fuertes temblores que se vienen dando en el norte. Capellán siempre concluye con una frase «le pido a Dios estar totalmente equivocado con lo que se viene…»
    Pueden escribir en Google «Salta temblará y mucho» y obtendrán resultados:
    suzan_caztro@hotmail

    • Javi Oribe
      Publicado el 08:45h, 10 octubre Responder

      Hay una diferencia clara entre una predicción y un acierto: la predicción es una hipótesis que se lanza sobre un fenómeno que va a ocurrir basada en hechos comprobables y comprobados, mientras que el acierto es una afirmación echa al azar o sin ningún fundamento lógico que se termina cumpliendo.
      Por ejemplo, la predicción del eclipse de luna que se menciona en el artículo se considera válida porque se hace a partir de unas leyes (las de la física) que están contrastadas y que además cualquiera puede comprobar en su propia casa. De esta manera podemos estar muy seguros de que el eclipse se va a dar, no porque lo diga nadie, sino porque las leyes de la naturaleza así lo dictan. Y si al final llega el día del eclipse y este no ocurre tampoco es que se fuera a acabar el mundo, simplemente habría que revisar estas leyes tal y como están planteadas hoy en día para encontrar en qué nos hemos equivocado (aunque estoy dispuesto a apostarme una cena en la Antártida a que el eclipse ocurre, primero porque estoy bastante seguro de que Newton tenía razón y segundo porque si en el 2098 sigo vivo será una buena forma de celebrarlo).
      Si embargo, el que alguien diga que va a haber un terremoto en un lugar y ese terremoto ocurra no tiene ninguna validez a no ser que esta persona sea capaz de explicar cómo ha llegado a esta conclusión y esta explicación sea comprobable por los demás (no vale decir «me lo dijo Dios» o «lo he presentido», pues eso lo puede decir cualquiera independientemente de que pudiera ser cierto o no). Que el señor Guillermo Capellán tuviese el acierto de decir que en Sala iba a ocurrir un terremoto y que éste ocurriera carece de importancia mientras que no sea capaz de demostrar que no escogió este lugar por puro azar y lo que dijo estuvo basado en razonamientos lógicos y contrastables. Y digo aún más: si este señor estaba tan seguro de que el terremoto iba a ocurrir ¿porqué no avisó a las autoridades a tiempo para que evacuaran la zona? Quizá se hubieran salvado muchas vidas si lo hubiera hecho. Me parecería como mínimo lamentable que conociendo un sistema de predicción de terremotos tan fiable permitiese que la gente corriera un riesgo tan grande, incluso probablemente si esto es así haya cometido un delito de omisión de socorro o de homicidio por imprudencia. ¿O es que tal sistema de predicción no existe?
      Teniendo en cuenta la cantidad de personas que diariamente hacen «predicciones» de catástrofes naturales en el mundo, lo raro es que ninguna acertase nunca, lo que ocurre es que sólo se presta atención a los aciertos, y no a los errores. En España casi todos los años sale algún listillo enseñando el número del premio gordo de la lotería de navidad que él astutamente «predijo» unas semanas antes. Normalmente los medios de comunicación le preguntan que cuáles son los poderes sobrenaturales que le permitieron acertar el número, cuando en realidad la pregunta que habría que hacer es «Si sabía usted el número que iba a tocar, ¿porqué no compró todos los billetes? Que no somos tontos, oiga.»
      Saludos.

  • SALTA NOTICIAS SALTA
    Publicado el 22:38h, 13 octubre Responder

    Tengo el gusto en responder a Javi: Creo que Usted no está informado. Guillermo Capellán es de Salta y lo invitaron y lo desafiaron en el Programa El Alquimista conducido por Omar Puy en Canal 10, TV SALTA, igual que Usted. ¿Sabe lo que respondió el investigador? «Alquimista, esta semana Salta temblará fuerte…» y así fue. A la semana siguiente lo invitaron de nuevo y le dijeron que dijera otra predicción y les respondió, bueno supongamos que fue causualidad… viene un nuevo temblor y más fuerte para Octubre, o sea dentro de un mes…» Y así fue. Luego predijo que Argentina no ganaba en Nueva Zelanda y tantas otras predicciones que hizo por nuestro periódico. Soy escéptico, pero prefiero ser prudente… Cuando le preguntaron sobre la lotería dijo: «Eso es azar y pertenece a la excepciones marginales de la mente… por eso no soy jugador, ni vivo de las predicciones, soy empresario…» Gracias
    http://www.saltanoticiassalta.com/index.php?seccion=37&nota=512

    • Javi Oribe
      Publicado el 23:25h, 13 octubre Responder

      Entonces si este señor es tan fiable en sus predicciones ¿porqué no evacuaron las ciudades antes de los terremotos?

  • Pingback:La naturaleza del naturalismo « El demonio de Laplace
    Publicado el 17:46h, 15 octubre Responder

    […] empirista son científicas aunque su capacidad predictiva no sea exacta. La capacidad predictiva es importante pero no la veo razonable como único criterio de […]

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