Tengo un recuerdo de niño que está relacionado con la llegada del verano. Cuando íbamos a la playa me llamaba la atención ver un “tipo de algas” que se acumulaban en la orilla (en la arena e incluso en el agua). Recuerdo jugar con ellas y que eran muy molestas cuando intentaba entrar en el agua al sentirlas en los pies. También recuerdo que me preguntaba porque estaban ahí, como si realmente fuesen algo importante… Con el tiempo, he aprendido que esas “algas” son verdaderamente importantes (tal y como intuía de niño), sobre todo en las zonas de climas templados y concretamente en la Cuenca Mediterránea. Pues es la Posidonia oceanica, un tipo de planta acuática endémica de esta zona y que es crucial para mantener los ecosistemas marinos. Existen muchas más pero esta es la principal especie. Esta planta acuática tiene muchas similitudes con las terrestres ya que tienen raíces, tallo e incluso hojas que pueden llegar a varios metros de longitud. Esta planta florece en otoño y es en primavera cuando llegan a las playas acumulándose en las orillas. Estas plantas son muy importantes ya que forman verdaderas praderas en la zona costera, la cuales dan cobijo a un magnífico ecosistema marino protegiendo y favoreciendo la biodiversidad. Según algunos estudios, son de crecimiento lento y muy longevas pudiendo formar extensas praderas de hasta 40 metros de profundidad. Son eficaces en el enterramiento del CO2 (pueden ser unos actores importantes en el cambio global) y la protección de las zonas costeras por erosión y protección. Algunos estudios alertan de su reducción en los próximos años debido a varios factores y que es imprescindible preservarlas…
Los restos de Posidonia oceanica que se acumulan de forma natural en las zonas costeras han tenido muchos usos a lo largo de la historia. Tradicionalmente se han utilizado como material protector para transporte de cosas frágiles, incluso para transporte de comida (como pescado) de las zonas de pescadores a las ciudades. También se han usado como material absorbente en granjas y establos, e incluso como material para construcción cuando la paja escaseaba. También se ha utilizado como enmendante en suelos (fertilizante) y comida para animales, sobre todo por sus propiedades antifúngicas y antibaterianas. Todos estos usos se han ido abandonado poco a poco y cuando llega el verano, se convierten en un problema molesto para los bañistas (por la descomposición de las mismas que generan malos olores, etc.), desde el punto de vista económico y del turismo. Actualmente, lo que se suele hacer es quitarlas de las orillas de las playas y depositarlas en vertederos a las espera de un uso mejor (si es que le dan uno).
Pues en un estudio reciente se demuestra que existen algunas alternativas más interesantes que su acumulación en vertederos que pasa por su tratamiento y revalorización, concretamente para obtener energía mediante incineración y su transformación en abonos mediante compostaje.
En cuanto a la primera opción, estos autores demuestran que la porción de fibra de los restos de Posidonia oceanica es un material bastante interesante desde el punto de vista energético al dar valores similares a otros materiales como la paja, madera, turba entre otros. La segunda alternativa es su uso como sustrato para compostaje, mezclándolo con otros residuos como restos de poda del olivar u otro tipo de residuos vegetales. Según estos investigadores, los composts obtenidos presentan valores interesantes de materia orgánica y de humificación, sin fitotoxicidad ni contenido en metales pesados. El único inconveniente es el alto contenido salino, sobre todo Sodio de los composts obtenidos. Como es lógico, al ser una planta marina acumula una gran proporción de sales (sobre todo al estar en el Mar Mediterráneo). Los autores proponen que para reducir esta desventaja, el sistema de compostaje favorezca el lixiviado mediante lavados continuados y así evitar acumulación de sales. Si eso se consigue, los composts obtenidos son interesantes como posibles abonos sobre todo en suelos de naturaleza ácida.
Como pasa en la naturaleza, dejar que los restos orgánicos se descompongan por si solos suele ser la alternativa más adecuada. Está contrastado que no tienen ninguna propiedad tóxica ni contaminante, y el único inconveniente que producen es como molestia para el turismo. Hasta un niño pequeño puede darse cuenta de eso…
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Praderas de Posidonia, en peligro por el calentamiento global. Un estudio del CSIC prevé la extinción funcional de esta especie en el Mediterráneo. Tengo un recuerdo de niño que está relacionado con la llegada del verano. C…..
Las Baleares es uno de esos lugares donde P. oceanica tuvo un gran uso tradicional. Las praderas de esta planta vascular que se alojan en el Mar Balear son muy importantes, y las olas arrojan una gran cantidad de restos a las playas. Efectivamente, en otro tiempo se utilizaban en los campos como abono, para lo cual antes se hacían grandes montones con ella y se las dejaba hasta que la lluvia las lavaba de sea. En cualquier caso, el uso tradicional probablemente era relativamente escaso, e imagino que una gran proporción de Posidonia restaría en las playas. Actualmente, cuando el principal motor económico de las islas es el turismo, sus restos se retiran con máquinas, para «limpiar» las playas.
Pongo este «limpiar» entre comillas porque así es como debe ir. Los restos de Posidonia no deberían considerarse un residuo a eliminar, ni a reciclar, ni nada similar. En Menorca, una de las islas que más interés ha puesto en la conservación medioambiental, hace tiempo que dejó de retirarse la Posidona de las playas. En Mallorca ha crecido el número de carteles explicando por qué en tal o cual playa ya no se hace, con el propósito de que los bañistas y turistas puedan entender que esa playa aparentemente «abandonada» realmente está siendo gestionada y cuidada. Los restos de posidonia forman parte de la necrosfera de esos ecosistemas costeros, y se convierten en un elemento que amortigua el choque de las olas y evita la erosión de las playas. Juega un papel en la presencia de los frágiles y castigados pero muy valiosos ecosistemas dunares, y aporta nutrientes a estos a medida que el viento va arrastrándola tierra adentro. Igualmente, en el interior mismo de las masas de posidonia se forman comunidades de organismos vivos que encuentran alimento, humedad y protección. Retirar la Posidonia para darle un «uso» es tan descabellado como retirar la cubierta de hojas secas y en descomposición que cubren el suelo de un bosque.
Esto debe queda muy claro. Y una vez que estemos completamente convencidos de que esta es la prioridad, podemos pararnos a sopesar si es posible la explotación sostenible de este «recurso». Es decir, si se puede retirar un porcentaje de posidonia sin alterar los ecosistemas. Este porcentaje debería ser inferior a la tasa de reposición de posidonia. En cuanto a las playas a las que se les da un uso turístico, tal vez aquí sí podría aprovecharse lo que de todos modos se va a eliminar, pero siendo siempre conscientes de cual es la prioridad: la conservación de los ecosistemas costeros, lo cual nos lleva a considerar la posibilidad de que se redujera al menos en la medida de lo posible la cantidad de playas de las que se retira la posidonia. Que no se nos olvide esto.
Muy a nuestro pesar, el desarrollo del Turismo y la conservación de estos ecosistemas va a ser difícil, sobre todo si es un Turismo destructivo y masificado como suele pasar en muchos de los municipios costeros.
Siempre es lo mismo, pero no hay que perder la esperanza…
[…] la actualidad, varios son las propuestas, estudios y proyectos entorno a nuevos usos. Hemos de tener en cuenta que es un material bastante interesante desde el punto de vista […]
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Bitacoras.com
Publicado el 19:36h, 22 junioInformación Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Praderas de Posidonia, en peligro por el calentamiento global. Un estudio del CSIC prevé la extinción funcional de esta especie en el Mediterráneo. Tengo un recuerdo de niño que está relacionado con la llegada del verano. C…..
Gerardo Costea
Publicado el 03:35h, 23 junioLas Baleares es uno de esos lugares donde P. oceanica tuvo un gran uso tradicional. Las praderas de esta planta vascular que se alojan en el Mar Balear son muy importantes, y las olas arrojan una gran cantidad de restos a las playas. Efectivamente, en otro tiempo se utilizaban en los campos como abono, para lo cual antes se hacían grandes montones con ella y se las dejaba hasta que la lluvia las lavaba de sea. En cualquier caso, el uso tradicional probablemente era relativamente escaso, e imagino que una gran proporción de Posidonia restaría en las playas. Actualmente, cuando el principal motor económico de las islas es el turismo, sus restos se retiran con máquinas, para «limpiar» las playas.
Pongo este «limpiar» entre comillas porque así es como debe ir. Los restos de Posidonia no deberían considerarse un residuo a eliminar, ni a reciclar, ni nada similar. En Menorca, una de las islas que más interés ha puesto en la conservación medioambiental, hace tiempo que dejó de retirarse la Posidona de las playas. En Mallorca ha crecido el número de carteles explicando por qué en tal o cual playa ya no se hace, con el propósito de que los bañistas y turistas puedan entender que esa playa aparentemente «abandonada» realmente está siendo gestionada y cuidada. Los restos de posidonia forman parte de la necrosfera de esos ecosistemas costeros, y se convierten en un elemento que amortigua el choque de las olas y evita la erosión de las playas. Juega un papel en la presencia de los frágiles y castigados pero muy valiosos ecosistemas dunares, y aporta nutrientes a estos a medida que el viento va arrastrándola tierra adentro. Igualmente, en el interior mismo de las masas de posidonia se forman comunidades de organismos vivos que encuentran alimento, humedad y protección. Retirar la Posidonia para darle un «uso» es tan descabellado como retirar la cubierta de hojas secas y en descomposición que cubren el suelo de un bosque.
Esto debe queda muy claro. Y una vez que estemos completamente convencidos de que esta es la prioridad, podemos pararnos a sopesar si es posible la explotación sostenible de este «recurso». Es decir, si se puede retirar un porcentaje de posidonia sin alterar los ecosistemas. Este porcentaje debería ser inferior a la tasa de reposición de posidonia. En cuanto a las playas a las que se les da un uso turístico, tal vez aquí sí podría aprovecharse lo que de todos modos se va a eliminar, pero siendo siempre conscientes de cual es la prioridad: la conservación de los ecosistemas costeros, lo cual nos lleva a considerar la posibilidad de que se redujera al menos en la medida de lo posible la cantidad de playas de las que se retira la posidonia. Que no se nos olvide esto.
Germán Tortosa
Publicado el 23:09h, 23 junioMuy a nuestro pesar, el desarrollo del Turismo y la conservación de estos ecosistemas va a ser difícil, sobre todo si es un Turismo destructivo y masificado como suele pasar en muchos de los municipios costeros.
Siempre es lo mismo, pero no hay que perder la esperanza…
Pingback:Playas limpias o 12 cosas a saber de la Posidonia Oceanica | elblogdemarichel
Publicado el 19:15h, 15 julio[…] la actualidad, varios son las propuestas, estudios y proyectos entorno a nuevos usos. Hemos de tener en cuenta que es un material bastante interesante desde el punto de vista […]