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Los ojos que vigilarán nuestros bosques

La expansión del fuego

El fuego se está convirtiendo en un protagonista omnipresente en todo el planeta. Durante los últimos miles de años su huella quedaba relegada a los ecosistemas terrestres del clima mediterráneo y las sabanas tropicales, hasta el punto de moldear por completo el funcionamiento de los mismos. Podemos encontrar adaptaciones vegetales sorprendentes que incorporan al fuego como un elemento más dentro del ciclo biológico: agente dispersor de semillas, facilitador de la germinación e incluso de la floración. Algunas especies se aprovechan, de manera oportunista, para eliminar a la competencia vegetal y asentarse en los territorios recién quemados. Sin embargo, los incendios están propagándose a gran velocidad en climas cuyos ecosistemas no acostumbran a ser quemados periódicamente. La reconversión de los suelos y la emergencia climática está llevando el fuego a las selvas ecuatoriales e incluso a zonas de la región ártica. Mientras tanto, parece ser que los ecosistemas Mediterráneos se ven abocados a una mayor frecuencia de incendios de la que acostumbramos a ver. Algunas propuestas ya se están planteando sobre la mesa: quemas prescritas, controlar la cantidad de matorral en zonas concretas y en general una gestión forestal adaptativa.

Abetos mediterráneos

Dicha gestión forestal resulta esencial para disminuir el riesgo de incendio y adaptar a nuestros bosques a las nuevas condiciones climáticas que nos esperan. La adaptación cobra mayor importancia en los bosques relictos del sur peninsular. Sobreviven al clima mediterráneo como auténticas reliquias del pasado. Un buen ejemplo lo encontramos en las masas de pinsapo (Abies pinsapo Boiss.), que, al no presentar apenas mecanismos de protección frente al fuego, son especialmente vulnerables. El pinsapo es una especie de abeto endémica del sur andaluz, tan solo presente en las Sierras de Cádiz y Málaga. Sin embargo, el pinsapo es uno más de un conjunto de abetos que han quedado acantonados en zonas montañosas a ambas orillas del Mediterráneo. Por destacar algunas especies, encontramos en Marruecos la especie Abies marocana, primo hermano muy cercano del pinsapo, en Argelia Abies numidica De Lannoy, y en Grecia Abies cephalonica Loud.

Gestión forestal adaptativa

La gestión forestal adaptativa necesita apoyarse de las últimas tecnologías disponibles para garantizar su eficacia y eficiencia. En este sentido, la teledetección está jugando un papel clave en la monitorización y seguimiento de los bosques a nivel mundial. Esta disciplina consiste en el uso de sensores remotos montados en plataformas -desde drones hasta satélites- que permiten la obtención de información masiva de una manera más rápida y eficaz. Algunos de estos sensores son muy populares, como las cámaras térmicas, otros sin embargo, están en proceso de conocerse como la tecnología LIDAR (Light Detectection and Ranging). Los sistemas LIDAR son escáneres de tipo láser que son cada vez más empleados para realizar representaciones tridimensionales de superficies y objetos. Esta capacidad de escaneo permite conocer la estructura de un bosque, desde la altura de los árboles, hasta la cantidad de madera total presente. Son auténticas radiografías que nos ofrecen información sobre el estado de conservación de estos ecosistemas. En este contexto, un reciente estudio muestra cómo el uso de LIDAR puede ser vital para detectar zonas de vulnerabilidad frente al fuego en bosques de pinsapos. Se calibró el escaneo LIDAR con el uso en campo de un dispositivo de medición forestal conocido como ForeStereo. El análisis de datos permitió realizar varias simulaciones de comportamiento del fuego en un importante bosque de pinsapos de la Sierra de las Nieves (Málaga). Las simulaciones señalaron un alto riesgo de incendio en condiciones meteorológicas habituales en verano, debido especialmente a la elevada pendiente del terreno y a la abundante presencia de matorral. La ausencia de animales herbívoros ha potenciado un crecimiento desorbitado del matorral en los claros del bosque, aumentando su inflamabilidad. Se abre la puerta para la introducción de herbívoros salvajes o domésticos. Para los gestores, este método supone un apoyo importante para ejecutar actuaciones encaminadas a la conservación de estos bosques relictos y elaborar planes de contingencia. La innovación tecnológica ofrece numerosas herramientas que facilitan el diagnóstico y la toma de decisiones dentro de la conservación forestal. Concretamente, el uso de sensores remotos serán los futuros ojos omnipresentes que vigilarán nuestros bosques.

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