Los planetas enanos

 

Poca gente desconocerá que desde el año 2006 Plutón dejó oficialmente de ser considerado un planeta por la Unión Astronómica Internacional, en una célebre sesión que se realizó en Praga, y que fue degradado a un nuevo status de planeta enano. Por razones históricas y por tradición esto decepcionó a mucha gente, por ejemplo a Sheldon Cooper, quién se quejó por ello en uno de los episodios de “The Big Bang Theory” a Neil deGrasse Tysson, si bien para muchos otros era un resultado lógico y esperado, producto del avance del conocimiento científico. Veremos las razones que condujeron a esta situación.

En primer lugar nos remontamos hasta el año 1766, cuando fue enunciada la Ley de Titius-Bode, que mostraba una curiosa sucesión matemática que encajaba a la perfección en las 6 órbitas de los planetas entonces conocidos, y que podría permitir conocer aproximadamente en qué lugar del espacio tendrían que estar situados otros planetas desconocidos. Sin embargo, dicha ley también predecía un inexistente planeta entre Marte y Júpiter. Para mayor abundamiento, en el año 1781 William Herschel descubrió un nuevo planeta al que llamó Urano, y que también cumplía esta Ley. Eso animó a una carrera para la búsqueda del misterioso planeta que debería estar entre Marte y Júpiter. 

Poco después, en 1801, Giuseppe Piazzi descubrió un extraño objeto que en un principio tomó por un cometa. Su órbita fue calculada por el matemático Gauss, comprobando que estaba en el lugar apropiado y que, por tanto, era el tan esperado planeta desconocido, al que denominó Ceres. Sin embargo, y tras un examen al telescopio, Herschel dictaminó que no era un planeta, pues era excesivamente pequeño, y creó para él un nuevo tipo de cuerpo que denominó ‘asteroides’. Además, pocos años después comenzaron a aparecer multitud de cuerpos similares, que también quedaron como simples asteroides.

Tras ello, los astrónomos se centraron en Urano, y se observó su extraño movimiento, pues al calcular la órbita las observaciones no encajaban con los cálculos. De acuerdo a las Leyes de Kepler los planetas se aceleran cuando se aproximan al Sol, pero eso no era lo que se observaba, ya que se observaron aceleraciones en su alejamiento, lo que sólo se podía explicar por la atracción de un nuevo planeta desconocido. En 1846, tras un cálculo de la región del cielo donde debería aparecer, fue encontrado el planeta Neptuno por el astrónomo Galle.

Pero la historia volvió a repetirse, y en la órbita de Neptuno volvieron a encontrarse defectos que conducían a un noveno planeta, llamado Planeta X. Se volvió a iniciar una dura carrera que finalizó en 1930 cuando Clyde Tombaugh encontró al misterioso Planeta X que pasó a ser conocido como Plutón, dios de los infiernos.

Ahora bien, algo en Plutón no encajaba. Debería poseer una gran masa para poder causar una influencia apreciable en Neptuno, lo que no ocurría. Su pequeño tamaño decepcionó a muchos astrónomos que continuaron una búsqueda infructuosa de una alternativa. Ya fue en 1989 cuando la Voyager 2, a su paso por Neptuno, obtuvo con precisión los datos de sus características, que desvelaron que los cálculos anteriores eran erróneos, y que no sólo no existía ningún otro Planeta X, sino que nunca existió.

Sin embargo, ya existían 9 planetas alrededor del Sol, que conformaron el Sistema Solar que todos aprendimos desde la infancia.  Incluso, en 1978 se descubrió un satélite, Caronte.

Los problemas de este sistema comenzaron a aparecer en 1992 cuando se encontró el primer objeto, distinto de Plutón, del que se conoció como Cinturón de Kuiper, al que se le puso el extraño nombre de 1992-QB1. Poco a poco fueron apareciendo más y más, por lo que Plutón dejó de ser especial, y cada vez el Cinturón de Kuiper iba siendo más similar al cinturón de asteroides. Plutón ya no podía seguir siendo considerado diferente a Ceres.

Así, aparecieron Eris, Sedna, y Quaoar, donde además, el primero de ellos era mayor que Plutón, lo que aumentaba la dificultad de continuar considerando a Plutón un planeta, mientras que otros cuerpos similares o incluso mayores no lo eran. Máxime, cuando en la región donde se ubicaba existían otros cuerpos parecidos, que era una de las razones por las que anteriormente Ceres había dejado de ser considerado planeta. Se imponía una actitud única.

Finalmente, el 24 de agosto de 2006, tras largos y apasionados debates, los miembros de la UAI, en una asamblea celebrada en Praga, dieron el veredicto final: “Plutón ya no es un planeta, es un planeta enano”. Ahora bien deberíamos tener presente que, en realidad y prescindiendo de razones sentimentales, nunca lo fue.

El Sistema Solar siempre ha sido dividido en dos grupos; por un lado, los conocidos como planetas interiores, más cercanos al Sol y formados por roca y metal, y por otro, separados por el Cinturón de Asteroides, los exteriores o Gigantes Gaseosos, sin superficie sólida, giro muy rápido, muchos satélites, y un sistema de anillos a su alrededor.

Pero Plutón es diferente. No encaja en ninguno de estos grupos. Es un cuerpo helado que forma parte de un cinturón de objetos similares, con una órbita muy excéntrica, que se encuentra fuera del plano planetario, lo que también indica un origen diferente. Sólo la tradición y el sentimentalismo hacían que siguiera siendo un planeta, pero la verdad científica debe estar por encima de estos sentimientos, ya que, ¿qué importancia tiene que Plutón sea o no un planeta? Su interés no decrece por ello. Lo llamemos como lo llamemos, seguirá estando ahí, para que nos maravillemos con todo lo que nos ofrece, como sus cuatro lunas y el ser, en realidad, un sistema doble con Caronte. Simplemente se trata de establecer una definición, sea cual sea, y ser consecuente con ella.

De acuerdo a esto, la reunión de la UAI fijó los criterios que establecen los requisitos para que un objeto celeste sea denominado planeta, y, tras largas discusiones y varias propuestas, se adoptó finalmente que un planeta es un cuerpo celeste que cumple las tres condiciones siguientes:

  1. Gira alrededor del Sol.
  2. Tiene suficiente masa para que su gravedad le haya dotado de forma esférica.
  3. Ha despejado la zona de su órbita de otros objetos.

Los cuerpos que cumplen las dos primeras condiciones pero no la tercera, pasan a tener la clasificación de planetas enanos. Los primeros planetas enanos que conformaron esta categoría fueron Plutón, Ceres y Eris. Pero ya en el año 2008 fueron incluidos Makemake y Haumea (para el cual también fue propuesto el nombre de la diosa ibera Ataecina), lo que sitúa en 5 el número de objetos en esta nueva categoría, y que imposibilitaría de todo punto el volver al sistema anterior de 9 planetas. Por ejemplo, si quisiéramos devolver a Plutón el status de planeta, por eliminación de la tercera condición, la lista actual del Sistema Solar que deberían recitar los niños de las escuelas debería ser de 13: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Ceres, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, Eris, Makemake y Haumea.

Incluso, y siendo más precisos, deberían ser 14 los objetos, ya que Caronte no es una luna más, puesto que gira junto a Plutón en un centro de gravedad común, lo que hace que sea el sistema Plutón-Caronte el que debería ser considerado miembro de pleno derecho de la jerarquía, y no el primero de manera aislada.

Y eso, sin contar que gracias a los medios técnicos cada vez más poderosos, sin duda esta lista aumentará en tamaño. Es, por tanto, un simple ejercicio de rigor científico, mediante el establecimiento de rigurosas definiciones, que nadie duda de que pueden tener algo de arbitrariedad, pero que, una vez establecidas, deben ser tenidas en cuenta, lo que nos lleva a los nuevos estatus de los objetos del sistema solar, que, sin duda, seguirán asombrándonos con nuevas maravillas que ni conocemos, ni podemos prever.

Fernando Cuartero

18 Comentarios
  • victortagua
    Publicado el 10:46h, 20 enero Responder

    La verdad es que Plutón tiene tan mala suerte como el Dios que le da nombre. Con lo que me gustaba a mí Plutón como planeta. Era mi favorito cuando nos los estudiabamos
    Por cierto, Fernando, ¿sabes si en el Sistema Solar que hay en el Parque Lineal en Albacete está Plutón? Es que siempre que voy se me olvida mirarlo

  • felixdiaz
    Publicado el 11:31h, 20 enero Responder

    Ceres fue considerado planeta durante unos cincuenta años, entre 1801 y (creo) 1850. Pluton ha aguantado como planeta unos setenta años. Que no se queje XDD
    Realmente, los más molestos por la degradación de Plutón han sido los yanquis, pues es el único «planeta» descubierto por ellos; lo consideraban propiedad nacional, casi.
    Como dice el artículo, si Plutón es un planeta también ha de serlo Ceres. Y unos cuantos más de los cuerpos de Kuiper.

  • Fernando Cuartero
    Publicado el 13:07h, 20 enero Responder

    Efectivamente, Plutón ha estado como planeta casi el mismo tiempo que Ceres, lo que pasa es que 50 años del siglo pasado nos parece poco tiempo, mientras que 70 de éste, y más que para muchos ha sido planeta casi toda la vida, nos parece muchísimo. Y el argumento demoledor es el de Eris, que encima es mayor que Plutón por lo que no cabe duda de que el estatus debe ser el mismo, diga lo que diga Sheldon Cooper.
    Victor, ahora que lo dices, ni siquiera lo he comprobado, pero es lo que haré la próxima vez que vaya.

  • Siesp...
    Publicado el 13:50h, 20 enero Responder

    Uno de los razonamientos para excluir a Plutón de la lista planetaria solar es: «planetas interiores rocosos» y «planetas exteriores gaseosos». Ahora preguntémonos ¿qué hubiera pasado si Vulcano, en lugar de ser una anomalía gravitatoria explicada por Einsteir, hubiera existido realmente? Sería un planeta… ¡y con menor tamaño que Plutón!
    ¿Hay problema en admitir a Sedna o Ceres como planetas? ¿Es que la lista sería larga? Pues más larga es la Tabla Periódica de los Elementos y me la sé de memoria, jejeje.
    En fin, una vez definidas unas «normas», hay que cumplirlas. Pero en Democracia yo voto a quien hace las normas; sin embargo, en Astronomía, a mí nadie me ha preguntado a la hora de definir los parámetros para considerar planeta a un objeto celeste que ya formaba parte de mi vida 😛 XD
    En cualquier caso, mi posición no me va a enfrentar a nadie. Tal vez sólo sea un «rescoldo intelectual» por mi parte y deba adaptarme a las nuevas «visiones del universo».
    Pero también estos cambios acarrean perjuicios: damos «armas» a gente como Esperanza Aguirre a que reescriba la Historia y obligue a enseñar en los colegios de Madrid que Franco y Fraga trajeron la democracia a España.
    En fin, es mi humilde opinión. Sólo eso. No voy a realizar una cruzada pro Plutón jejeje.
    Un abrazo.

    • fcuartero
      Publicado el 14:12h, 20 enero Responder

      Hola Siesp, encantado.
      A Plutón no se le excluye por las diferencias entre los interiores y exteriores, que existe, pero no entra en la definición, aunque muestra que su origen es diferente a la formación del sistema solar, cosa que no ocurre con Ceres. Yo no creo que haya problemas en una lista de 13 o 14 planetas, pero los que decidieron (yo no estaba tampoco, Neil deGrasse sí), optaron por incluir la tercera cláusula, como podían no haberlo hecho. En eso es cierto que algo de arbitrariedad hay. Ahora bien, la cuestión es que es imposible a día de hoy tener un sistema con 9 planetas, y las elecciones racionales se reducen a: 8 planetas (opción elegida), 13 planetas (considerando a Caronte como satélite) o 14 (considerando Plutón/Caronte un planeta doble). Entre estas 3 está el margen opinable, pero lo que era inadmisible y lo que debió corregirse y se corrigió era el sistema anterior de 9.
      Un abrazo.

      • felixdiaz
        Publicado el 22:10h, 21 enero Responder

        Si aceptamos pulpo como animal de compañía… ¡perdón! quería decir Plutón como planeta, entonces tendremos 13 ó 14 planetas, y no 8. Y lo peor no es eso sino que la lista seguirá creciendo… ¡pobres de nuestros nietos si han de aprenderse los 25 planetas del sistema solar, y los miles de planetas de otros sistemas solares!

        • Siesp...
          Publicado el 23:46h, 21 enero Responder

          Lantano, Cerio, Praseodimio, Neodimio, Prometio, Samario, Europio, Gadolinio, Terbio, Disprosio, Holmia, Erbio, Tulio, Iterbio, Lutecio; Actinio, Torio, Protactinio, Uranio, Neptunio, Plutonio, Americio, Curio, Berkelio, Californio, Einstenio, Fermio, Mendelevio, Nobelio, Lawrencio.
          Treinta elementos «raros» que me sé de memoria desde la niñez. Confio en que mis nietos salgan a mí, y los tuyos a ti.
          Prefiero los argumentos de Fernando; así estoy dispuesto a aceptar 8 planetas. Con tus argumentos, amigo Félix, nunca los aceptaría, jeje.
          Saludos, sin acritud.

  • nyannian
    Publicado el 15:52h, 20 enero Responder

    Si consterna que hayas vivido creyendo que algo es un planeta y resukté que no lo era ¡ni modo!, También ni modo para sailor plut que ya no tiene razón de ser jaja! me gustaba esa sailor scout XD

  • Bitacoras.com
    Publicado el 19:04h, 20 enero Responder

    Información Bitacoras.com…
    Valora en Bitacoras.com:   Poca gente desconocerá que desde el año 2006 Plutón dejó oficialmente de ser considerado un planeta por la Unión Astronómica Internacional, en una célebre sesión que se realizó en Praga, y que fue degradado a un nuevo statu…..

  • Jon
    Publicado el 19:29h, 20 enero Responder

    Por aquello de crear polémica, propongo el siguiente pensamiento: Imaginad que un día, gracias a los futuros adelantos técnicos, se encuentra una estrella cualquiera, a cuyo alrededor girase un único «planeta» de idéntico tamaño a Plutón, esférico y en una órbita no despejada por su gravedad. Los astrónomos deberían mantener el tipo y anunciar que «alrededor de dicha estrella, no gira ningún planeta»… Sonará contradictorio. Incluso, si un planeta del tamaño de Júpiter saliera por cualquier causa de la órbita de su estrella, dejearía de ser un planeta, por el mero hecho de no orbitar… Adios a todos los posibles planetas errantes (que los habrá). En fin, una lástima

    • felixdiaz
      Publicado el 22:14h, 21 enero Responder

      Es cuestión de tiempo. De hecho, hay un problema porque la definición de planeta no vale para los exoplanetas. Primero, porque en la definición dice «gira alrededor del Sol» y no «alrededor de una estrella»; y segundo porque el estado actual de conocimiento no nos permite saber si un exoplaneta ha limpiado su órbita; de hecho, hay indicios claros de varios casos en los que eso no ha sucedido, pues se ha detectado la presencia de un anillo de polvo y planetas; se dice que son planetas muy jóvenes, pero queda claro que no cumplirían con nuestra definición, si se la extendiera a otras estrellas.

    • felixdiaz
      Publicado el 22:16h, 21 enero Responder

      Y los planetas errantes son otra cosa; se denominan planemos, cuerpos de tamaño planetario que no están ligados a ninguna estrella. Pueden ser tan pequeños como se quiera, porque no hay límite inferior; el límite superior es el de las enanas marrones, por debajo, nada. O planemos.

  • Pingback:Los planetas enanos | ForoProvincias.Com
    Publicado el 07:05h, 21 enero Responder

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  • paco
    Publicado el 21:58h, 22 enero Responder

    Me gustaría hacer una aclaración porque se está diciendo que Eris es más grande que Plutón.Eris es más denso y pesado,pero las últimas mediciones dan un diámetro de 2326 +-12 km,mientras que Plutón no se ha podido medir con esa exactitud y está entre 2302-2396(otras fuentes dicen 2300-2400,etc)osea que de más grande nada,son muy similares con diferencias no superiores al 2%.

    • fcuartero
      Publicado el 23:33h, 26 enero Responder

      Evidentemente, la precisión de las mediciones mejora, y puede alterar los conceptos preexistentes. Pero cuando se tomó la decisión de cómo establecer la definición de planeta y de planeta enano los datos entonces existentes decían que Eris era mayor que Plutón. Realmente, desconozco si eso influyó mucho, pues el argumento era y es exactamente igual de válido para el caso de que Eris sea aproximadamente igual que Plutón.

  • Pingback:Umami. El quinto sabor | Hablando de Ciencia | Artículos
    Publicado el 08:47h, 07 mayo Responder

    […] texto de las nuevas generaciones, aparecen cosas que en tu época no existían o eran diferentes. Plutón ya no es un planeta, ya no existen los 5 Reinos de la vida y los sabores no son 4, sino 5. ¿No lo sabías? Pues aparte […]

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