Palabras y Ciencia

La idea de este articulo surgió a partir de enseñar a mis hijos uno de los libros que mi padres compraron cuando yo era un niño. Esta magnífica publicación permitió que en mis cortos años pudiera aprender acerca de diversas materias y contestar sinnúmero de cuestiones. La obra a la cual me refiero se llama “El libro gordo de Petete”, en donde su protagonista, un pequeño pingüino, nos lleva hacia todo un mundo de conocimiento. El libro gordo es obra de Manuel García Ferré (1929-2013), historietista y animador de origen español, ubicado desde los 17 años en Argentina. En una de las entretenidas secciones del libro se encontraba “el curioso origen de las palabras comunes”. Recordando aquellos hermosos tiempos, y haciendo honor a tan grandiosa publicación y a su autor, doy inicio a este post, del cual aseguro tendrá continuidad al tomar varias palabras de nuestro querido idioma.

La primera palabra que se me vino a la cabeza tuvo que ver con el desayuno y es Cereal. Parecería que no hay mucho que decir de ella, pero nada más alejado de la verdad. Empecemos…

Siendo el español una lengua de origen latino es muy lógico empezar por allí. Según la Real Academia de la Lengua la palabra cereal procede del latín cereālis. Como todos sabemos la palabra se refiere a las plantas gramíneas como el trigo, el centeno y la cebada, que son usadas para nuestra alimentación básica. Para los romanos Ceres representaba a la diosa de la tierra, las cosechas y la fecundidad; diosa que tiene su equivalente en la griega Deméter. Según los antiguos griegos Deméter enseñó el arte del cultivo a los seres humanos, entregándoles su regalo más preciado en la cosecha de los cereales. La historia de Deméter también explicaría nuestras estaciones. Según la leyenda Deméter tenía una única hija llamada Perséfone. La hermosura de Perséfone enamoró perdidamente a Hades, hermano de Zeus y gobernante del inframundo, quien decidió raptarla. Al enterarse, Deméter ardió de rabia y su desolación fue enorme. Emprendió una larga búsqueda, durante la cual las  cosechas se marchitaron y finalmente murieron. Zeus entendió que si esto continuaba, la vida en la Tierra terminaría muriendo completamente. Así que convenció a su hermano para llegar a un acuerdo. Finalmente se estipuló que Perséfone podría vivir en tierra la mitad del año, mientras que el resto del tiempo pasaría con Hades en el inframundo. De esta forma el planeta obtuvo sus estaciones, durante el tiempo que Perséfone visita a su madre, durante primavera y verano, la tierra prospera prodigando hermosas flores, abundantes frutos y cereales para las cosechas; pero cuando Deméter sufre su pena, en otoño e invierno, el suelo se vuelve estéril. Tiempo después el culto se extendió de Sicilia a Roma, donde se veneraba a estas diosas como Ceres y Proserpina, dando lugar a su festividad más importante, las Cerealia o Ludi Cereris, que se celebraba del 12 al 19 de abril.

 El rapto de Proserpina. Luca Giordano 

Por otro lado, Ceres fue el primer asteroide descubierto. El astrónomo italiano Giuseppe Piazzi lo detectó en 1801 mientras realizaba un catálogo de estrellas. Estudió una misma área del cielo en noches consecutivas y observó que una de las estrellas parecía estar en movimiento; a este nuevo objeto celeste lo llamó Ceres, en honor a la diosa romana de la agricultura. En 2001 el telescopio espacial Hubble obtuvo imágenes en el rango del ultravioleta de la superficie de Ceres en las que se observó una mancha oscura de unos 250 km de ancho que, según estimaciones de los astrónomos, probablemente se deba a un cráter. Las imágenes, las de mayor resolución obtenidas por un telescopio hasta el momento, mostraron también un aspecto ligeramente aplanado del asteroide. Ceres gira en torno al Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter, en lo que se conoce como el cinturón de asteroides, a una distancia promedio de 415 millones de kilómetros. Es el asteroide más grande, con un diámetro de 950 kilómetros. Gira sobre su eje una vez cada 9 horas y completa una vuelta alrededor del Sol cada 4,6 años. Pero ¡atención! pausa especial para resaltar que después de la reunión de los científicos de la Unión Astronómica Internacional en 2006, Ceres cambio de categoría. Ahora es considerado un planeta enano, lo que como consecuencia ocasionó que Plutón deje de ser un planeta, y ahora se hable también de él como un planeta enano. En efecto, nuestro sistema solar tal como está catalogado actualmente presenta 8 planetas y contiene a Ceres, Plutón, Eris y Makemake (los dos últimos se encuentran en el Cinturón de Kuiper) como planetas enanos. Ceres contiene aproximadamente la tercera parte de la masa total del cinturón de asteroides, siendo el más grande de todos los cuerpos incluidos en dicho grupo. La NASA ha lanzado una misión llamada Dawn (amanecer) para visitar Ceres. La nave fue enviada en 2007 y se espera que en 2015 llegue a su destino.

Finalmente, el elemento de la tabla periódica con número atómico 58 (que representa su contenido de protones en el núcleo, y el número de electrones a su alrededor) se llamó Cerio en honor a Ceres, el planeta enano que se había encontrado dos años antes. Así, el Cerio fue descubierto en 1803 por Martin Heinrich Klaproth y el extraordinario químico Jöns Jacob Berzelius; al parecer también lo logró de manera independiente Wilhelm von Hisinger. Su símbolo químico es Ce, y es uno de los 14 elementos químicos denominados lantánidos, por encontrarse después del lantano en la tabla periódica. El cerio es un metal blando, de color gris metálico similar al hierro, dúctil y que se oxida fácilmente tornándose pardo rojizo. Es el más abundante de los elementos de las tierras raras (lantánidos y actínidos), pero su abundancia es solo del 0,0046% en peso en la corteza terrestre, en donde se encuentra formando varios minerales, como la cerita, bastnasita y monacita. Entre sus aplicaciones se incluyen catalizadores, aditivos ambientales para combustibles y aditivos para vidrio y esmaltes con el fin de cambiar su color. También se usa en aleaciones especiales para imanes permanentes. El óxido de cerio es su compuesto más común, y se constituye en un componente importante de los polvos utilizados para pulir vidrios (o lentes) usados en pantallas y lámparas fluorescentes. En aleación con hierro se usa en la muy común piedra o yesca de los encendedores debido a que produce fácilmente chispas cuando se somete a fricción. Es esta propiedad la que utilizó el Químico y escritor italiano Primo Levi, mientras trabajaba en una planta química de la prisión en la que se encontraba recluido durante la Segunda Guerra Mundial. Levi utilizó el cerio para canjearlo por pan y sopa para evitar morir de inanición. Sus conocimientos en química, y específicamente en la propiedad del cerio como piedra ideal para encendedores, hizo que robara pequeñas cantidades de cerio en forma de varillas. Esta acción permitió que pudiera ganar, según sus propios cálculos, dos meses de raciones, que se convirtieron en dos meses de vida, y que fueron suficientes para permitirle sobrevivir hasta que el ejército soviético liberó su campo de concentración en enero de 1945.

Así que como acabas de leer, Ceres no solo es importante para griegos y latinos; tiene que ver con el espacio y con la propia Tierra, en parte en el elemento Cerio (y los horrores de guerra) y en su mayoría con nuestro sustento en el cereal. La próxima vez que tomes tu desayuno recuerda su importancia y aliméntate de sabiduría.

Alexis Hidrobo P.

Nota: Esta entrada participa en la XXXI Edición del Carnaval de Química, cuyo blog anfitrión es ::ZTFNews. 

Para Saber más:

• Philip Wilkinson. Mitos y Leyendas, guía ilustrada de su origen y significado. DK Ediciones. Edición especial para el Círculo de Lectores. Reino Unido. 2009.
• Sam Kean. La cuchara menguante. Ariel Editores. Barcelona. 2012.
• National Geographic. Edición especial: El nuevo sistema solar. Diciembre. 2006.

Alexis Hidrobo

Invierto mi tiempo en la enseñanza de Química en la Universidad San Francisco de Quito. Además me apasiona la divulgación científica y la ciencia ficción.