PHdC 26: pelo sano, polos magnéticos, tabla periódica y lepra.
Nueva publicación de Pregunta a HdC, que se presenta cada miércoles en vuestras pantallas, siempre que os animéis a seguir mandándonos vuestras dudas, claro está. Aprovecho para dar las gracias por su interés a todos aquellos que ya lo han hecho y que nos permiten que esta sección salga adelante.
No os preocupéis si vuestra pregunta no se responde inmediatamente. Se publican sólo algunas respuestas cada semana (en función de la extensión de éstas) así que es posible que la vuestra esté en cola esperando ser publicada. También es posible que sea una pregunta que le esté dando más quebraderos de cabeza de lo normal a nuestros expertos compañeros y necesite de más investigación que el resto. Os pedimos paciencia.
Os recuerdo el enlace en donde podéis encontrar las distintas formas de hacernos llegar todas vuestras dudas. ¡Atrévete con todas esas preguntas que nunca te atreviste a hacer o que nadie te supo responder!
Estas son las preguntas de esta semana:
- ¿Por qué se abren las puntas del pelo?
- ¿Pueden los Polos terrestres cambiar su magnetismo?
- ¿Cómo determinar si cierto elemento pertenece al grupo B de la tabla periódica?
- ¿Qué es exactamente la lepra?
¿Por qué se abren las puntas del pelo y se supone que no es sano?
-Pregunta llegada vía HdC por Ununcuadio–
¿Por qué no iba a ser sano? El pelo es una estructura formada por células muertas, y esté intacto o estropeado sigue igual de muerto; así que tan “sano” es un pelo brillante y sedoso como uno estropeado y roto. Otra cosa es que pueda ser síntoma de alguna enfermedad… pero eso ya es asunto distinto.
El pelo está formado en su mayor parte por una proteína, la queratina, dispuesta en forma de un tubo muy fino; el interior del tubo, la parte central, es la médula y apenas tiene importancia. Luego viene la parte principal del pelo, la corteza, formada por fibras de queratina muy entrelazadas y dispuestas en sentido longitudinal. Y finalmente tenemos la cutícula, una capa muy fina, formada por células planas, llenas de queratina, que protege la corteza. Espero dejar claro que la parte realmente importante del pelo es la corteza. Y que la cutícula la protege.
Cuando la cutícula sufre diversas agresiones se va deteriorando, termina por abrirse e incluso puede llegar a desaparecer. Y eso deja expuestas las fibras de la corteza.
¿Qué agresiones sufre la cutícula? Pues de todo tipo: mecánicas (cepillados a contrapelo o muy bruscos…), térmicas (secadores a mucha potencia…), químicas (cosméticos agresivos, desde un champú hasta tintes y decoloraciones), ambientales (el sol, el viento, el exceso o falta de humedad), etc. También influye la calidad y cantidad del sebo, la grasa cutánea que recubre la cutícula y la mantiene hidratada.
Cuando la corteza se ve expuesta al medio exterior, se hincha y rompe. Esto puede ocurrir en la punta del cabello, que al ser la parte más alejada de la raíz (y de las glándulas del sebo), es la parte más expuesta. Y allí, las fibras de la corteza se abren y separan.
Pero no se pueda decir que no sea sano, salvo que sea síntoma de algún trastorno interno, como un déficit de proteínas o una anemia.
Yo siempre he creído que los polos terrestres pueden cambiar su magnetismo y de hecho lo han hecho varias veces en la historia de La Tierra. ¿Es eso cierto o es un mito?
-vía HdC por Acusapié–
La inversión de los polos es un hecho demostrado en geología y fácil de explicar. Cuando sale material fundido del interior de la tierra (o sea, lava ardiente), puede incluir pequeños cristales de minerales ferromagnéticos; es decir, imanes microscópicos que se orientan según el campo magnético terrestre. Cuando la roca se enfría, estos imanes quedan orientados para siempre (o más bien, hasta que la roca vuelva a fundirse). Si, por ejemplo, esa roca es arrastrada por la erosión, puede saberse hacia donde estaban los polos magnéticos en el momento en que se formó.
Esa información puede ser útil si la roca no se ha movido de su sitio (no arrastrada por la erosión); gracias a ello se pueden conocer las situaciones de los polos magnéticos en el pasado remoto, y de hecho es una prueba más de la deriva continental.
Pero no sólo se puede saber donde estaban los polos, también cuál era el norte y cuál el sur. Y aquí viene lo interesante: al observar la disposición de los polos en rocas cercanas se observan bandas. Donde mejor se aprecia es en el fondo de los océanos, como por ejemplo el Atlántico.
La mayoría de los océanos actuales se han formado hace relativamente poco tiempo (ese “poco” en términos geológicos quiere decir aquí unos 150 millones de años). Las rocas del fondo están, por tanto, más o menos en el mismo lugar donde se formaron hace millones de años, y además son de origen volcánico. En el centro del Atlántico existe una cordillera submarina, la Dorsal Medioatlántica, de cuyo interior brota el material que forma el fondo del océano. Y en ese material se puede apreciar el paleomagnetismo: los imanes microscópicos que mencionaba más arriba indican la dirección de los polos, que es más o menos la misma que en la actualidad (al menos en los últimos millones de años). Pero también se aprecian la orientación de los mismos, y es aquí donde está la prueba de que el campo magnético terrestre ha cambiado de sentido varias veces en el pasado.
Por lo tanto, es un hecho contrastado. La pregunta del millón es ¿volverá a suceder? ¡SI! Para el premio de los dos millones: ¿cuándo? Pues no se sabe. Y viene la del premio gordo: ¿qué puede suceder si se cambia la orientación del campo magnético? Es ahí donde entran las discusiones y surge el alarmismo. Para empezar, es algo que nunca ha sucedido en nuestra historia, por lo que no sabemos qué peligro conlleva este cambio.
Los registros geológicos parecen sugerir que se trata de un proceso rápido… pero “rápido” para los geólogos pueden ser mil años. O sólo un par de años. ¡No se sabe!
Entretanto, la protección que nos da el campo magnético podría desaparecer, y eso es mucho más grave que el detalle de que las brújulas no sirvan de mucho: gracias al campo magnético terrestre nos llegan muchas menos partículas cargadas procedentes del sol; por lo tanto, estaríamos ante un caso más serio que el el agujero del ozono.
Si es que el campo desaparece… porque algunas simulaciones parecen indicar que realmente no llega a desaparecer: se forman cuatro o más polos mientras el norte se vuelve sur y viceversa. En otras palabras, es posible que las brújulas se vuelvan locas pero seguirá existiendo un campo magnético que nos proteja del viento solar.
Y termino recordando que todos son elucubraciones, hipótesis que por ahora no han podido ser comprobadas. Si sucede en nuestras vidas, podremos tomar nota de lo que sucede y legarlo a nuestros descendientes. Porque eso sí, los registros geológicos demuestran que no ha sucedido nada realmente grave en el último cambio de polaridad; ninguna gran extinción, quiero decir.
¿Cómo determinar que cierto elemento pertenece al Grupo B de la tabla periódica?
-vía HdC por Victoria Apóstol–
Los elementos químicos se ordenan en la tabla periódica actual en orden creciente a su número atómico (es decir, el nº de protones que se encuentra en el núcleo del átomo del elemento). De esta forma, comenzamos con el hidrógeno, con un protón; seguimos con el helio con dos, etc. Además, están ordenados de forma que los elementos de una columna tienen propiedades químicas semejantes (porque tienen los mismos electrones en la capa más externa de energía); de esta forma los elementos de la primera columna tienen 1 electrón en esta última capa, los de la segunda 2 electrones, etc. Los elementos de una fila tienen en común que los electrones más externos ocupan el mismo nivel energético: la primera fila el nivel 1, la segunda el nivel 2, etc.
Un elemento ocupará un grupo acabado en la antigua nomenclatura acabada en B (hoy en día se suele preferir numerar del 1 al 18 directamente) cuando su último electrón ocupe un orbital d, es decir, tenga entre 3 y 12 electrones en su capa de energía más externa. A este grupo de elementos se les llama metales de transición.
Es un grupo bastante variopinto, aunque todos tienen en común que son metales y sólidos a temperatura ambiente (excepto el mercurio). Puedes leer más sobre ellos en la entrada de la wikipedia sobre los metales de transición. Si la pregunta es cómo podemos saber si es un metal de transición haciendo pruebas empíricas sin saber de qué metal se trata, pues habría que hacer una serie de pruebas para descartar que se tratara de un alcalino (metales del grupo 1) o alcalinotérreo (metales del grupo 2) o de algunos de los metales a la derecha de las series de transición (como el plomo o el estaño). Por ejemplo, los alcalinos sabemos que reaccionan violentamente con el agua, así que si tiene características metálicas pero no reacciona al añadirle H2O, podemos descartar que pertenezca al grupo 1 de elementos.
Espero que esto responda a tu pregunta, Victoria. De todas formas, creo que este tema da para una entrada más extensa, para explicar qué es eso de las capas de niveles de energía, orbitales, etc. Así que si os habéis quedado con dudas acerca de estos términos, estad atentos a nuestra web, ya que Victoria nos ha dado una idea para un Especial PHdC sobre la Tabla Periódica.
¿Qué es exactamente la lepra?
-vía HdC por Ununcuadio–
La lepra es una enfermedad infecciosa producida por una bacteria muy parecida a la que produce la tuberculosis, la Mycobacterium leprae. Como esta es una enfermedad granulomatosa, al igual que la sarcoidosis, este tipo de enfermedades tienen un fuerte componente inmune.
Existen dos tipos de lepra, pero la enfermedad bíblica, una de las más antiguas conocidas es la lepra lepromatosa, variante que se produce en situaciones de inmunodepresión. La otra variante, la lepra tuberculoide, es menos grave y afecta principalmente a la piel.
Los enfermos con lepra lepromatosa sufren una infección que afecta a la piel, músculos y nervios con grandes nódulos y erupciones cutáneas que poco a poco van destruyendo el tejido en el que se asientan, eventualmente afectará a los pulmones o la médula espinal y morirá. La imagen de personas con amputación de extremidades es real pero muy extrema, es habitual que la lepra se asiente en las articulaciones de los dedos, codo y hombro y las destruya a lo largo de los años hasta acabar perdiendo la extremidad.
Los enfermos de lepra no dicen qué enfermedad padecen (o dicen un eufemismo médico que no significa nada) para evitar la discriminación. Hoy en día se sabe que el miedo a la lepra en la antigüedad se debía a la falta de higiene. Con una higiene adecuada, la lepra es muy difícil que se transmita.
La lepra es una enfermedad curable hoy en día, pero el tratamiento es largo (2 años) y costoso, con muchos efectos secundarios. El problema es la población de países subdesarrollados sin medios y enferma de SIDA que no tiene medios para tratarse y acaban muriendo con mucho dolor.
En PHdC os proponemos el siguiente juego. Os vamos a mostrar las preguntas que contestaremos la semana que viene. ¿Os animáis a adivinar la respuesta? Sed libres de compartir vuestra sabiduría y vuestras ideas con nosotros en los comentarios.
- ¿Cómo se hace una bomba nuclear?
- ¿Cómo se forma la barba y por qué a algunos hombres no les crece?
- ¿Por qué se irritan las papilas gustativas al tomar pipas con sal?
- ¿La ciencia es algo objetivo o subjetivo?
Cabezón
Publicado el 17:25h, 30 eneroLo de hacer una bomba nuclear me interesa. A ver si fabrico una y la coloco en…
¡Es broma!
Bitacoras.com
Publicado el 20:30h, 30 eneroInformación Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Nueva publicación de Pregunta a HdC, que se presenta cada miércoles en vuestras pantallas, siempre que os animéis a seguir mandándonos vuestras dudas, claro está. Aprovecho para dar las gracias por su interés a todos aquellos…..
Ridon
Publicado el 00:44h, 31 enero¿Cómo se hace una bomba nuclear?
Pues a ver, que esta me la se o me la sabia. Me faltan datos científicos y exactos como la energia del uranio, pero la cosa va así (creo):
La energia nuclear sale del calor desprendido de lanzar un electrón contra un un átomo de uranio enriquecido. Se usa el uranio por que está en la cúspide de una tabla de energia potencial que tiene por la energía que mantiene un átomo unido.
Al separarse, ese átomo se convierte el dos átomos inestables de materiales diferentes, con diferente numero de protones, neutrones, y lo mas importante, electrones. La diferencia (que no quedan unidos a ninguna de los dos nuevos elementos) salen disparados sin control y chocan contra otros elementos que los separan en nuevos que dejan ir mas electrones libres, creando la reacción en cadena.
Esto es loq eu se usa en una central nuclear para calentar agua que mueve una turbina. Y la pmisma idea en una bomba atómica. ¿Por que? por que la diferencia de energia necesaria para mantener esos electrones, como ni se crea ni se destruye, se convierte en calor.
La gran cuestión es que se enriquece el uranio de diferente forma para una bomba (138?) que para una central nuclear(U-136). Tiene algun motivo de seguridad en la central?
Cabezón
Publicado el 06:17h, 01 febreroPara una central nuclear lo que interesa es mantener la reacción de fisión, no que todo el U-235 explote. Como el isótopo más abundante es el U-238, que no es fisionable, el uranio para un reactor no necesita estar enriquecido en U-235, mientras que sí hace falta para una bomba.
Por otro lado, en muchos reactores, se aprovechan los neutrones para que el U-238 se transforme en Pu-238 (creo) que también es fisionable, y puede separarse del uranio por métodos químicos; mucho más sencillos que separar isótopos del mismo elemento químico.
Sobre eso habría mucho que hablar.