PHdC 3: digestión, sentido de giro del agua, pastillas y los colores del arco iris.

Tercera publicación de Pregunta a HdC, que se presenta cada miércoles en vuestras pantallas, siempre que os animéis a seguir mandándonos vuestras dudas, claro está. Aprovecho para dar las gracias por su interés a todos aquellos que ya lo han hecho y que nos permiten que esta sección salga adelante.

No os preocupéis si vuestra pregunta no se responde inmediatamente. Se publican varias respuestas cada semana (en función de la extensión de éstas) así que es posible que la vuestra esté en cola esperando ser publicada. También es posible que sea una pregunta que le esté dando más quebraderos de cabeza de lo normal a nuestros expertos compañeros y necesite de más investigación que el resto. Os pedimos paciencia. De todas formas, cada miércoles podréis revisar si vuestra pregunta está entre las publicadas de esa semana y, sino, siempre se puede aprender algo de las preguntas de los demás.

Os recuerdo el enlace en donde podéis encontrar las distintas formas de hacernos llegar todas vuestras dudas. ¡Atrévete con todas esas preguntas que nunca te atreviste a hacer o que nadie te supo responder!

Estas son las preguntas de esta semana. Esperamos que os resulten de interés.

¿Hay que guardar las 2 horas de digestión antes de bañarse?

-Pregunta llegada vía HdC por Ununcuadio–

Hay mucho de leyenda urbana en este asunto. Cuando se está haciendo la digestión, el aparato digestivo necesita un mayor flujo sanguíneo, por lo que se reduce la sangre que pasa por otros órganos, por ejemplo la piel y los músculos.

La sangre en la piel tiene, entre otras funciones, la de mantener la temperatura del cuerpo constante, actuando como un radiador que expulsa al exterior el calor sobrante.

Si nos metemos en el agua pueden suceder dos cosas. Primera, que el agua esté fría, con lo que el cuerpo puede perder calor muy rápido, y la sangre abandona órganos como el cerebro y el estómago para mantener los músculos en actividad. Segunda, si nadamos estamos haciendo ejercicio y enviando sangre a los músculos.

Es decir, lo que no es recomendable es nadar o meterse en el agua fría. Eso sí que es peligroso, pues se puede detener la digestión. Pero si el agua está tibia y no se hace natación, no debería haber problema alguno.

Si llenáramos un grifo cuyo lado derecho estuviera en el hemisferio norte y cuyo lado izquierdo en el sur y quitáramos el tapón ¿Como circularía el agua?

-vía HdC por Jorge Lag–

Una de las ideas más extendidas acerca de lo fascinante de viajar tan lejos de tu casa como para cambiar de hemisferio es que, al irte al baño, podrás observar como el agua del lavabo se vacía en sentido contrario al que estás acostumbrado. O sea, que el agua gira en un sentido en los desagües del Hemisferio Norte y en sentido contrario en el Hemisferio Sur. La explicación dada por la cultura popular sostiene que esto se produce debido al efecto Coriolis.

Pero en realidad la fuerza de Coriolis es muy débil (en el caso del agua que se traga el desagüe, el efecto Coriolis produce una aceleración diez millones de veces inferior a la de la gravedad) y, en consecuencia, sus efectos se ven eclipsados fácilmente por otros factores que sí pueden cambiar la orientación del agua, como pueden ser la propia geometría del lavabo que se está vaciando, si está completamente plano o algo inclinado o la dirección en la que se añadió el agua originalmente.

La fuerza de Coriolis es mayor tanto cuanto mayor sea la velocidad del objeto que se mueve sobre la superficie terrestre como cuanto mayor sea la latitud, siendo justo nula en el Ecuador terrestre. En la Tierra es la responsable de la desviación hacia la derecha de todo cuerpo en movimiento en el Hemisferio Norte y hacia la izquierda en el Hemisferio Sur, como por ejemplo el sentido de giro de las borrascas y anticiclones o de las corrientes marinas.

La realidad es que el efecto de las fuerzas de Coriolis se puede observar experimentalmente, aunque es un experimento que hay que realizar con cuidado. En 1961, la revista Nature publicó un estudio pionero del doctor Ascher Shapiro al respecto. Shapiro rellenó un tanque cilíndrico de agua con un desagüe controlado por un grifo en Massachusetts (EEUU). Removió el agua en sentido de las agujas del reloj, el contrario al esperado según Coriolis en el Hemisferio Norte. Lo recubrió con una tapadera de plástico y esperó 24 horas. Abrió el grifo y observó que el agua había cambiado la dirección de su movimiento como se esperaría del efecto de las fuerzas de Coriolis.

Lamentablemente hay que deslegitimar este difundidísimo mito del agua yéndose sumidero abajo.

Las pastillas recetadas por el médico, ¿se deben tomar solo con agua? ¿Es cierto que la Coca-Cola produce efectos adversos?

-vía HdC por Ununcuadio–

El hecho de tomarse los comprimidos con una bebida es porque facilita su ingesta y disminuye la irritación del esófago al viajar por él. Algunos fármacos pueden interaccionar con los alimentos,  por lo que deben consumirse con el estómago vacío y, en este caso, lo mejor es tomarlos con un vaso de agua.

En otros casos, el fármaco debe tomarse con las comidas, principalmente porque esto mejora su absorción. Puede ocurrir que haya que evitar ciertos alimentos en función del fármaco, pero si el médico o el farmacéutico no indican lo contrario, no hay problema por tomarse las medicinas con un vaso de coca-cola si la píldora debe consumirse durante las comidas.

¿Existe un arco iris más allá de la luz visible (de infrarrojos, ultravioletas, etc.)?

– vía HdC por Calvin.

Se llama espectro electromagnético al conjunto de radiaciones electromagnéticas, y abarca desde las ondas de radio hasta los rayos gamma. Cada radiación se caracteriza por su longitud de onda (o su frecuencia f, que tiene una relación inversa: f=c siendo c la velocidad de la luz), y dentro de cualquiera de los tipos de radiación podemos apreciar las ondas de distintas longitudes, mediante los medios adecuados.

Por ejemplo, para captar las ondas de radio usamos un receptor; no tenemos más que darle al botón del dial para ir recorriendo todo el espectro, si hay alguna onda que podamos captar la oiremos en el aparato. Lo mismo puede ser la emisora de música clásica como la del reggaetón,  las noticias o los deportes.

El arco iris no es más que el espectro visible, es decir el conjunto de radiaciones electromagnéticas que captan nuestros ojos. Apreciamos las distintas longitudes de onda como colores distintos. Pero es evidente que, más allá de la parte visible, las otras radiaciones siguen estando allí, invisibles.

De hecho, el infrarrojo se descubrió porque al descomponer la luz blanca con un prisma, se observó que por debajo del rojo había algo que calentaba el termómetro. Por eso lo de “infrarrojo”, por debajo del rojo. De la misma manera, se sabe que hay radiación más allá del violeta (“ultravioleta”).

¿Cómo se vería un arco iris si se apreciaran estas radiaciones? No tengo ni idea, pues se trata de “colores” para los que mi cerebro no tiene equivalente. Puede decirse que se trata de otros “colores” distintos a los que conocemos. Aunque en el documental Mundos invisibles nos intentan enseñar cómo es ese mundo que no vemos gracias a las nuevas tecnologías.

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