Reseñas HdC: La religión ¡vaya timo!

La religión ¡vaya timo!

Gonzalo Puente Ojea

264 páginas

Editorial Laetoli

Lengua: Castellano

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 978-84-92422-09-8

Año de edición: 2009

 Sinopsis

La religión es el timo madre de todos los timos. La definición de timar según la Real Academia Española es la acción de engañar a alguien con promesas y esperanzas, y la religión precisamente es la cuna de promesas y esperanzas. En todas las culturas existe algún tipo de deidad a la que se rinde culto y algún tipo de explicación sobre la muerte. Las religiones incurren en el timo ontológico, es decir, engaño que basa que la misma deidad a la que se dirigen las plegarias, oratorias y ritos ha revelado su existencia comenzando de esta forma dicha religión. Es decir, el desencadenante el la misma deidad. 

Si queréis un libro con argumentaciones simples sobre por qué la religión es mala o en qué se equivoca, este no es vuestro libro. Gonzalo Puente nos guía a través de la historia comenzando por el inicio del pensamiento religioso 

El animismo explica los mecanismos cerebrales por los que aquellos seres humanos inventaron las almas y los espíritus, en cuanto inferencias lógicas evidentes, a partir del análisis, mediante la abstracción y la reflexión, de las observaciones obtenidas en su mundo perceptivo interno y externo. […] Pero la paulatina transformación operativa del alma en espíritu más o menos independiente (espiritualización), y luego en más o menos trascendente y divino (deificación), convirtieron, en el correr de los tiempos, la primera falacia (mente, mens => alma, anima) en una segunda falacia (mente => alma espiritual) de consecuencias mucho más dramáticas para los humanos, pues significó caer en el timo de la religión.

Otros autores han abordado este tema, algunos desde una perspectiva a favor de la religión, otros, los menos, desde la contraria. Gonzalo Puente no ignora ni a unos ni a otros, rescata textos y realiza una crítica de los mismos para descubrir los errores, engaños y verdades que cada uno dicen. 

[…] donde Heri-Charles Puech declara en su prefacio que la obra «excluye, para empezar, los postulados evolucionistas, considerados los más clásicos de los que les han precedido». Y en los «Prolegómenos», tras aludir a Tylor como fundador, A. Brelich despacha el asunto de la manera siguiente, según un hábito inveterado: «Hoy en día, los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para que sea necesario hacer su crítica». Mejor enterrarlo, porque los creyentes pueden admitir muchas herejías, pero no el animismo. Si se aceptase, se desplomaría todo el edificio de la religión.

También se dedica algunas páginas a realizar una crítica del uso y abuso del lenguaje que algunos autores desde hace casi 2500 años han usado para defender la existencia de Dios. 

Pero si se sigue la senda de los griegos y, como provocó Parménides, se sustantiva la cópula es, entonces consumamos la tentación de empezar a hablar analíticamente con tautologías en sí mismas escandalosas, como cuando se declara solemnemente, como hicieron los eleáticos: el Ser es. Este vicio lingüístico fue el padre de la llamada ontología metafísica de la que han sido hijos fidelísimos, aunque su respectiva fisonomía, Platón y Aristóteles, y tras ellos los innumerables continuadores de la que vino a denominarse philosophia pernnis. […] El concepto de Ser Trascendente es y sigue siendo un garlito del lenguaje, un razonamiento en círculo, una tautología vacía, una petición de principio: el ser es.

Según vamos avanzando en el libro, nos terminamos adentrando en temas más filosóficos, véase la explicación del timo antropológico, aquel que afirma que la misma religión es una revelación divina, del timo ontológico, la afirmación de la existencia de dos realidades (natural y sobrenatural), y el timo teológico, que es aquel que afirma que la existencia de Dios es un principio inapelable.

Antes de terminar el libro, Gonzalo Puente nos deleita con su conocimiento sobre la religión judía y cristiana, de cómo surgieron, qué pruebas arqueológicas y antropológicas existen para afirmar o desmentir diferentes hechos que se relatan tanto en el antiguo testamento como en el nuevo. Esta es la parte más interesante del libro ya que deja de lado la filosofía y se centra en las pruebas. Esta última parte son extractos de otros autores que han abordado la historia del pueblo israelí y del comienzo del cristianismo. Rescato el extracto del libro de Finkelstein y Silberman (Siglo XI) sobre el pueblo israelí con una conclusión inesperada pero solida:

El proceso descrito aquí es, en realidad, el contrario del que encontramos en la Biblia: la aparición del primitivo Israel fue el resultado del colapso de la cultura cananea, no su causa. Y la mayoría de los israelitas no llegó de fuera de Canaán sino que surgió de su interior. No hubo una conquista violenta de Canaán. La mayoría de las personas que formaron el primer Israel eran gentes del lugar -las mismas a las que vemos en las tierras altas a lo largo de las edades del Bronce y el Hierro-. En su origen, los primeros israelitas fueron también -ironía de las ironías- ¡cananeos!

La culminación del libro es el análisis de la personalidad de Jesús de Nazaret, la historia de por qué le crucificaron (intento de levantamiento y ataque al palacio), los engaños de los evangelistas y la explicación de por qué los diferentes evangelios tienen poco de rigurosos. 

Se quedan fuera del libro muchos temas relacionados con el Cristianismo, que culturalmente es el tema que más nos toca, pero si os quedáis con las ganas de leer más, Gonzalo Puente tiene más libros tratando estos temas.

Víctor Pascual del Olmo

Víctor Pascual