Especial Reseñas HdCiencia – El cine y la «genética-ficción» (2): Nunca me abandones

Nunca me abandones (Never let me go)

Año: 2010

País: Reino Unido

Duración: 105 min

Dirección: Mark Romanek

Guión: Alex Garland (Novela: Kazuo Ishiguro)

Intérpretes: Carey Mulligan, Andrew Garfield, Keira Knightley, Charlotte Rampling, Sally Hawkins, Izzy Meikle-Small, Charlie Rowe, Ella Purnell, Nathalie Richard, Andrea Riseborough, Domhnall Gleeson, Oliver Parsons.

Sinopsis

Ruth, Kathy y Tommy pasan su infancia juntos en el internado inglés de Hailsham y son inseparables. Sin embargo, a medida que van creciendo tienen que afrontar los sentimientos que van germinando en su interior: Tommy y Ruth se convierten en pareja, pero Kathy también está enamorada de Tommy. Pero además, hay un secreto sobre su futuro que descubrirán en el internado, algo que afectará de forma directa a su destino y su vida adulta.
 
NOTA: como que se avisa más adelante al entrar en detalle, cabe decir desde el principio que esta reseña contiene detalles importantes acerca del argumento de esta película.
 
Si en la entrada anterior hablábamos del determinismo genético  planteado por la futurista sociedad de Gattaca, en este caso nos encontramos con una película que va bastante más allá; para los protagonistas de Nunca me abandones, su mismísima concepción ha sido planificada escrupulosamente, determinando aquello para lo que van a servir a lo largo de su tristemente corta vida. Si Gattaca se centraba en el poder de la información, Nunca me abandones pasa directamente a un nivel superior: no sólo tenemos capacidad de manipular, mejorar sutilmente o seleccionar unos genomas frente a otros: podemos fabricar seres vivos a la carta. Podemos elegir a una persona y crear una copia exacta, una réplica que no tendría porqué existir. Pero como todo buen relato de ciencia ficción, lo que nos plantea el film no es si hacer esto es correcto o no, sino más bien: vale, lo hemos hecho; preguntémonos ahora qué sentirían esos seres vivos. 
 
Antes de enfundarse las mallas arácnidas, el chico con apellido de gato ya apuntaba maneras como actor (fuente
 
Es difícil comentar la película sin destripar el meollo del asunto. Ciertamente, al poco tiempo se desvela el origen de los protagonistas y su utilidad en la vida así que a no ser que el lector sea muy escrupuloso al respecto, puede seguir leyendo. Siguiendo la propuesta argumental ya planteada en novelas como Clones de Michael Marshall Smith o películas como La Isla, de Michael Bay, los mencionados protagonistas son niños nacidos a partir de técnicas de clonación, con el único objetivo de servir como fuentes de piezas de repuesto para sus «progenitores». Partiendo de la misma premisa que los citados ejemplos, la originalidad de Nunca me abandones (basada en una novela de Kazuo Ishiguro) radica en su inteligente forma de sortear los artificios (porqué no decirlo, también los requerimientos presupuestarios) del cine futurista que a menudo distraen la atención del fondo de la historia. Para ello, en lugar de transcurrir en un futuro, el argumento recurre a un pasado alternativo, donde en la década de los 60 se desarrollan las técnicas de clonación y se establece un protocolo de cría y educación de los nacidos en este ámbito para modular su comportamiento desde la más tierna infancia. El resultado es desolador: se nos muestra una típica institución inglesa que recuerda a los orfanatos de férrea disciplina, en la que se educa a los niños para que lleven una vida sana y saludable pero no se les proporciona las herramientas necesarias para entender la vida. Sólo se les insta a desarrollar sus aptitudes artísticas. Para cuando los niños se convierten en adolescentes, y su destino empieza a desvelarse, lo que encontramos en contra de una esperada rebeldía o reacción de rechazo, es una resignación y comprensión estremecedoras.
 
Por tanto, una interesante baza del film es cómo nos plantea el rol de la enseñanza y la educación, cómo se puede moldear una mente desde el principio para que un destino tan cruel e ilógico como este sea aceptado como una inevitabilidad. Aun así, se juega sutilmente con la idea de que el libre albedrío humano y la necesidad de rebelarse contra el destino sea inherente, pues algunos de estos jóvenes no se resignan a asumir tan fácilmente este terrible rol y se aferran a las manifestaciones artísticas como reflejo de su humanidad con la esperanza de ser relegados de su destino. Pero esta posibilidad se deja sólo levemente abierta, y el acabado final del film resulta tan abrumadoramente deprimente que le resta enteros al resultado final; no hay una auténtica resolución del conflicto emocional planteado, pese a que se establecen interesantes triángulos amorosos y afectivos que hablan de los sentimientos humanos incluso en las situaciones más inverosímiles.
 
Nunca me abandones: galería de fotos y posters del drama con toques de ciencia ficción
 (fuente)
 
En definitiva, la película no profundiza en reflexiones científicas, más bien se convierte en una parábola moral donde el espectador se ve inevitablemente situado en la encrucijada de imaginarse en la piel de esos protagonistas. No obstante, temas tan importantes y profundos como qué nos hace humanos están constantemente presentes. Finalmente, el escenario tan deprimente sirve para reflexionar acerca de cuán importantes son en la vida las relaciones con nuestros seres queridos, cuán necesario y relevante es cómo gastemos cada uno de los días que podemos vivir. Pero ya que estamos en un ambiente científico, podemos extraer alguna reflexión más jugosa: han pasado ya bastantes años desde que las técnicas genéticas de clonación aparecieron. Y el progreso en este campo ha ido más lejos de la burda idea de clonar un individuo completo para servir como «reservorio de órganos» al que acudir y saquear para nutrir al individuo original. Ciertamente, lo que estas técnicas han propiciado es un conocimiento de los procesos del desarrollo y de las características de las llamadas células madre que más bien parecen encaminarnos a la regeneración de tejidos y órganos mediante la manipulación celular, como ya comentamos en este artículo. Así que el debate de la película desde un punto de vista tecnológico queda algo obsoleto, si bien como hemos mencionado esto no le resta el dramatismo necesario para hacer otras reflexione sobre bioética o cuestiones humanitarias bien interesantes.
 
El fantástico trío protagonista (fuente
 
En resumidas cuentas, Nunca me abandones nos ofrece unos planteamientos éticos de gran calado, si bien la trama quedar relegada a una serie de situaciones de creciente dramatismo. Hay que destacar la labor de los protagonistas, un trío actoral formado por Carey Mulligan, Andrew Garfield y Keira Knightley que acometen con rigor este difícil papel. La sobria fotografía y la ambientación realista y muy costumbrista de un relato tan cercano al género de la ciencia ficción son otros de los valores positivos de esta película de Mark Romanek. Es una lástima que no haya un desarrollo científico más elaborado para poder discutir en una plataforma como la que nos encontramos, pero creo que es indudable que jamás podría existir esta película (rigurosamente, la novela en que se basa) de no haberse alcanzado el nivel de desarrollo genético y tecnológico actual, gracias al cual la posibilidad de clonar seres humanos haya pasado de ser mera ciencia ficción, a una posibilidad perfectamente realizable…
 
… aunque no por ello menos siniestra.
 
En la próxima y última entrega de este ciclo, repasaremos un título algo menor pero muy curioso, donde el tema de la creación de vida facilitada por la manipulación genética se aderezará con una pizca del monstruo de Frankenstein, una representación de los científicos y su trabajo totalmente surrealista y una criatura deudora de las peores pesadillas del maestro Cronenberg.
 
10 Comentarios
  • Oscar
    Publicado el 10:17h, 02 febrero Responder

    Muy buena doctor, espero la tercera y última de la serie.
    Muchas gracias por esta reseña. No la conocía pero ya mismo me estoy poniendo a buscarla para poder disfrutar de ella. El argumento de fondo no deja de ser una escusa para crear un triángulo amoroso como en tantas otras películas, pero es interesante que escojan ese fondo.
    Me ha encantado el actor con apellido de gato… ya no se me olvida nunca jejejeje.

  • María Diz
    Publicado el 12:30h, 02 febrero Responder

    Tomo nota para verla. No me he leído toda la reseña para no espoilearme porque has conseguido que me pique la curiosidad.

  • Ununcuadio
    Publicado el 16:35h, 02 febrero Responder

    Yo leí la novela de Kazuo Ishiguro antes de ver la película, y me decepcionó un poco (la película luego también). Los personajes son demasiado rígidos, las cosas están muy forzadas como para que parezcan «humanos»: no sé si es el ambiente inglés o que el autor pretendía enfatizar las diferencias de educación. La película gana con respecto al libro que es mucho más natural, aunque se interpretan de distinta manera las relaciones de personajes que en el libro (vamos que la chica no es tan «mala» ni manipuladora. Y Tommy toma otras decisiones que las de la peli). Me parece que el autor no saca todo el partido a de cómo se hace la clonación, en qué momento y por qué, o a detalles estremecedores como las varias donaciones y qué ocurre cuando «completan» (dejan abierto que sigues vivo y sin sedación…). Quizá lo que me hizo sentir más incómoda es que no haya ningún tipo de rebelión. Pero no creo que esté relacionado con el tipo de educación: ¿no ha habido rebeldes en la Rusia zarista, en la comunista, aquí en la dictadura, también en China, etc? La educación es importante pero creo que no determina «tanto», y hubiera sido más creíble si hubiera algún «rebelde», y no que todos tengan la libertad de moverse a sus anchas, pero a nadie se le ocurra escapar o hacer algo «prohibido».

    • Dr. Litos (@DrLitos)
      Publicado el 09:20h, 06 febrero Responder

      Unun, coincido totalmente (por una vez ;D) con tu apreciación. No conseguí por más que transcurriese la película, creerme que esos chavales no se encabritasen y la liaran parda, no digo ya en el internado pero sí siendo adultos: «¿que me vas a quitar qué?? ¡Anda por ahi!» Supongo que es una exageración necesaria, pero queda demasiado forzada para resultar (en Gattaca, la resignación de la sociedad para con su determinismo genético está mucho mejor llevada).
      Gracias por comentar lo del libro, pensé que tal vez era mucho mejor que la peli pero por lo que dices adolece de los mismos fallos.

  • Bitacoras.com
    Publicado el 18:49h, 02 febrero Responder

    Información Bitacoras.com…
    Valora en Bitacoras.com: Nunca me abandones (Never let me go) Año: 2010 País: Reino Unido Duración: 105 min Dirección: Mark Romanek Guión: Alex Garland (Novela: Kazuo Ishiguro) Intérpretes: Carey Mulligan, Andrew Garfield, Keira Knightley, Charlotte …..

  • roberprada
    Publicado el 09:15h, 06 febrero Responder

    Vale, me has convencido. Me la apunto!

  • Dr. Litos (@DrLitos)
    Publicado el 09:18h, 06 febrero Responder

    Muchas gracias a todos por los comentarios. La verdad es que si bien la peli no es una obra maestra que digamos, vale la pena verla aunque sea por darle vueltas al coco. Además está muy bien realizada.
    La última entrega de este especial va a ser más distendida, porque la peli es más cutrona y me ha salido una reseña acorde; además he metido algo de divulgación, ya veréis qué caso más curioso.

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    Publicado el 20:24h, 02 marzo Responder

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    Publicado el 21:38h, 08 noviembre Responder

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