superbacterias, antibióticos

Los Vengadores Antimicrobianos contra las Superbacterias

En un planeta en el que los antibióticos han perdido su eficacia, el mundo corre serio peligro por la amenaza de las Superbacterias. Sin embargo, aún queda una esperanza: los Vengadores Antimicrobianos. 

Se trata de superhéroes que, de un modo u otro, han puesto sus superpoderes a disposición de los seres humanos. Gracias a ellos, quizás algún día tengamos ese sustituto tan ansiado de los antibióticos. Pero todavía no estamos en ese punto. Por eso, debemos seguir intentando frenar las resistencias a antibióticos. Pequeños gestos como no tomarlos cuando no procede (no, la gripe no se cura con antibióticos) o seguir a rajatabla la posología pautada por el médico son esenciales para que podamos seguir combatiendo a las bacterias con ellos. Si no, llegará un momento en el que las bacterias se habrán convertido en esas supervillanas que, a base de observar a su enemigo, conocen ya todos sus trucos. Ese momento no es algo lejano. La mortalidad por infecciones de bacterias resistentes es cada vez más alta en todo el mundo, pero estamos a tiempo de intentar ralentizar su avance. Podemos hacerlo. Y, sobre todo, debemos hacerlo. Pero, mientras tanto, veamos quiénes son los Vengadores Antimicrobianos.

Supercat, el terror felino de las Superbacterias

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Felis silvestris catus. El gato de toda la vida, vamos. Su mayor superpoder es que te cautiva con sus ojitos adorables, pero mientras tanto está pensando en cómo conquistar el mundo. Pero no solo nos domina a nosotros, también hace lo que quiere con algunas bacterias. De hecho, con él vive uno de los villanos que atacan a los humanos de vez en cuando.

Se trata de Staphylococcus pseudintermedius, una bacteria oportunista que, como su propio nombre indica, aprovecha la oportunidad de atacar cuando se topa con individuos inmunodeprimidos o con ciertas enfermedades, como la diabetes. Generalmente es inofensiva, pero para un humano de esas características sí que puede ser peligrosa. Como todas las bacterias, se trata con antibióticos, concretamente con meticilina, pero algunas ya están empezando a hacerse resistentes. Y aquí es dónde entra en escena Supercat, pues en su organismo se encuentra otra bacteria, llamada Staphylococcus felis, que mantiene a raya a nuestra villana resistente. Esto se debe a que genera una serie de péptidos antimicrobianos que acaban con ella, independientemente de si es susceptible o resistente a la meticilina. 

De momento su eficacia solo se ha probado en ratones; pero, dados los resultados positivos que se obtuvieron, no se descarta que pueda llegar a usarse también en humanos.

Osezno, el castigador siberiano

Bueno, osezno u oso adulto, no importa la edad. El caso es que el oso pardo de Siberia Oriental (Ursus arctos collaris) contiene en su saliva otro gran superpoder. Fue descubierto por un equipo de científicos que se encontraban buscando fuentes de sustancias antimicrobianas en la taiga siberiana.

Al tomar muestras de saliva de nuestro héroe, vieron que en ella prolifera una bacteria típica del suelo sin hacerle ni cosquillas. Pero no solo no le hace daño. Como ocurría con Supercat, esta villana casi domesticada por nuestro héroe secreta una sustancia antimicrobiana, llamada amicoumacina A, que ha resultado ser capaz de combatir a la villana entre las villanas Superbacterias: Staphylococcus aureus multirresistente.

El demonio de Tasmania, el poder de una madre coraje

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Este superhéroe no necesita nombre artístico, pues Sarcophilus harrisii ya tiene un nombre que le hace justicia. Y es que, sin duda, es el infierno de las Superbacterias. Como buen marsupial, lleva a sus crías guardaditas en su bolsa hasta que pueden valerse un poco por sí mismas. Es un periodo bastante vulnerable para ellas, pero no pasa nada, porque mamá demonia contiene en su leche algunos péptidos antimicrobianos que mantienen a sus retoños a salvo de las infecciones de las malvadas bacterias.

El problema es que, como su propio nombre indica, este superhéroe solo se encuentra en la isla de Tasmania, en Australia. No es fácil de encontrar y tampoco es agradable andar ordeñando a las hembras, por lo que un equipo de científicos de la Universidad de Sidney ya ha conseguido sintetizar artificialmente estos péptidos, que también han resultado ser eficaces contra superbacterias como S. aureus multirresistente.

El dragón de Komodo no necesita que le griten ‘Dracarys’ para atacar

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Varanus komodoensis no es una bestia medieval, no se dedica a secuestrar princesas y tampoco es hijo de Daenerys Targaryen. Es mucho más que todo eso. Es un titiritero de bacterias, a las que usa a su antojo según convenga.

Se sabe que en su saliva viven más de 50 tipos de bacterias distintas. Esto le permite matar a sus víctimas de una infección con un simple mordisco. Vale, sí, quizás el dragón de Komodo sea también un poquito villano. Pero pertenece a los Vengadores Antimicrobianos porque ha permitido a los científicos humanos estudiar su mayor superpoder: un conjunto de péptidos antimicrobianos presentes en su sangre que le permiten transportar a todas esas bacterias sin sufrir las consecuencias. 

Un equipo de científicos de la Universidad George Mason ha logrado sintetizar artificialmente 8 de esos péptidos y, con ellos, han logrado combatir tanto a S.aureus multirresistente como a Pseudomonas aeruginosa. 

Superornitorrinco, el Frankestein de los Vengadores Antimicrobianos

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No es un pájaro, no es un mamífero, ¡es Superornitorrinco! El ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus) es un héroe de lo más peculiar, como muchos de los que vienen de Oceanía. Es un mamífero, pero pone huevos. Tiene pico, pero no es un pato. Y tiene cola de castor, ¡pero patas de nutria!

Con esta apariencia, como para no impresionar a las villanas. Pero, además, al igual que su paisano el demonio de Tasmania, tiene un truquito oculto en su leche: un conjunto de proteínas bactericidas que mantienen a las crías a salvo de infecciones. De nuevo los científicos, esta vez del CSIRO, han conseguido sintetizar la proteína artificialmente. Aún queda mucho para que pueda ser una alternativa real a los antibióticos, como ocurre con el resto de superpoderes de sus compañeros, pero hay esperanza con Superornitorrinco.

Bacteriófago, el asesino de Superbacterias disfrazado de vulnerable

Wikimedia Commons

Aparentemente es el más tirillas de los Vengadores Antimicrobianos, porque necesita a los villanos para vivir. Igual que la gripe con los humanos, no puede replicarse si no se introduce en las bacterias. Nuestro superhéroe se reproduce y nosotros nos libramos de las bacterias resistentes a antibióticos. Es un win win.

Y lo mejor es que ya se ha probado su eficacia en humanos. De hecho, hace muy poco una mujer belga herida en un atentado se curó de una infección causada por bacterias resistentes gracias a una combinación de bacteriófagos y antibióticos. La hazaña fue descrita en un interesante estudio en Nature Communications.

Pero incluso Bacteriófago ha necesitado un empujoncito de los antibióticos para que sus superpoderes hagan efecto. Los demás usan sus poderes con ellos y con sus crías, pero su aplicación sobre los seres humanos sigue en investigación. No nos confiemos y sigamos usando los antibióticos con cabeza. Si no, podríamos ofender a nuestro señor Alexander Fleming, el Stan Lee de los Vengadores Antimicrobianos.

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