Monólogos para atraerlos a todos y atarlos a la ciencia (II)

Foto de IRRI Images

Alguna vez os habéis parado a pensar cuántos de nosotros estaríamos vivos si nos hubiera tocado vivir antes de que se descubrieran los antibióticos. Porque en aquella época una simple infección podía ser la muerte. Y esto puede volver a ocurrir por culpa de las superbacterias, que son bacterias que se han vuelto resistentes y que ya no podemos tratar con los antibióticos que conocemos. De hecho, se estima que en 30 años habrá más muertes por infecciones causadas por estas bacterias multirresistentes que por el mismísimo cáncer. Así que los científicos estamos buscando formas de luchar contra las infecciones bacterianas sin tener que recurrir a los antibióticos.

A veces en la ciencia, al igual que en la vida, las soluciones vienen de donde menos te lo esperas. Y es que puede ser que los científicos hayamos encontrado una posible solución a este problema de la resistencia a los antibióticos en una bacteria marina que se llama Vibrio fisheri y que es capaz de producir luz. Esta bacteria fue descubierta en los años 70 y llamó la atención a los investigadores precisamente porque bioluminiscente.

Y vosotros os preguntaréis, pero… ¿cómo va una bacteria a producir luz? Que a ver… si ya nos cuesta a nosotros pagar la factura de la luz imaginaros el esfuerzo que tiene que ser para una simple bacteria hacer algo tan costoso como el ponerse a brillar. Pues como es un esfuerzo tan grande esta bacteria solo produce luz cuando está en grupo. Y para saber cuándo están en grupo las bacterias hablan un lenguaje químico que se llama quorum sensing, en el que en lugar de usar palabras utilizan unas moléculas señal. Esta molécula señal es proporcional al número de bacterias, de forma que cuantas más bacterias vivan en un sitio también habrá una mayor cantidad de estas señales. Cuanto se llega a una concentración mínima de estas moléculas, todas las bacterias sienten que están en grupo y cambian su comportamiento todas a la vez. En el caso de V. fisheri las bacterias empiezan a brillar de forma coordinada.

Y así es como el quorum sensing hace que las bacterias molen un montón, pero también las vuelve muy peligrosas. Y es que las algunas bacterias patógenas solo nos atacan cuando gracias al quorum sensing saben que son lo suficientemente numerosas para vencer a nuestras defensas. Pero… las bacterias patógenas no solo nos atacan a nosotros, sino que también atacan a otras bacterias y estas han encontrado una solución muy sencilla: silenciar al enemigo o como decimos los científicos hacerles el quorum quenching. Así las bacterias con quorum quenching son capaces de destruir la molécula señal y volver a las bacterias patógenas o mudas.

Después de un montón de años de investigación, sudor, lágrimas y una financiación bastante limitada los investigadores ya sabemos cómo usar el quorum quenching. Y es que esta forma de silenciar al enemigo nos va a ayudar a salvar miles de vidas al poder prevenir y a tratar diferentes tipos de infecciones. Y todo esto por el simple hecho de querer saber cómo las bacteria producen luz.

“Un monólogo para gobernarlos a todos, un monólogo para encontrarlos, un monólogo para atraerlos a todos y atarlos a la ciencia”

Andrea Muras

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