Zoología en las banderas

La «Jolly Roger»

Es sorprendente el apego humano por las telas rectangulares y determinadas composiciones musicales. La última Eurocopa de fútbol dejó muestras para dar y tomar de ese extraordinario comportamiento. Cualquier grupo de personas que pretenda identificarse como tal y diferenciarse de otro grupo, por lo demás exactamente igual, tiene que hacer dos cosas: inventarse un himno y diseñar una bandera. Esos referentes, tomados como símbolos de una colectividad humana, dan más problemas que el efecto invernadero y, al igual que éste, los seguirán dando en el futuro.

Con estos asuntos de los símbolos hay que andar con mucho ojo. Las afrentas, por leves que sean, están muy mal vistas. Otras actitudes y situaciones, las ausencias y presencias, al derecho o al revés, con o sin, delante o detrás, de pie o sentado (   😯   achtung: seguimos con las banderas y los himnos) tienen diferente significado según las circunstancias o lo que cada uno quiera ver y, sobre todo ─ya que es algo que toca nuestra parte afectiva, irracional─, el “sentimiento particular”. Será por eso que en cualquier buscador de la Red “sentimiento” es la palabra que más veces aparece ligada a “himno” y a “bandera”.

«1984», Bandera de Oceanía.

Si comparamos las letras de los himnos sorprende de nuevo que sean intercambiables entre los diferentes colectivos humanos. Hay motivos que se repiten: las virtudes del grupo ─siempre heroicas─, la resistencia frente a los invasores, el recuerdo de un pasado glorioso y la promesa de un futuro mejor. Por poner un ejemplo y para que nadie se sienta ofendido, bastaría con cambiar Estasia por Oceanía para que os londinenses orwellianos se sintiesen identificados con el himno de sus, por veces, eternos enemigos.

 El asunto das banderas no es exactamente igual. Si únicamente fueran combinaciones de colores podría aplicarse el “principio de intercambio” de los himnos. Pero la mayoría de las banderas llevan escudos con lemas y sobre todo animales ─muchos animales─, que ciertamente serían difíciles de asumir. Un único ejemplo: una de las banderas de Martinica tiene los mismos colores azul y blanco que la gallega. El diseño es diferente: en vez de la franja diagonal cruzada, la bandera de Martinica tiene una cruz, blanca, que divide la bandera en cuatro cuarteles. El problema estriba en la presencia de una serpiente en cada uno de los cuarteles, un animal que según la galaica tradición es objetivo de palos, azadas y hoces.

 Ciertamente, la presencia de un reptil en una bandera es una rareza. En la bandera mexicana también aparece una serpiente pero en este caso está convenientemente inmovilizada por el pico y por una de las garras de un águila. Otro raro caso de bandera con reptil es la de las Islas Caimán con una tortuga coronando el escudo.

Bandera de Kazajistán.

Las aves son los animales más representados en las banderas y en sus escudos. Hay muchas, demasiadas, águilas (Albania con una bicéfala, Kazajistán, Egipto, México, Moldavia, Samoa Americana, Islas Vírgenes, Zambia…) pero también otras aves como el loro sisserou de Dominica, un cóndor en la de Ecuador, la paloma blanca de Fidji, la Fregata minor de Kiribati, un ave del paraíso en la de Papúa Nueva Guinea, el quetzal de Guatemala, el pingüino de Georgia del Sur, la grulla de cresta de Uganda, el gallo valón…

Los mamíferos no se quedan atrás, sobre todo en lo que respecta a los leones, sean rampantes, dorados o de las nieves, en las banderas de Castilla y León, Fidji, Jersey, Sri Lanka, Nueva Escocia o Tíbet. El oso fue el escogido para las banderas de Berlín, la República de California o el estado de Missouri. Hay un bisonte en la de Wyoming, otro en la de Manitoba, caballos en la de Pensilvania, una oveja en la de las Islas Malvinas, un toro para Moldavia, un reno y un león marino en Georgia del Sur, el perro husky de la bandera del Territorio de Yukón… La bandera de Laos anterior a 1975 lucía tres hermosos elefantes.

Bandera de los «tres delfines» de Anguila.

De todas las banderas con animales las más curiosas son las de Anguila, un archipiélago caribeño perteneciente al Reino Unido, que en poco más de medio siglo ya va por la duodécima bandera. Como en todos los actuales, y en gran parte de los antiguos territorios británicos, presenta en el cantón la Union Jack. El escudo está situado a la derecha y exhibe tres delfines estilizados que, lástima, substituyen a las dos sirenas de algunas versiones anteriores. En la variante actual los delfines parecen peces, pero su disposición es la misma: en círculo y los animales en los tres radios de un trisquel.

Los invertebrados solo están representados en la bandera del archipiélago de las Islas de Turcos y Caicos. Con la británica Union Jack en el cantón y sobre fondo azul aparece el escudo con la concha del gasterópodo Strombus gigas y un crustáceo decápodo palinuro que parece una langosta espinosa.

 La criptozoología (con perdón) también está representada en las banderas de dos países tan alejados el uno del otro como Gales y Bután, cada una con su dragón.

Bandera galesa con el dragón rojo

Hablando de Ciencia