Recreo de curiosidades: ciencia forense

Hoy en el recreo de curiosidades hay un cadáver, el pobre Sam que ha fallecido en unas circunstancias completamente imaginarias. Mis recreistas tratarán de resolver el caso usando la ciencia forense.

Para poder elaborar unas buenas hipótesis, lo esencial es conocer cuáles son las áreas que abarca la ciencia forense. Para ello hemos comenzado con unas pinceladas sobre el trabajo forense.

Cadáveres (parte 1)

¿Qué es la ciencia forense?

La ciencia forense trata del conjunto de disciplinas científicas que se aplican a la investigación de los delitos. Su objetivo es aportar pruebas que ayuden a esclarecer los hechos y a identificar quiénes son los responsables. Tiene varias partes:

Criminalística: recopilación y análisis de las evidencias físicas en la escena del crimen.

Balística: armas de fuego y municiones.

Antropología: análisis de los restos humanos, en caso de no ser reconocibles.

Química: sustancias químicas presentes en las evidencias y que puedan esclarecer el caso.

Biología: análisis de muestras biológicas, por ejemplo: sangre y tejidos.

Medicina:  se encarga de las lesiones y de la causa de la muerte.

Tengo la impresión de que para mis recreistas todas estas áreas estaban en manos de una única persona y que desconocían que el estudio de un delito o crimen engloba muchas materias.

Alguna curiosidad sobre cadáveres

Son adolescentes, pero no se asustan fácilmente y saben que, para entender la vida y poder investigar, es necesario comprender la muerte. Les he hablado de la “Granja de cadáveres” de la Universidad de Tennessee y de los últimos descubrimientos sobre la activación de genes post mortem, es decir, tras la muerte.

La palabra post mortem, nos ha dirigido a la investigación de un crimen y hemos mirado a la muerte cara a cara desde la ciencia forense, por supuesto. ¿Qué podemos aprender de ella? ¿Qué nos aporta? Las respuestas han sido claras y contundentes: la hora de la muerte y la causa.

Análisis forense post morten

¿Cómo se averiguan algunos de estos datos? ¡Eso es!, con un análisis de las transformaciones que se producen en un cuerpo tras la muerte. Un pequeño resumen iba a resultar útil para la posterior investigación de la muerte de Sam.

Rigidez: se produce en los músculos después de la muerte debido a la acumulación de calcio en las fibras musculares. Les sonaba que, en las películas, si el cadáver tiene algo sujeto en las manos no es fácil quitárselo.

Palidez: pérdida de color de la piel por la reducción del flujo sanguíneo y la descomposición de los glóbulos rojos. 

Livor mortis: aparición de manchas de color púrpura o rojo en la piel. Se produce por la acumulación de sangre en las zonas más bajas del cuerpo. Tienen claro que, si el corazón no bombea y la sangre se para, la gravedad hará su trabajo, y caerá. 

Enfriamiento: la disminución de la temperatura corporal. Se produce por la transferencia de calor del cuerpo al medio ambiente. Saber la temperatura del cuerpo puede servir para aproximar la hora de la muerte.

Putrefacción: descomposición de los tejidos corporales. Siempre os digo que son geniales, se acordaban de la microbiota y han pensado que el cuerpo se muere, pero que nuestros “minivenoms” no. ¡Ah! También han comentado que los bichos como moscas y demás andarían cerca. 

De postre, un cadáver

Les había repartido una ficha con la que podían trabajar para elaborar las hipótesis sobre el caso.

Ha llegado el momento de presentar a Sam, nuestra víctima:

“La policía, alertada por unos vecinos de Sam, ha acudido a su domicilio. Sam era un joven músico, 25 años. Vivía en la que había sido la casa de su abuela, ya fallecida. Es un edificio antiguo y todos los vecinos le conocían. Se llevaba muy bien con todos, en especial, con María y con Antonio, ambos amigos de su abuela. Solía comer con ellos un par de veces por semana. Dos o tres días atrás, Antonio y María iban a quedar para comer con Sam, pero les dijo que no se encontraba bien y que se quedaba en casa. Al no tener noticias suyas, Antonio y María habían ido a casa de Sam. Tocaron al timbre y, al no obtener respuesta, abrieron con el juego de llaves que tenían para emergencias.

Sam estaba tirado en mitad del salón en pijama. En el suelo, había bolitas de un collar que llevaba desde hacía un par de meses y tenía manchas de sangre alrededor de la boca. Su pijama presentaba manchas de suciedad, en el baño había indicios de que Sam había vomitado muchas veces y, también, había restos de sangre. 

Sam llevaba una vida tranquila, dedicado a su música, a pinchar en algunas discotecas y, lo único reseñable, era que, un par de meses atrás había hecho un viaje por Suramérica. Había traído regalos para todos sus vecinos. 

Sonia, la forense del caso, al ver la situación ha inspeccionado la nevera en busca de alimentos en mal estado, pero ha encontrado un par de sobres de chorizo en perfectas condiciones y alguna cerveza. 

En la casa no había nada fuera de lugar, por lo que el robo queda descartado. La duda es si ha habido crimen o no. 

En un análisis visual y, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraba el cadáver de Sam, parece que todo apunta a un envenenamiento como la causa más probable de la muerte. Sin embargo, no hay indicios claros de los venenos habituales, cianuro, estricnina o cicuta.”

¿Qué ha ocurrido? ¿Qué ha causado la muerte de Sam? ¿Crimen o accidente? Me han hecho muchas preguntas sobre la vida de Sam: ¿enemigos?, ¿envidias?. Y si podía haber contraído alguna enfermedad en su viaje…

Tienen dos semanas para averiguar la causa de la muerte del pobre Sam. Para facilitarles la investigación les he dejado una línea directa abierta con la forense del caso, Sonia, pueden preguntar sobre cualquier circunstancia o sobre los datos de la autopsia. 

¿Lograrán averiguar qué ha pasado? 

Hasta aquí el recreo de esta semana, en el próximo resolveremos el caso. Para ello recurriremos a la reina del crimen, Agatha Christie. ¿Tendrá la solución?

¿Qué es el Recreo de curiosidades?

Se trata de una actividad donde estudiantes y docentes nos reunimos para charlar, jugar o hacer algún experimento relacionado con la ciencia, la cultura, el arte o cualquier cosa que nos interese. La idea es fomentar la curiosidad y que esté alejado de la rigidez del aula.

La intención es dar pinceladas sobre temas diversos y poder explicar cosas que no se explican en clase, que motiven y que fomenten las ganas de aprender, pensar y tener un espíritu crítico. 

No se trata de apabullarles con grandes conocimientos y conceptos complejos, no. Son pinceladas que les guíen para buscar más, preguntar, interesarse por diferentes áreas y curiosear.

El recreo de curiosidades se realiza en el colegio El Carmen Indautxu (Bilbao) con la colaboración del Hablando de Ciencia.

En recreos anteriores:

Asociación de ideas, pareidolia y sinestesia

Venom, microbiota y trasplante fecal

Vampiros, confusiones y una receta de sangre

¿Algo raro en el cielo?

Apocalipsis zombi

Eres casi como una morsa